Cien días de la entrega a Bildu de Pamplona: «Se ha demostrado que todo fue una gran mentira»
La ciudad se despereza a golpe de viejos proyectos acunados por los abertzales y apoyados por el PSN
El PSOE entrega Pamplona Bildu y abre una etapa de pactos de alcance desconocido
![Marina Curiel, del PSN, firma los presupuestos junto a Joseba Asirón, alcalde de Bildu de Pamplona](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/06/bildu.jpg)
Recién comenzada la campaña electoral del País Vasco, resulta imposible que las miradas y algunas de las preguntas a los candidatos no apunten a Pamplona, la capital navarra que el Partido Socialista entregó a Bildu hace cien días en detrimento de UPN. Un apoyo inédito – ... nunca antes el socialismo había apoyado un gran gobierno abertzale– que el propio Pedro Sánchez justificó por la «parálisis» de la ciudad, donde la alcaldesa Cristina Ibarrola «era incapaz de tender puentes con otras formaciones». Un cambio de estrategia del PSOE que muchos encuadraron dentro del acuerdo de investidura con Bildu, que nunca se ha hecho público.
En cualquier caso, si lo que se buscaba es que Pamplona saliera de su hipotética parálisis, lo cierto es que cien días después de aquella moción de censura, perpetrada el día de los Inocentes, la ciudad sigue sin grandes cambios. El único significativo ha sido la aprobación de los presupuestos, pactados por las tres formaciones de Gobierno con el Partido Socialista de Navarra (PSN). El acuerdo tardó tres meses en llegar: se firmó pocos días antes de Semana Santa y refleja unos presupuestos claramente continuistas, como denuncia la exalcaldesa. «Estos tres meses se ha demostrado la gran mentira que montaron para justificar una moción de censura que en realidad era un pacto entre Otegi y Sánchez para que este último continuara en La Moncloa. Pamplona no estaba paralizada. Dejamos más de cien proyectos iniciados o a punto de terminar y ellos en este tiempo no han presentado ni una idea nueva. Se han limitado a continuar con lo que ya había, que si era tan malo, lo podían haber parado», señala a ABC la propia Ibarrola, inmersa en la carrera para sustituir a Esparza al frente de UPN.
En cualquier caso, no pierde de vista lo que está ocurriendo en su ciudad, donde la aprobación de presupuestos (los primeros desde 2021) ha abierto el camino a viejas iniciativas. Porque la mayoría de las actuaciones incluidas en la partida –aprobada gracias al voto favorable del PSN– estaban ya iniciadas o proyectadas. «Muchas estaban en marcha de la legislatura anterior. Proyectos que muchas veces ellos frenaban y que ahora les parecen muy bien», explica a ABC Carmen Alba, concejal del PP en la oposición. «Esto parece el día de la marmota. Todo está parado», denuncia. «Todo, menos sus obsesiones». Se refiere la popular a la inversión de 6.000 euros por parte del consistorio en la Korrika. Una carrera que recorre la comunidad con el objetivo de promocionar el euskera, y que esconde una exhibición de símbolos independentistas y proetarras que pone de manifiesto la realidad del nuevo equipo de gobierno municipal. «A su paso por Pamplona exhibieron la foto del asesino de Tomás Caballero para hacer más daño», señala Alba. Una denuncia en la que coincide con Ibarrola y que tiene en el PSN a su principal culpable.
«Les han dado un cheque en blanco y han facilitado la hoja de ruta que Bildu tiene desde hace décadas y a la que no renuncian, como reconocía el otro día Otegi durante el Aberri Eguna. Ahí, con Joseba Asirón –el alcalde de Pamplona– al lado, repitió que su objetivo es la construcción de Euskal Herria con Navarra dentro. Una Navarra muy diferente a lo que nosotros defendemos y queremos», dice Ibarrola.
Lo cierto es que el PSN, tras mucho tiempo negándose a pactar con Bildu, cambió esa estrategia desde que Sánchez necesitó los votos para ser presidente. Alianza que ha ido haciéndose más grande y que amenaza con extenderse al gobierno del País Vasco. «Nadie reconoce ya al Partido Socialista. Votarles a ellos o a Bildu es lo mismo. En Pamplona se han vendido a cambio del 0,6 por ciento del presupuesto. Han traicionado y vendido la ciudad. Han demostrado que son capaces de cualquier cosa por un puñado de votos para mantener a Sánchez en La Moncloa», afirma Ibarrola. Según ella, «Bildu y el PSN estuvieron seis meses construyendo un falso relato para justificar la moción, porque Pamplona estaba más viva que nunca. Ellos son la inacción absoluta, excepto por los proyectos continuistas y algunas políticas fallidas».
La oposición de UPN y PP aflora también el fracaso de ese «plan de convivencia» que los socialistas pusieron como condición para apoyar al nuevo equipo municipal. «¿Cómo van a hablar de convivencia teniendo como número tres del ayuntamiento a José Abaurrea, condenado por pegar a dos mujeres e incapaz de condenar a día de hoy el asesinato de nuestro compañero Tomás Caballero? Que el PSOE pretenda que la convivencia en Pamplona y Navarra la diseñe Bildu demuestra que han perdido el norte», apunta Ibarrola.
La parálisis que denuncia Carmen Alba tiene su continuidad en los símbolos nacionales, que esta vez siguen intactos en el ayuntamiento. «No se ha tocado nada –en la anterior legislatura con Bildu al frente se retiraron banderas y escondieron cuadros del Rey– porque hace años perdieron todos los juicios al respecto y saben que si lo hacen, los volverían a perder», afirma Alba.
Para hablar de esta parálisis o de la reactivación de la ciudad, ABC se ha puesto en contacto con el nuevo equipo de Gobierno municipal, que no ha respondido al requerimiento de este periódico para tratar el asunto. Desprecio que pone de manifiesto la dejadez en la que vive sumido el ayuntamiento, moneda de cambio entre Bildu y el PSOE que podría tener su réplica en el País Vasco en las próximas semanas.
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