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Los bares de Benidorm aclaran por qué se sirven cada vez menos refrescos con pajita o se deshacen en el vaso

El destino de la Costa Blanca alicantina vende 320.000 botellas al día de estas bebidas y de agua y los hosteleros asumen ahora un coste económico añadido por ecología

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José Luis Fernández

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Seguramente muchos turistas y consumidores en general se han dado cuenta de que cada vez se sirven los refrescos con más frecuencia sin pajita para sorber. En Benidorm ese detalle puede entrañar una importante suma de dinero, porque cada día en un verano tan cálido -de récord- como el actual se venden nada menos que 320.000 botellas de estas bebidas y de agua.

No se trata de que los bares quieran racanear en perjuicio de sus clientes y para hacer más caja, sino de que la normativa europea limita el uso del plástico y las alternativas para estos finos tubos huecos con los que beber en vaso cómodamente no tienen la misma calidad.

Se fabrican ahora de papel o cartón o de PLA, almidón de maíz, «un sucedáneo, pero las pajitas son muy incómodas porque te duran poco y si las dejas un poco de tiempo en el vaso se descomponen», explica Alex Fratini, portavoz de la asociación de restaurantes Abreca.

Para evitar esa mala impresión y sabor de boca que deja ver cómo se humedece este accesorio tan universal, los hosteleros optan por no ponerlas: «Estamos intentando quitarlas del servicio, si no se piden no las ponemos».

Y aparte de la experiencia para el cliente, esta sustitución de materiales por cuestiones ecológicas tiene un coste económico para el sector, ya que el PLA «vale seis o siete veces más caro, son céntimos, pero todo suma», señala Fratini.

Además de las pajitas, esta prohibición del plástico que ya viene en origen, en la fabricación, también repercute en todas las consumiciones para llevar, como las pintas de cerveza que tanto gustan a los turistas británicos, los más numerosos en Benidorm, y que en caso de querer disfrutarlas en otro sitio, se las tienen que llevar igualmente en vasos de papel o cartón, o ese sucedáneo del maíz.

Cifras récord en un verano asfixiante

Al menos, las altas temperaturas de este verano se han aliado con este pujante sector económico que ya supera cifras de antes de la pandemia del coronavirus, porque el volumen de bebidas refrescantes alcanza volúmenes acordes a ese calor asfixiante.

Según datos de varios proveedores -Coca-Cola y Mahou- y establecimientos, Abreca indica que cada día se venden ahora 5.000 litros de cerveza al día sólo en la Playa de Levante (45.000 en toda la ciudad); 15.000 y 10.000 botellas de refrescos y agua, respectivamente en ese mismo litoral, el más concurrido (320.000 en todo Benidorm). En total, a lo largo de todo el año se consumen 50 millones.

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