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Aragonès se agarra al «proyecto a proyecto» para salvar la legislatura

La oposición en el Parlament carga contra él y ERC, le recuerda su debilidad (solo 33 diputados de 135), pero Illa le reitera su ofrecimiento para aprobar las cuentas de 2023

Pere Aragonès, hoy, durante su intervención en el pleno del Parlamento de Cataluña EP
Daniel Tercero

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El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès (ERC), ha defendido este miércoles los ajustes y nombramientos de los nuevos consejeros y los altos cargos de su gobierno tras la salida de Junts del ejecutivo autonómico. Aragonès ha señalado que la hoja de ruta de este nuevo Govern sigue siendo la misma que fijó en 2021, tras su investidura gracias a los votos de Junts y la CUP, y esta incluye la celebración de un referéndum de secesión.

En una comparecencia en el Parlament, el presidente de la Generalitat, tras agradecer el trabajo hecho a los consejeros de Junts que dejaron el cargo,después de que la militancia de este partido así lo decidiera, ha reiterado que la debilidad parlamentaria de ERC (solo 33 de los 135 diputados) la intentará suplir con «acuerdos con todas las formaciones que defienden que la ciudadanía de Cataluña tiene el derecho a decidir», que incluye los comunes al tripartito independentista.

En esta línea, Aragonès ha preguntado, y se ha respondido él mismo: «¿Hay mayoría en este Parlament para tirar adelante el escudo social? Estoy convencido de que sí. ¿Hay mayoría para tirar adelante la transición verde? Estoy convencido de que sí. ¿Hay mayoría en este Parlament para orientar las políticas de la Generalitat en dirección a la igualdad de género? Estoy convencido de que sí. ¿Hay mayoría para poder ejercer el derecho a decidir? Sí, y es amplia y transversal. Estas mayorías existen».

Así, el presidente autonómico piensa ir día a día para poder mantener viva la legislatura. En un símil deportivo, Aragonès buscará el partido a partido que caracteriza a Diego Simeone. «Estas mayorías existen. Se expresarán en las votaciones (en el Parlament), si ponemos por delante la voluntad de país. Medida a medida, proyecto a proyecto», ha dicho durante su intervención, en la que ha añadido que mantiene su «máxima ambición social y máxima ambición nacional, sin ningún tipo de renuncias».

Además de presentar a los nuevos consejeros de su Govern, Aragonès ha criticado la decisión de Junts de dejar en una ínfima minoría al Govern (pasando de 65 a 33 escaños) y le ha reprochado que ahora, el grupo parlamentario que lidera Albert Batet, tendrá «una oposición cómoda pero poco útil para la ciudadanía». Mientras el presidente de la Generalitat pronunciaba estas palabras, Laura Borràs, presidenta de Junts y presidenta suspendida de la cámara catalana, hacía gestos con la cabeza de incredulidad.

El jefe del Govern, sin embargo, ha reiterado el ofrecimiento a Junts, paradójicamente, cuando este grupo acaba de salir del ejecutivo: «Si dejamos al margen los intereses de la nueva ubicación en el juego parlamentario, podemos estar muy cerca de llegar a un acuerdo para impulsar el presupuesto de 2023». Las cuentas para el año próximo será el primer 'partido a partido' de Aragonès. Una final, en realidad.

Illa: «Roza la temeridad»; Batet: «Está solo»

Pese a su esfuerzo, Aragonès no ha conseguido apaciguar a la oposición, que le ha recordado su debilidad parlamentaria e incluso ha pedido que dimita. Salvador Illa (PSC) ha indicado que su posición «roza la temeridad», sobre todo, por rechazar el apoyo de los socialistas para aprobar las cuentas del año próximo y buscar el respaldo de Junts, después de que hayan salido del Govern. «Su apoyo parece un poco difícil viendo lo que he visto, y me callo muchas cosas», ha añadido.

Para el líder de los socialistas catalanes, el presidente autonómico debería poner «orden en la política catalana y orden en la sociedad, y acabar con las dinámicas de confrontación». En esta línea, Illa ha reiterado su ofrecimiento parlamentario (el PSC tiene como ERC 33 diputados), para los presupuestos, pero también con una mirada más amplia para otro tipo de proyectos.

Por su parte, Batet se ha mostrado muy duro con Aragonès. La intervención del líder del grupo parlamentario de Junts era muy esperada para saber si su nueva posición sería tranquila o dura. Será dura. Batet le ha dicho al presidente de la Generalitat y su socio hasta hace solo 15 días que está «solo». Y ha anunciado que la oposición de Junts será firme, responsable, exigente y propositiva en defensa de la solvencia y de la independencia de Cataluña.

