Condenan a ocho años de cárcel a un ladrón violento que mandó a la UCI a una septuagenaria en Alicante
La víctima sufrió una paliza en el suelo y una lesión grave en el cuello porque el delincuente le tiró de una cadena hasta arrancársela a la fuerza
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La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a ocho años de prisión a un ladrón violento que envió a una anciana septuagenaria de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) herida de gravedad con un traumatismo en el cuello que le causó al intentar arrancarle una cadena.
Esta pena de cárcel está motivada por los delitos de lesiones agravadas y robo con violencia en casa habitada, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).
La sentencia, que es recurrible en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, establece que el penado deberá pagar una indemnización de 15.160 euros a la víctima: 15.000 por las lesiones que le produjo y 160 por los efectos que le sustrajo.
La siguió al volver de hacer la compra
El violento asalto se cometió el 11 de noviembre de 2021, cuando el hombre siguió a la mujer cuando regresaba de hacer la compra y se metió con ella en el portal del edificio de la ciudad de Alicante donde residía.
Mientras la víctima cogía el ascensor, él subió por las escaleras y aguardó al acecho para abordarla cuando abrió la puerta de su vivienda, momento en que la tiró al suelo y comenzó a golpearla y registrarla de forma agresiva para apropiarse de sus efectos de valor.
De este modo, según declara probado la sentencia, agarró una cadena que la mujer llevaba al cuello y empezó a tirar de ella hasta que pudo romperla. Esa acción provocó a la víctima un traumatismo de extrema gravedad.
En concreto, sufrió lesiones en el cuello de las que tuvo que ser operada de urgencia y por las que estuvo 72 horas en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y hospitalizada durante otros cinco días.
Los magistrados han dictaminado que el asaltante se aprovechó de la edad, la vulnerabilidad y las limitaciones de la perjudicada para cometer este ataque.
Además de las penas de cárcel, la sala le ha impuesto la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros o de comunicarse por cualquier medio con la víctima durante seis años.
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