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El preso que mató a la cocinera cumplía condena por asesinar a navajazos a una prostituta en 2016

La Audiencia de Tarragona impuso al individuo once años de cárcel

Un funcionario localizó los cadáveres de la cocinera y el preso en la cámara frigorífica

Exterior de la prisión de Mas d'Enric, en Tarragona EFE
Elena Burés

Elena Burés

Barcelona

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El preso que este miércoles mató a una cocinera de la prisión de Mas d'Enric (Tarragona) cumplía condena por asesinar a navajazos a una mujer en Valls, la madrugada del 24 de abril de 2016. Se trata de un individuo de 47 años y origen rumano, que atacó a la víctima, de la misma nacionalidad, y luego se entregó ante la Policía Local del municipio.

El hombre contrató los servicios de la mujer, que ejercía la prostitución y, tras una discusión, cuando ésta no le dejó ver las fotos de su teléfono móvil, la atacó con un cuchillo. Durante el juicio, que se celebró en 2018 en la Audiencia de Tarragona, el individuo, Iulian S., admitió haber perpetrado el crimen y aseguró que se había enamorado de la víctima, a la que pidió que dejase de ejercer.

Ante la sala, aseguró haber tenido «un arrebato» y también que estaba muy arrepentido, por eso se entregó después, para confesar. Los agentes encontraron el cuerpo de la víctima en el comedor de la vivienda, en la calle Muralla del Castell. La Fiscalía pedía para él 20 años de prisión -luego lo rebajó a once-, mientras que su defensa reclamaba su absolución, o, en su defecto, dos años de cárcel por homicidio, con la atenuante de consumo de alcohol. Finalmente, el tribunal del jurado le consideró culpable de asesinato, y la condena fue de once años (con las atenuantes de consumo de alcohol y confesión).

Ahora, en la prisión de Mas d'Enric trabajaba en las cocinas. Tenía el cargo de 'cabo', apuntan a este diario fuentes penitenciarias. Este miércoles, fue un funcionario de prisiones el que localizó su cadáver, con una herida de arma blanca en el cuello, junto al de Nuria, empleada también de las cocinas, contratada por el Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE). Antes, la mujer, de cerca de 50 años, había trabajado en otro penal, Brians 2.

El funcionario, que se encontraba dentro de la cabina en las misma cocina, alertado porque hacía ya rato que no veía a Nuria, decidió salir a buscarla. Fue así como encontró los cuerpos en la cámara frigorífica, el de ella, con heridas de arma blanca en el cuerpo, por eso la principal hipótesis que barajan los Mossos d'Esquadra es que el preso la mató para luego suicidarse. El suceso ha hecho que seis sindicatos de funcionarios de prisiones reclamen la dimisión de la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, tras años alertando de la creciente inseguridad en los penales catalanes, así como de la falta de medios.

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