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Temporada 2008: de Tomás a Perera

Temporada 2008: de Tomás a Perera

ANTONIO SANTAINÉS CIRÉS

BARCELONA. Pocas consideraciones merece la temporada taurina de 2008 en Barcelona. A excepción de algunos festejos muy puntuales, la vulgaridad y la falta de ingenio en la confección de los carteles dio al traste con la temporada. En total se celebraron doce corridas de toros y una mixta el 6 de julio con el rejoneador Joao Moura que lidió dos toros de Murube y los espadas José Maria Manzanares y Cayetano estoquearon cuatro toros de Juan Pedro Domecq.

El 4 de mayo y 7 de septiembre se dieron novilladas y el 18 de mayo una única función del arte del rejoneo con Fermín Bohórquez, Pablo Hermoso de Mendoza, que tuvo una excelente actuación, y Diego Ventura triunfador absoluto con cuatro orejas cortadas. El 1 de junio se dio una novillada sin caballos para los alumnos de la Escuela Taurina de Catalunya y el 27 de julio actuaron los Recortadores, ambas funciones fuera de abono. La corrida del 25 de mayo con toros de Juan Pedro Domecq para Francisco Rivera Ordóñez, José Mª Manzanares y Cayetano fue suspendida a causa de la lluvia.

La primera, del Cid

La temporada se inició el 19 de abril, sábado, con seis toros de El Ventorrillo estoqueados por Manuel Jesús el Cid que triunfó con el cuarto -dos orejas-, el Juli y Alejandro Talavante. Al día siguiente, el 20, con Finito de Córdoba, José Tomás y el Juli se agotó el papel. José Tomás, la estrella rutilante de la temporada, escuchó un aviso en cada toro por sendas faenas larguísimas, saludando desde el tercio en su segundo. El otro lleno absoluto se produjo en la última corrida de la temporada, el 21 de septiembre, con toros de Núñez del Cuvillo para Luis Francisco Esplá, el mítico José Tomás y Serafín Martín que vino en sustitución de José Maria Manzanares a causa de sufrir mareos y convulsiones. De cuanto pasó en esta corrida lo contamos al final. Fin de una temporada, en general tediosa y que poca huella deja de su paso.

Entramos en una manifiesta fase de sopor de la temporada. Para el 22 de junio se anunció una corrida concurso de ganaderías que resultó ser un perfecto fiasco en cuanto al ganado: Miura, Partido de Resina, Conde de la Corte, Victoriano del Río, Adolfo Martín y Fuente Ymbro. Reses estoqueadas por José Padilla Sánchez Vara y Javier Valverde.

Cayetano

La mini-temporada con carteles, como decimos, de puro trámite, disgustaron al público. Acaso los únicos diestros que se salvan del acre reproche, fueron Cayetano el 6 de junio con el toro Reguapo de Juan Pedro Domecq, al que cortó dos orejas tras una faena con más voluntad que arte y que coronó con decisión y acierto con la espada. El 13 de julio nos hizo vibrar con agudas notas de bella estética y de un perfecto estatismo Miguel Angel Perera. Cortó una oreja en su primero y las dos del último, convenció a todos y se proclamó, sin reservas, en uno de los diestros más positivos de la temporada . Pero la temporada siguió dando tumbos sin más.

Actuaron 33 matadores. Quedan reseñados por el número de corridas. Con dos: el Cid, el Fandi, José Tomás, el Juli y Miguel Angel Perera. Con una: Talavante, Finito de Córdoba, Curro Díaz, Antonio Barrera, Salvador Vega, Juan José Padilla, Sánchez Vara, Javier Valverde, José Maria Manzanares, Cayetano, Sebastián Castella, el Cordobés, Francisco Rivera Ordoñez, Juan Bautista, Matías Tejela, «El Capea», Eduardo Gallo, Morenito de A- randa, Alejandro Amaya, Paulita, Ángel Teruel, Ambel Posada, Ildefonso Casado, Raúl Cuadrado, Juan Carlos Jiménez Caballero, el Fundi, Luis Fº Esplá y Serafín Marín.

Fin de temporada

Para el fin de la temporada se organizaron dos corridas, el sábado 20 de septiembre toros de Zalduendo para el Juli, Miguel Angel Perera y Cayetano. Lesionado éste unos días antes de un pezuñazo al hígado fue sustituido por su hermano Francisco Rivera que a su vez a causa de otra lesión le sustituyó el Fundi. El cartel de las sustituciones nos ofreció la gran novedad de un triunfo absoluto de el Fundi. De buen agrado hubiera escuchado la arenga que les soltó a sus dos compañeros al brindarles el cuarto toro. Fue un minuto de reflexión. Venía el Fundi de recorrer los ruedos de España peleando a brazo partido con toros difíciles que, ni en pintura los ven los consagrados. Tarde gloriosa para él -dos orejas en el cuarto-. Todo pudo parecerle como un bonito juego. Al Juli le costó confiarse con el sorprendente 5º, pero tras escuchar un aviso cortó también dos orejas.

¿Y qué hizo José Tomás en la última corrida? Lo de su primero: Aviso y oreja, era algo normalito en él. La corrida se deslizaba con normalidad y con pocas vibraciones hasta que salió el quinto toro, número 120, Idílico de nombre, colorado, 550 kilos de peso (01-04). Tomó dos varas. Decía un gran torero que si en la taleguilla pusieran campanillas en la plaza habría un continuo repiqueteo. Así les tiemblan las piernas. Yo creo que con José Tomás fallaría la regla y no oiríamos absolutamente nada. En los medios se produjo el singular acontecimiento. El nombre lo decía todo, Idílico, temas de farragosa dulzura. Quizás más de cincuenta pases con buen gusto y temple. Faena extensa, sobria, repetitiva, complaciente, al fin, a la dulce caricia del toro, siempre con la mirada puesta al engaño. A veces le daba el torero un respiro. El exceso de cariño a veces empalaga. Dos avisos con orejas y rabo simbólicas para el torero. El indulto para Idílico, quinto toro indultado en nuestra ciudad.

Indultos

El primero fue Culebro de Andrés García. El mayoral de la plaza vieja Serafín Grego (Salerito) lo domesticó al extremo de montarse sobre él y recostarse en sus costillas. El 1º de septiembre de 1889 fue indultado. Se arrancó con coraje a los picadores a los que dio tres caídas, mató dos caballos y comprobada su bravura fue retirado. Pero al reconocer a Serafín se dejó acariciar en la plaza. En la Monumental fue indultado con fecha 28 de junio de 1936 el toro Civilón de Juan Covaleda, toro extremadamente dócil, al que Felipe Sassone le dedicó una preciosa crónica con el título «Un toro sociable». Potrico de Hijos de Pablo Romero fue indultado el 23 de mayo de 1968 y el 9 de julio del año 2000 se indultó al toro «Zafiro» de Torrealta.

Curiosidades históricas que nos brinda la última corrida y nos permiten titular este resumen: Temporada abúlica con broche de oro final.

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