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One Dilemma, talento y visión contra la caspa empresarial de España
Desde la verdadera eclosión de la marca, que fue en septiembre, One Dilemma venderá en el cuarto trimestre de 2024 15.000 vaqueros y alcanzará el millón de euros de facturación

Ésta es la historia de tres chicas jóvenes que no se conocían, sin nociones específicas de moda ni de confección ni de alta costura más allá de sus gustos y que cada una por su cuenta decidieron realizar sus estudios en Leinn, una universidad basada ... emprender y en la que las asignaturas son proyectos empresariales, con sus necesidades, sus retos y su facturación.
Ésta es la historia, también, de mi hija Maria y de su amiga Carlota, las dos de 13 años, que por primera vez en su vida quisieron salir de Port Aventura antes de que el parque cerrara para llegar a casa (de Carlota) minutos antes de las 21:00 del domingo, un domingo cualquiera.
Y ésta también es mi historia, que al principio no entendía nada y estoy aquí ahora escribiendo uno de mis artículos preferidos.
Llegamos a tiempo a dejar a Carlota en su casa, con su madre, porque al parecer tenía que comprarse unos tejanos. Maria me había pedido otras cosas el fin de semana, entre ellas ir a Port Aventura, pero le brillaban de un modo tal los ojos hablándome de los tejanos de su amiga que decidí regalarle unos y entonces me dijo: «Abre el móvil, ¡enseguida!». Y me dio la dirección onedilemma.com. Eran las 20:59 y no se podía comprar nada.
Maria refrescó nerviosamente la página hasta que a las 21:00 pudo elegir el modelo que tenía perfectamente pensado, pagué y cuando a las 21:03 había terminado la compra y quise hacer otra ya no pude porque todos los productos se habían agotado.
Sólo el domingo a las 21:00, y muy rápido, los tejanos One Dilemma pueden comprarse. Maria me explicó que los habían creado tres chicas muy jóvenes y que estaban súper de moda, pero andaba demasiado emocionada anunciando por whatsapp a sus amigas que había conseguido su prenda como para prestar atención a lo que su padre pudiera preguntarle.
Llegué a casa y me puse a buscar por internet a estas «tres chicas jóvenes» de las que me había hablado mi hija y me encontré a Paula Corchado, Martina Capel y Loreto Norman. Efectivamente muy jóvenes, 21 años. No había demasiada información sobre ellas, un reportaje explicativo pero neutro en 'Elle', así que escribí un primer artículo en 'Forbes' sobre el mérito empresarial de que tres chicas tan jóvenes hubieran creando semejante expectación en España.
Al día siguiente contactamos por Instagram y pude hablar con ellas. Lo primero que me explicaron, porque es lo primero que les pregunté, es la elección de sus estudios: no querían perder el tiempo en una universidad con profesores que no están en el mercado desde hace décadas con sus teorías desfasadas y muertas; lo mismo que los libros de márketing en que se basan lo que enseñan y que no tienen ningún sentido más que como antiguallas, «porque lo que es válido hoy», dicen las tres empresarias, «el mes que viene ya no sirve, es un mercado muy cambiante».
Y me corrigen: «No nos sentimos empresarias, somos emprendedoras. Para nosotros un empresario es el que desarrolla un modelo de negocio en busca de una rentabilidad; y nosotras, como emprendedoras, buscamos satisfacer la necesidad del cliente con un modelo de negocio que nos aporte algo de dinero. Nuestro objetivo no es ganar dinero. Nuestro objetivo es crear una marca que nos represente, con un márketing que responda a nuestra manera de entender el mercado y entonces, habiendo hecho todo esto, y habiéndolo hecho bien, por supuesto ganar dinero«.
Desde la verdadera eclosión de la marca, que fue en septiembre, One Dilemma venderá en el cuarto trimestre de 2024 15.000 vaqueros y alcanzará el millón de euros de facturación.
Las tres Loreto, Paula y Martina piensan que España no es un país fácil para emprender y están convencidas de no querer trabajar para un tercero. «Las empresas españolas son casposas», dicen, «necesitan campañas de millones de euros para al final no entender por qué algo se hace viral. Nuestra generación (2003) lo sabe sin gastar un euro y es mucho más rápido aplicar nuestras propias metodologías que ir a trabajar para empresas a las que tanto les cuesta adaptarse al cambio».
A pesar de lo decisivo que para ellas ha sido Leinn, «no es una carrera para todo el mundo, por su alta exigencia, pero siempre la recomendamos. En Leinn depende de ti y sólo de ti lograr tus objetivos. De hecho One Dilemma es una empresa que ya está fuera de la universidad. Lo interesante de Leinn es el marco educativo autodidacta y basado en el ensayo-error, en el trabajo individual y en el trabajo en grupo, en marcarte unos objetivos que tienes que conseguir y en la urgencia de conseguirlos: estamos súper agradecidas por el espacio y el tiempo que nos ha dado para desarrollarnos».
Hay carreras muy concretas para profesiones como medicina, derecho, farmacia, arquitectura o las ingenierías que necesitan su parte teórica y sus lecciones magistrales. Pero otros oficios como el de Paula, Loreto y Martina, o como el mío de escribir en los periódicos, necesitan ensayo y error, encontrar trabajo o crear una empresa y por supuesto un objetivo de facturación. Los libros de márketing de hace diez años, o uno, son por supuesto un engaño, lo mismo que es perder el tiempo y tirar el dinero estudiar carreras o másters de periodismo con profesores jubilados, fracasados, cuya obra publicada carece del más mínimo interés y que han encontrado en la docencia su última oportunidad para no morirse de hambre. España, los padres españoles, tienen que superar el sueño aspiracional de tener un hijo universitario. Es un sueño de país hambriento. El sueño ha de ser el talento, el instinto y la tenacidad.
Las tres creadoras de One Dilemma quieren usar sus primeros beneficios en pagar a sus padres lo que les queda de carrera, en agradecimiento por cómo las apoyaron desde el principio en algo que no era convencional y que tenía sus riesgos.
Siempre es cursi y comprometedor preguntarle a uno sobre el secreto de su éxito. Son preguntas incómodas de responder pero imposibles de no hacer. Las tres creen que One Dilemma se basa en la exclusividad y también –y ahí tiene que ver otra vez mi hija– en la dificultad de los clientes por conseguir los tejanos. «Al principio era porque no teníamos suficiente stock y nos causaba angustia. Luego nos dimos cuenta de que esta angustia trasladada al cliente formaba parte del éxito y dejamos de sufrir para convertirlo en nuestra estrategia».
Es así cómo se aprende. Trabajando, estando en el mercado y adaptándonos a lo que el comercio y la competencia nos enseñan. También así funciona la libertad, y el amor, que son uno y el mismo gran don de Dios.
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