Los testigos aseguran que Borràs fraccionó contratos pese a la advertencia de la Generalitat
Tras la confesión del informático amigo, funcionarios de la ILC acorralan a la presidenta de Junts, acusada de prevaricación y falsedad documental
El informático al que Laura Borràs adjudicó contratos prepara un pacto con la Fiscalía

Tercera sesión de la vista oral en el juicio contra Laura Borràs. La presidenta de Junts está acusada de fraccionar contratos en favor de su amigo Isaías Herrero cuando ésta presidía la Institució de les Lletres Catalanes. Tras la confesión de éste, este miércoles dos técnicos del organismo han señalado que la interventora del departamento de Cultura de la Generalitat alertó en 2013 que la institución había hecho toda su contratación en base a contratos menores y que debía variarla por otra con concurrencia pública. Pese a ello, Borràs mantuvo los contratos menores.
Las instrucciones del departamento recomendaban recabar al menos tres presupuestos distintos para contrataciones superiores a 3.000 euros, y la entonces administradora de la ILC ha contado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que detectó que «los recibía todos por parte de una única persona», por lo que pidió quedar al margen y que los presupuestos llegaran directamente a Borràs.
Así lo corroboró Herrero, cuando inculpó a Borràs este lunes. Ante el tribunal, el informático detalló que fue la presidenta suspendida del Parlament la que le encargó elaborar tres presupuestos, con el objetivo de adjudicar los trabajos a dedo, y que él fuese el beneficiario de los mismos. Por estos hechos, la Fiscalía pide seis años de prisión para ambos.
Cabe recordar que el amigo de Borràs alcanzó un acuerdo con el Ministerio público para inculparla, y confesar, lo que podría conllevar una rebaja de la petición inicial de pena. Sobre Herrero pesa una condena previa por tráfico de drogas.
«Todos los trabajos los hacía Isaías»
«Estaba claro que todos los trabajos los hacía Isaías, porque nosotros estábamos adjudicando contratos a empresas diversas para llevar las tareas de la web de la ILC, pero eran unas tareas que hacía siempre Isaías, y eso me sorprendía pero les sorprendía a todos en la ILC», ha explicado la entonces administradora de la organización, y añadido que, ya a principios de 2013, sugirió a Borràs hacer un contrato negociado en lugar de varios contratos menores, pero ella lo rechazó.
Al año siguiente, la funcionaria insistió: «Dije que hacía falta hacer un contrato negociado porque vi que aquello no era como se pretendía dar a entender. Y quería hacerlo de acuerdo al marco legal vigente y cumpliendo con los requisitos de libre concurrencia y publicidad».
La trabajadora pidió una reunión con el jefe de gestión económica y contratación de la dirección de servicios de Cultura con la intención de que respaldara su advertencia de que había que cambiar el método de contratación, «pero la directora dijo que no, dijo que se siguiera haciendo como se hacía».
También ha explicado que en 2014 acompañó a Borràs a una reunión con la interventora general del Departamento de Cultura para abordar esta cuestión, y que ésta avisó de que la contratación menor era «reiterada y repetitiva, que se podía hacer de manera diferente y que, a simple vista, se veía que se podía estar infringiendo el marco legal de esta momento porque parecían fraccionados».
Sin embargo, ha asegurado que la actual presidenta de Junts defendió su actuación y justificó la decisión de hacer contratos menores porque «se trataba de temas diferentes».
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