Gil Terrón, de vicepresidente de CAM a poeta «maldito»
El empresario valenciano retoma su faceta como literato y monta su propia web para promocionar sus obras
De vicepresidente de la ya extinta CAM a «poeta maldito». El empresario valenciano Antonio Gil Terrón , con una larga trayectoria ligada al sector inmobiliario y casi dos décadas en el consejo de administración de la caja alicantina , ha decidido retomar su carrera como escritor.
Una carrera que dejó temporalmente de lado a mediados de los ochenta (aunque se mantuvo «en activo» a través de colaboraciones en prensa y la publicación de algunos poemas), y que pretende reactivar a marchas forzadas con la publicación de hasta cuatro libros en lo que va de año . Eso sí, ha dejado de lado la poesía de sus inicios para decantarse por el ensayo.
Así lo anuncia en su propia web ( www.antoniogilterron.com ) creada expresamente para difundir su obra. En la página, Gil Terrón deja más que patente su predilección por la temática religiosa , tanto en verso como en prosa, con una mirada crítica que se lo cuestiona todo. Por ejemplo, «en El Velo Rasgado [libro lanzado en julio de este año] vamos a hablar del 'Más Allá', del mundo de los espíritus, y de la reencarnación», explica el autor en el prólogo de la obra.
Otro volumen que ha salido al mercado editorial este año es «Al este del Edén» , en el que Gil Terrón realiza un recorrido por sus colaboraciones en la prensa valenciana durante la última década del siglo XX. En «Con ardiente inquietud» , el empresario analiza el papel de la Iglesia ante el Holocausto. El libro salió a la venta el mes pasado.
Del «ladrillo» a las finanzas
Antonio Gil Terrón se inició en la literatura en 1971 , con «Amor y Locura», un volumen dedicado a la poesía. A esta obra seguirían otros tres volúmenes. El último, «Cenizas sobre cenizas», en 1984. Miembro numerario de la Asociación Mundial de Escritores, su obra ha sido reflejada en numerosas publicaciones colectivas, índices y compilaciones.
Tras silenciar su faceta como literato, Gil Terrón comenzó a destacar en el mundo empresarial al frente de la promotora Valencia Urbana , una constructora familiar que se convirtió en uno de los buques insignia del «ladrillo» en la última década.
Al consejo de la CAM llegó de la mano de Eduardo Zaplana en su etapa como presidente de la Generalitat. El empresario llegó a ser delegado de la caja en Valencia, y ejerció como vicepresidente segundo entre 1995 y 2010 . Tras la quiebra de la entidad, Gil Terrón protagonizó el pasado octubre una de las intervenciones más sonadas de la comisión de investigación de las Cortes, al asegurar que salió de la caja «con un cubo de basura en la cabeza» .
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