Detenidos los dos primeros retornados que tenían vínculos directos con España
Los yihadistas, con años de experiencia en combate, fueron arrestados en Mataró y Austria
Una investigación de la Comisaría General de Información de la Policía, en coordinación con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ha llevado a la detención de dos yihadistas marroquíes retornados de Siria. Uno de ellos en la localidad barcelonesa de Mataró; el segundo, en Austria. No es la primera vez que agentes de esa unidad antiterrorista arrestan a 'foreing fighter' en España, pero lo que no tiene precedentes es que los capturados tengan vínculos directos en nuestro país.
Los terroristas detenidos habían viajado por separado a la zona de yihad. El primero de ellos, que tenía residencia legal en Madrid, había partido en 2014, cuando tenía 29 años, tras experimentar un proceso de fuerte radicalización. Lo que no ha trascendido por ahora es si partió directamente de la capital de España o hizo una etapa intermedia, posiblemente en Marruecos, su país de origen. En cuanto al segundo, se sabe que se incorporó pocos meses después, cuando contaba con apenas 22 años, ya en 2015. Este individuo había sido captado a través de internet por gente de su entorno.
Uno de los 'foreing fighter' vivía en Madrid y viajó a Siria en 2014; la familia del segundo reside en nuestro país desde un año después
Sobre este último individuo es relevante destacar que su familia se había instalado en nuestro país hace ya siete años, pero él no pudo beneficiarse del reagrupamiento familiar, por lo que se tuvo que quedar en Marruecos con otros familiares. Tras pasar por el proceso de adoctrinamiento correspondiente, decidió viajar a Siria para unirse a la yihad.
Por origen
Es sabido que una vez en Siria los combatientes extranjeros suelen juntarse con los de un mismo origen. En este caso había dos nexos de unión: mismo país de procedencia, Marruecos, y relación directa con España, así que ambos acabaron encuadrados en un mismo grupo de las falanges de Al Qaeda. Al parecer, han pasado por células distintas del mismo ámbito.
Por supuesto, ambos pasaron por 40 días de formación militar en campos de entrenamiento. Su zona de operaciones, según las fuentes consultadas por ABC, fue el noroeste de Siria. En momento alguno engrosaron las filas de Daesh, pero hay que recordar que en la zona actúan múltiples grupos yihadistas radicales.
En el caso de uno de los detenidos hay constancia documental de que entró en combate, porque los investigadores tienen imágenes suyas con un kalashnikov en plena batalla y él mismo lo ha reconocido en algún momento. En cuanto al segundo, está demostrado que tiene formación militar y, aunque él lo niega, las fuentes consultadas están convencidas de que ha participado en acciones bélicas.
Después de la pérdida de territorios en la zona sirio-irakí por parte de los grupos yihadistas, ambos consiguieron desplazarse a Turquía. Allí han estado viviendo en los últimos meses a la espera de poder cruzar clandestinamente a Europa. Siempre coordinados, a principios de año decidieron emprender la 'ruta de los Balcanes' que les hizo recorrer Bulgaria, Serbia, Hungría y Austria.
En este país separaron sus caminos, al menos de momento. Uno de ellos continuó viaje a España, en concreto a la localidad barcelonesa de Mataró, donde unos allegados le acogieron en un piso. Llegó allí hace aproximadamente quince días y fue en ese lugar donde los agentes de la Comisaría General de Información, que contaron en las pesquisas con la colaboración de las brigadas provinciales de Barcelona y Valencia, lo detuvieron. Es relevante precisar que el teléfono móvil que le fue intervenido era nuevo, de modo que los investigadores apenas han podido sacar información de este dispositivo electrónico.
En cuanto al segundo individuo, la Audiencia Nacional emitió una Orden de Detención y Entrega (OEDE) en virtud de la cual la Policía austriaca lo detuvo hace unos días. En estos momentos se está a la espera de que se materialice, en un plazo no demasiado largo. Cuando llegue a España podrá ser interrogado y previsiblemente, tal como ha sucedido con su compañero, ingresará en prisión.
Estos individuos, que ya estaban hace tiempo en el radar de la Comisaría General de Información, son considerados de alto riesgo: tienen entrenamiento militar, han entrado en combate y, por supuesto, mantienen su ideología radical. Se desconoce por qué al menos uno de ellos había decidido volver a España, pero su presencia es además peligrosa por el potencial que tiene para captar chavales: «No es lo mismo que un imán te cuente una película que lo haga un 'messi del yihadisno', alquien que sabe lo que es luchar y matar, y que se convierte para ellos en un ídolo», reflexionan las fuentes consultadas por ABC.
Además de la Policía y el CNI, en la operación han colaborado el FBI, la DGST marroquí, la DSN austriaca, autoridades policiales alemanas y Europol además de la asistencia de las Oficinas Centrales Nacionales españolas de Interpol y Sirene.
Esta operación responde a la estrategia de la Comisaría General de Información y del CNI, en colaboración con otros Servicios internacionales, para la localizar y neutralizar a retornados que llegan a Europa.
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