FISCALÍA DE DELITOS DE ODIO
«Se puede cuestionar todo, siempre que no se ofenda, humille o discrimine»
La fiscal de delitos de odio en Barcelona, Marta López Català, precisa que un insulto en una discusión no convierte el episodio en un delito de odio
Cazadores de odio tras el racismo, la homofobia y la violencia contra indigentes
![La fiscal de delitos de odio en Barcelona, Marta López Català, tras la entrevista con ABC](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/07/07/DAMBin-RkzvPLjh7Ts0ilvGtbRYItM-1200x840@diario_abc.jpg)
Según los datos del Ministerio del Interior, durante el último año, tras el estallido de la guerra en Gaza, han incrementado un 77 por ciento las denuncias por antisemitismo. Desde insultos a llamadas amenazantes, o actos como la ocupación de un hotel de Barcelona, cuyo propietario es un magnate israelí. «Un insulto en una discusión no convierte el episodio en un delito de odio. Hace falta que la víctima haya sido escogida por su pertenencia a un grupo», precisa a ABC la fiscal Marta López Català, encargada de esta especialidad en Barcelona, que apunta: «Cuestionar el Holocausto no tiene relevancia penal. Se puede cuestionar todo siempre que no se ofenda, humille o discrimine». En cambio, negar, trivializar gravemente, o enaltecer el delito de genocidio, cuando de este modo se promueva un clima de violencia, hostilidad, ridiculización u ofensa, o pronunciamientos que inciten a ello, sí es delictivo.
En el caso de los discursos de odio, también se valora la capacidad del emisor de influir en la audiencia y la difusión, tal y como fija el Plan de Acción Rabat. ¿Cómo se llega hasta quienes los perpetran? «Con periciales de inteligencia y pruebas de indicadores de polarización», explica. Más allá de antecedentes policiales –relevantes sólo si se ha cometido algún delito similar– se constata, por ejemplo, si la persona ha proferido alguna manifestación de animadversión hacia un colectivo 'antagónico' por ejemplo, en sus perfiles de redes sociales.
Según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Cataluña concentra el 42 por ciento de los delitos de odio de España. «Aquí el sistema de registro es excelente, se detectan más casos que en otros lugares», precisa López Català, al frente de la Fiscalía pionera en esta materia, que arrancó su andadura en 2009.
Mientras que los delitos de odio que responden a motivos ideológicos «han bajado bastante», en comparación con los años álgidos del 'procés', la fiscal sí ha detectado un incremento de los ataques contra personas de color negro. Entre los últimos, el que perpetraron dos individuos, vinculados con movimientos supremacistas, en el metro de Barcelona, donde increparon a una mujer por su origen. Es decir, actuaron con motivación xenófoba.
Los más vulnerables
¿Las víctimas más vulnerables? «Las de aporofobia», apunta. Se calcula que en el caso de los indigentes los niveles de infradenuncia son aún mayores que entre otros colectivos. Entre las agresiones que más se denuncian, las que se perpetran contra la comunidad LGTBI. Entre otros motivos, porque cuentan con redes de apoyo, como asociaciones. En los últimos tiempos, sobre todo entre menores, también han aumentado los casos de transfobia.
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