En esta línea, ha recordado que el Govern tiene un apoyo «insignificante» y que ha renunciado a culminar la independencia, que Junts considera un mandato derivado de las elecciones autonómicas de 2021 y el referéndum ilegal de 2017. «Supongo que los (nuevos) consejeros son conscientes de las enormes debilidades y limitaciones de la gestión del día a día de un Govern con 33 diputados. Por eso le preguntamos cómo piensa sacar adelante la legislatura», ha dicho Batet, quien ha puesto de manifiesto, como Illa, la crisis abierta en el seno de los Mossos d'Esquadra.

Garriga: «Váyase»

Ignacio Garriga (Vox), por su parte, ha acusado a Aragonès de dividir a los catalanes y de no ocuparse de sus problemas en plena crisis económica. «Váyase, señor Aragonès, y convoque elecciones urgentes», ha exigido el líder de Vox en Cataluña, quien ha añadido: «El único camino que usted abre es a la degradación, a la inseguridad y a la exclusión social». En su opinión, el independentismo ha traído «ruina para todos salvo para la élite que hoy se pelea».

También Xavier Pellicer (CUP) ha sido crítico con el presidente de la Generalitat. La CUP arrancó la legislatura apoyando su investidura, pero a los pocos meses el partido antisistema independentista informó de que le retiraba su respaldo. Pellicer, hoy, ha dicho que el nuevo Govern quema «una nueva oportunidad de abrir un nuevo ciclo» y hace «más grande la distancia entre las instituciones y la gente». «Nos presenta el Govern del 80%, que es lo mismo de siempre, sin ningún cambio. Es el Govern de los ex. Continúa siendo la reproducción de la 'sociovergencia'», ha añadido.

Jéssica Albiach (comunes), en su turno, ha insistido en la tónica general del debate y ha avisado a Aragonès de que cuenta con una minoría parlamentaria para seguir adelante en la legislatura. «Ha venido a pedir un acto de fe, y los actos de fe, a la Iglesia. En el Parlament estamos para dialogar, convencer y negociar», ha dicho. Albiach, además, ha criticado a Illa por ofrecer una mayoría que no suma con los escaños de ERC y PSC. «No la tienen, y pediría que no hablaran en nombre de otros grupos», ha indicado. ERC y PSC sumarían 66 escaños, a dos de la mayoría absoluta, que podrían conseguir con el apoyo de los comunes.

Cs y PP cargan contra el PSC

Desde las filas de Cs y el PP se ha cargado contra Aragonès y, también, contra el PSC, al considerar que los socialistas colaboran con el independentismo. Carlos Carrizosa ha dicho que el nuevo Govern se basa en «el tripartito nacionalista de los últimos 40 años», formado, en su opinión, por ERC, el PSC y Convergència; y ha pedido a Aragonès que convoque elecciones autonómicas porque «no está en condiciones de seguir al frente del Govern». Y a Illa, al que le ha preguntado irónicamente si ya ha presentado una moción de censura, le ha reprochado que insista en tender la mano a Aragonès.

Alejandro Fernández (PP) ha exigido a Aragonès, el Govern y los líderes independentistas, en general, que digan la verdad. Al presidente de la Generalitat le ha pedido que aproveche el cambio de miembros en el ejecutivo para «cambiar de etapa, abrir un nuevo ciclo y decir la verdad por primera vez en una década». Y ha reiterado la misma idea que el resto de la oposición, menos Illa: «Diga la verdad: ¿tiene mayoría parlamentaria o no la tiene? Si no la tiene hay que ir a elecciones. No puede seguir generando incertidumbres en Cataluña. Si la tiene, dígalo».

Aragonès no responde a Vox, Cs y PP

En el segundo turno de intervenciones, pocas novedades. Aragonès ha dicho que no convocará elecciones para centrarse en luchar contra la inflación y la factura energética, por ejemplo. Ha reiterado la necesidad de llegar a «grandes alianzas» para agotar la legislatura, ha recordado que «el Estatuto no es el que la ciudadanía votó» y ha asegurado que «hasta que no acabe la represión (contra el independentismo), será muy difícil poner orden», en relación a la petición de Illa. El presidente de la Generalitat ha dado respuesta a las intervenciones de todos los grupos menos a las de los representantes de Vox, Cs y PP.

Illa le ha recordado que «solo no puede gobernar» y que «si no quiere convocar elecciones, siéntese y negocie» con el PSC para, al menos, aprobar las cuentas de 2023. Y le ha advertido: «No espere que mi grupo rescate este gobierno». Batet (Junts) ha recordado que está al frente de «un gobierno de extrema debilidad». Albiach (comunes) le ha preguntado cómo quiere pasar a los libros de historia y le ha dicho que si hoy se enfrentara a una investidura no la aprobaría.

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