La falta de lluvias pone en riesgo el ecosistema de la Albufera de Valencia
El Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento buscan soluciones ante el actual estado del lago y acuerdan una aportación de 6,5 hectómetros cúbicos de agua
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![Imagen de archivo de flamencos en la Albufera de Valencia](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/06/albufera-valencia-RtxIHMVEl01l98LIQU5oQAL-1200x840@abc.jpg)
El ecosistema del parque natural de la Albufera, en Valencia, se encuentra bajo grave amenaza. La ausencia de lluvias y los ponientes continuados están causando una alarmante situación que ha obligado al Gobierno a atender la petición de las Administraciones autonómicas y locales para buscar una solución en forme de aporte excepcional de agua.
Representantes de la Confederación Hidrográfica del Jucar, la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat y del Ayuntamiento de Valencia, junto a miembros de la Acequia Real del Júcar y de las de Quart y Favara, han acordado el envío de los 6,5 hectómetros cúbicos de agua de la concesión de la acequia del Júcar pendientes de enviar al humedal.
Esta cantidad, sumada a los 8 hectómetros cúbicos de agua enviados hasta el momento, completarían la aportación destinada al lago procedentes de los ahorros de la modernización de la Acequia Real del Júcar. Todo ello, como parte del objetivo común de buscar soluciones ante la situación de emergencia del lago de la Albufera.
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Desde el Gobierno apuntan que, aunque esta entrada de agua al lago estaba prevista para ser enviada durante la primavera, las necesidades del humedal, dada la situación meteorológica, «con una falta casi total de precipitaciones en los últimos meses», ha hecho necesaria su instrucción con carácter de urgencia.
No obstante, tanto los técnicos del icónico parque natural, seña de identidad de Valencia, como los del Ayuntamiento consideran que este volumen, aunque útil, resulta insuficiente para resolver el problema, por lo que se han analizado otras posibilidades de aportación extra.
Según los expertos de la Conselleria de Medio Ambiente, el humedal, que mantiene desde el mes de septiembre las compuertas de salida al mar cerradas, requiere para su correcto funcionamiento como sistema natural de una comunicación constante con el mar, con el fin de garantizar una renovación continua del agua del sistema, incluidos los arrozales que circundan lo circundan.
Dada la imposibilidad de derivar caudales procedentes de desembalses, los usuarios de riego han accedido, como solución de emergencia y extraordinaria, al aporte de agua sobrante de riego a cambio de agua regenerada procedente de la depuradora de Pinedo a través de sus infraestructuras, con el fin de que llegue al lago el aporte adicional necesario en condiciones adecuadas para paliar la situación.
Así las cosas, las Administraciones públicas reunidas en la Conferencia Hidrográfica del Júcar han dejado patente la necesidad de estudiar alternativas que adecuen las normas de gestión existentes para «incrementar la resiliencia de la zona húmeda ante previsibles situaciones meteorológicas de sequía como la actual», así como establecer mecanismos para la derivación efectiva de caudales ambientales del Turia y del Júcar establecidos como requisitos ambientales por el plan de cuenca.
Organizaciones ambientales, preocupadas
Por su parte, organizaciones ambientales representadas en la Junta Rectora del Parque de la Albufera, SEO-BirdLife, Acción Ecologista-Garceta y Júcar Vivo, han solicitado la convocatoria urgente y extraordinaria de la Junta Rectora del Parque ante la «alarmante» situación del lago.
Las citadas entidades han mostrado su «preocupación» por los niveles de agua, que durante el mes de noviembre y diciembre se han situado «por debajo de los adecuados» y, algunos días, por debajo del nivel del mar, lo que ha propiciado «la entrada de agua salada». Una situación que, según han advertido, «se ha agravado durante los últimos meses debido a la falta de precipitaciones y de aportaciones de agua dulce».
Las entidades ambientales han remarcado que avisaron «repetidamente» en las alegaciones presentadas al Plan Hidrológico, que entró en vigor el enero de 2023, que los caudales ambientales de la Albufera «no eran suficientes y, sobre todo, que no estaban garantizados los requerimientos hídricos fijados en 210 hm3».
En este sentido, han agregado que «solo» los 14,5 hm3, procedentes de la modernización de la Acequia Real, eran «reales», un 7 por ciento del total que se ha estimado necesario para «la buena salud de la Albufera».
Los colectivos han apuntado que las «abundantes» lluvias de 2022 «mejoraron la situación» del lago, aunque han lamentado que dieron la «falsa impresión» de que los problemas de la Albufera «estaban solucionados para el futuro». «Las distintas administraciones calificaron como histórico el acuerdo para el Plan Hidrológico, olvidando la situación de cambio climático y de reducción de precipitaciones que ya se estaba produciendo y que se intensificarán en el futuro», han denunciado.
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Para las organizaciones ambientales, la solución consistiría en realizar aportaciones directas de agua del Júcar desde Tous, «sin estar condicionada a la modernización de regadíos». En este sentido, han defendido que esta aportación, «que ya se ha hecho en el pasado» y en una situación como la actual, con las reservas hídricas próximas al 50%, es «perfectamente posible» hacer un desembalse para asegurar el caudal ecológico de la Albufera.
Asimismo, han insistido en que la modernización de regadíos de la Real Acequia del Júcar que proporciona, según el plan, 14,5 hm3 y hasta 40 hm3 para el futuro, «no aporta agua nueva», al tiempo que han defendido «una evaluación global» de la modernización para «saber realmente» cuánta cantidad de agua «deja de llegar al lago, al río, a los acuíferos y a las salidas al mar».
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