La agonía de los atrapados por la DANA en un polígono de Valencia: «El agua llegaba por la cintura»
Decenas de trabajadores han dormido en diferentes tiendas de Massanassa sin posibilidad de regresar a sus casas por el temporal y con problemas para contactar con sus familias
Última hora en directo de la DANA en Valencia: balance de muertos y desaparecidos
Imagen de vehículos destruidos por el temporal en el polígono comercial de Massanassa
La noche del martes 29 al miércoles 30 de octubre de 2024 se convertirá en una fecha negra recordada por todos los valencianos. Un tren de tormentas asoló el interior de Valencia provocando que diferentes ríos se desbordaran de manera violenta fruto de un temporal histórico que ya contabiliza al menos 51 muertos y decenas de desaparecidos. Mientras todo ocurría, decenas de trabajadores permanecían encerrados en sus negocios sin posibilidad de salir y volver a casa en la que califican como una experiencia «terrorífica».
«La noche ha sido horrible», relata Leyre a ABC. Esta empleada de una tienda ubicada en el polígono comercial de Massanassa (Valencia) ha pasado la noche junto al resto de sus compañeros con el agua por la cintura, sin posibilidad de regresar a casa y con serias dificultades de poder contactar telefónicamente o por WhatsApp con sus padres.
«Los coches y los contenedores estaban flotando en el agua, no había manera de salir. He pasado un buen susto porque ha sido para habernos matado», narra la joven cuyo coche, aparcado fuera del establecimiento, ha quedado totalmente destrozado por el paso de la tromba de agua. «Todos están igual», reafirma.
Cuando ha amanecido en Valencia, la afectada y el resto de sus compañeros han podido salir de la tienda y han presenciado con sus ojos el abismo en el que han quedado las inmediaciones comerciales. «A las 9 nos han dicho que podíamos desalojar porque no dan abasto y que vayamos a casas cercanas», explica a este periódico, puesto que no tiene la posibilidad de volver a su piso porque se encuentra en la ciudad de Valencia, cuyos accesos y salidas se encuentran cortados.
Una vivencia que también comparten empleados de tiendas cercanas, como es el caso de Ikea, así como de otros centros comerciales como Bonaire, en Aldaia, que vieron correr entre un río de agua diferentes estantes con ropa, mobiliario y toda clase de objetos arrastrados por el incesante paso del agua. También en la localidad de Ribarroja del Turia, donde trabajadores han permanecido toda la noche confinados en almacenes de polígonos ante la imposibilidad de volver a casa.
Acogidos en Valencia
En Valencia, el Ayuntamiento habilitó dos lugares para que las personas sin techo pudieran ser alojadas con normalidad -el albergue de Santa Cruz de Tenerife con 25 plazas y Benimaclet con unas 50 plazas- y, de forma paralela, se abrieron dos instalaciones, el Centro de La Petxina y L'Alqueria del Basket, para acoger a personas que necesitaran ser atendidas, hubieran sido rescatadas o no pudieran volver a sus domicilios.
«Hemos tenido cuatro instalaciones en marcha y seguimos teniéndolas en la ciudad«, ha remarcado la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que ha desgranado que, en este momento, en La Petxina quedan unas 150 personas y L'Alqueria unas 130.
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