La crítica a un bar tras servir el desayuno a 80 personas mayores: «Fue algo anormal»
La reseña publicada por un cliente en internet denuncia el tiempo que los camareros tardaron en servirle y el «elevado» precio que pagó por su consumición
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Las reseñas de bares y restaurantes las carga el diablo. Muchas veces esas pequeñas publicaciones en la red dan cuenta del trato cuestionable que reciben los trabajadores del sector de la hostelería por parte de algunos los clientes desde primera hora del día.
El influencer valencianoJesús Soriano (@soycamarero) ha compartido en sus redes sociales un nuevo caso en el que «aún siendo amables y teniendo detalles», la empatía hacia el personal del local «brilla por su ausencia».
Aunque tanto la comida como el ambiente del sitio le merecen una buena valoración, la reseña otorga solo una de las cinco estrellas con las que Google permite puntuar los establecimientos por su «servicio nefasto» y por ser «bastante caro».
Las duras reseñas que ha recibido el local
«Tardan muchísimo, algo anormal de hecho. Fui al desayuno y me pusieron la tostada (completamente fría y con mantequilla solo para la mitad) y 15 minutos después, el café», denuncia el comensal.
«A una de las camareras, aunque le hables en español te contesta en inglés continuamente. La chica es muy simpática, pero solo habla inglés», continúa relatando, para incidir en otro aspecto: el precio «elevado para lo que suele costar este desayuno». «Pedí media tostada con mantequilla y un café y fueron 3,70 euros», asevera.
Aún siendo amables y teniendo detalles, la empatía brilla por su ausencia... pic.twitter.com/Vq2cr6XpLg
— Soy Camarero (@soycamarero) November 16, 2023
El estupor del propietario del local
Sin embargo, la respuesta del establecimiento ofrece otra perspectiva muy diferente para entender lo ocurrido. El propietario del local asegura que el grupo llegó «con prisas, gritando y exigiendo de muy malas formas» al personal «que todo saliera rápido para 80 personas».
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«15 minutos no es un tiempo exagerado. Os hemos atendido amablemente, incluso sabiendo que no ponemos tostadas tradicionales hemos hecho la excepción porqué eran personas mayores, tenían prisa y no había otro lugar abierto donde ir. ¿Encima dejáis un comentario negativo?, se cuestiona.
«Es increíble la poca empatía que pueden llegar a tener los clientes hoy en día. Aprendemos la lección para la próxima vez», lamenta el dueño de la cafetería.
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