«Aquí hay fuego para días»

Miles de hectáreas calcinadas por el fuego, invernaderos devorados por las llamas, llamaradas en troncos erguidos entre cenizas... La imagen que presentan los alrededores de La Junquera y Figueres es desoladora. Los paisajes verdes y frondosos se cortan salpicados por espacios negros, desprovistos de cualquier tipo de vegetación.

El contingente de 1.000 efectivos que componen el dispositivo lucha a brazo partido para domar el incendio, aun sin controlar, avivado por el viento, y cuyo frente más activo se ha desplazado hacia el Oeste. Los Mossos d'Esquadra han cortado las salidas de accesos de los pueblos más cercanos a la línea más activa: Cistella, Darnius, y Terrades... Las perspectivas, aunque mejores que anoche, no son muy positivas, y el miedo a que un cambio brusco del viento lleve las llamas a superar la barrera del pantano de Boadella es alto. "Aquí hay fuego para días", explica sobre el terreno Óscar, bombero de la Generalitat de la unidad de Cerdanyola del Vallès.

En Terrades, el viento acercó el fuego a menos de 500 metros y ha traido consigo una lluvia de ceniza. La angustia domina entre los vecinos y personas que se han visto atrapadas. Un matrimonio lloraba desolado mientras la mujer preguntaba por el estado de su casa, a pocos metros de Terrades. "Cuando dejamos la casa el fuego estaba a 10 metros y aghora no sabemos si ha llegado", comenta el marido angustiado. Al rato, la mujer se tranquiliza: "Nos han asegurado que la masía está protegida", señala.

Algunos trabajadores tampoco han podido acudir a sus puestos: "No me dejan salir, estoy deseperada", confiesa Elisa, que trabaja para una empresa de servcios sociales y se acercó por la mañana a Terrades para atender a unos pacientes. Luego debía marchar a Figueres, pero ya fue imposible. "Si lo sé no vengo, tendría que haber dicho que no podía", se queja. AL final, una comitiva escoltada por coches policiales ha sacado a los "foráneos" del pueblo. Mientras, los Bomberos, la UME y los Mossos trabajan para impedir que el incendio llegue al municipio. En el cielo, sobre toda la comarca, helicópteros y aviones luchan de manera incesante contra las llamas. El combate prosigue.