Vrutal, nuevo restaurante vegano en el que se exclama su nombre al probar la comida

No todo está inventado en la elaboración de los alimentos plant-based, que son los que tienen un exclusivo origen vegetal. En Vrutal, el cronista pronunció el nombre del establecimiento al ser requerida su opinión sobre lo que estaba saboreando por primera vez: tomates verdes fritos elaborados a partir de rodajas de tomates rebozados en panko, con queso crema de anacardos, cebolla encurtida, veganesa ahumada y pico de gallo. Igual ocurrió con las hamburguesas, todas elaboradas sin interferencias del mundo industrializado y servidas en pan brioche casero con guarnición de porciones de boniatos y unas patatas fritas crujientes por fuera y bien hechas por dentro que denotan un doble paso por el aceite a distintas temperaturas.

Suculencia en las raciones, apetitosas presentaciones, ricos y sabrosos sabores a partir de acertadas combinaciones de ingredientes que se potencian al estar bien condimentados, todos jugosos y nutritivos porque proceden de vegetales, pero contundentes porque sacian. Una sensación de satisfacción que, sin embargo, facilita una buena digestión porque las proteínas no son aminales, lo que permite, en el caso de las comidas, que ese día se pueda cenar, y si se visita el restaurante para cenar, está garantizado un plácido sueño.

Alessandra Pasutto señala que «Vrutal es el único restaurante donde no pensarás si las burgers son de origen animal, vegetal o cósmico, son buenas y punto». Efectivamente, tanto las hamburguesas como el resto de platillos borran de un plumazo todo estereotipo negativo de la cocina vegana, como lo acredita el hecho que desde hace un mes, cuando que abrió a finales de 2024, el establecimiento muestra con orgullo ser el sexto mejor restaurante vegano del mundo, según TripAdvisor, gracias a los votos de la nutrida clientela local y visitante que ha disfrutado de su propuesta gastronómica.

La burger cuyo sabor se parece más al de la carne de vacuno es la French Kiss (hamburguesa Heura de proteína de guisantes, presentada con foie vegano casero, mayonesa de trufa, canónigos, manzana y cebolla caramelizadas) o la Blind Date (igualmente hamburguesa de proteína de guisantes, con pepinillos, tomate, lechuga, cebolla roja, cebolla caramelizada, queso cheddar vegano y salsa burger casera). La Caesar Portobello es una Burger elaborada a partir de una gigantesca seta del mismo nombre, que se ofrece con aros de cebolla crujientes, cogollo braseado, tomate, salsa Caesar y parmesano. Y en el caso de los entrantes, destacan las alitas de coliflor con mayonesa ahumada, la berenjena asada y marinada en tamari y ágave, con base de hummus de coliflor, dukkah, eneldo, granada, zumaque y salsa de tahini con limón o el suculento Bibimpap, un bowl de tofu a la parrilla marinado en salsa tamari con arroz basmati, salsa satay, rúcula, canónigos, kimchi, wakame y semillas de sésamo.

Todas las recetas de estos alimentos plant-based son elaboradas en Vrutal de forma artesanal, partiendo desde cero en todos sus platos, desde el pan a la kombucha, un alimento vivo (por la fermentación). Tampoco su filosofía persigue aleccionar ni hacer bandera de dietas o cuestiones ideológicas, porque lo único que buscan es el disfrute del comensal a partir de su propuesta gastronómica disruptiva e innovadora de una cocina que elabora a diario sus platos con ingredientes frescos y procesados de forma casera y saludable.

Lorenzo Scurci es el chef que, a pesar de ser omnívoro, demuestra su destreza con los alimentos veganos, gracias, entre otras razones, a su experiencia en fogones tan solventes como Dos Palillos, L'Eggs, Sir Víctor o el ya desaparecido Sumac&Mambo. Nacido en Abruzzo, Scurci lleva una década en Barcelona y Vrutal es para él todo un reto profesional, al partir de una cocina sin fronteras, sin etiquetas, «donde más allá de tener el puntal plant-based, prima la experiencia del cliente, la excelencia de la materia prima y una potencia y suculencia de sabor que para nada hace pensar que estás comiendo vegano», explica.

El promotor de Vrutal, el grupo Beleavers, es también el impulsor de otros establecimientos, igualmente innovadores, como Desoriente, de especialidades asiáticas; Blu, de tapas o el también nuevo 26 kg de pasta artesanal, todos ellos con el denominador común de ser veganos.

En Vrutal también se pueden degustar 9 propuestas de cócteles igualmente innovadores y veganos, como los clásicos como la Michelada o el Spritz, y otros de nuevo cuño. También se proponen 6 referencias de vino blanco, tinto y cava, tanto en botella como en copas. Y en el apartado no alcohólico, destacan la kombucha casera, el ginger beer de zanahoria y jengibre brescos, con aderezo de lima y azúcar y, si se prefiere una bebida cargonatada, el Fritz-kola resulta idóneo. Como el café, de la tostaduría barcelonesa Hidden, buen colofón para tan opíparo banquete.