Ángel González Abad - Los martes, toros
Rocafort 235, un palco en Las Ventas
La sede de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña se convierte en una prolongación del coso madrileño, en una ilusión por estar en la Monumenta
Sigue la Feria de San Isidro en la madrileña plaza de Las Ventas con sus más y sus menos -más menos que más, a tenor de los resultados-, y el ciclo mas importante de la temporada tiene seguidores en todo el mundo. Hasta en Cataluña, en donde no son pocos, los que gracias a la televisión mantienen viva su pasión por la Fiesta.
Pero hay un lugar en donde un granado grupo de aficionados acuden cada día con la misma ilusión que si emprendieran camino de la Monumental barcelonesa en tarde de relumbrón. En la calle Rocafort, en el 235, en pleno centro de la Ciudad Condal, se abre un palco catalán en Las Ventas, en donde se vibra con el rito ancestral de la corrida de toros.
La sede de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña se convierte en una prolongación del coso madrileño, en una ilusión por estar en la Monumental. El aplauso, el análisis y hasta la crítica a lo que se cuece cada día de toros en San Isidro, no se escapa a un grupo de aficionados que representan fielmente a la afición de Barcelona. La que hubiera obligado a saludar al finalizar el paseíllo a más de un torero, como tantas y tantas tardes sucedió aquí. Aficionados que han sentido como suyos los triunfos de Ginés Marín y Antonio Fererra, que han paladeado la bravura del jandilla "Hebrea" ante Sebastian Castella, y que se han decepcionado a la vez por tanta falta de casta en los toros lidiados hasta el momento.
En Rocafort 235, sigue abierto ese palco de Las Ventas que acoge la voz y, sobre todo, el sentimiento de una afición que no se resigna a quedarse ni muda ni ciega, porque la razón y la justicia les arropa, aunque la realidad política y socioeconómica se empeñe en negársela.
En Rocafort 235, se abre cada tarde de San Isidro, un palco en Las Ventas.
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