Siete detenidos
Los Mossos estrenan una jaula para desalojar a los okupas de la Bonanova
Los agentes emplean, por primera vez, un habitáculo de metal, para evitar recibir impactos durante el dispositivo
Siete detenidos y un mosso herido leve tras el desalojo de las casas okupadas de la Bonanova
«Como en una película de tiburones», bromea un agente de los Mossos d'Esquadra sobre la jaula que han empleado este jueves para protegerse de la violencia okupa en Barcelona. Efectivos de la Brigada Móvil diseñaron un artilugio para desalojar sin riesgos dos casa de la zona alta de la ciudad, 'El Kubo' y 'La Ruïna'. Ambas, protagonistas del arranque de la campaña para las municipales del pasado mayo, cuando se desató un conflicto en la zona. Por un lado, los vecinos hartos de los allanadores, a quienes acusaban de perpetrar robos y atacarlos. También los moradores ilegales de sendos edificios, que sostenían que eran algunos residentes del barrio quienes habían llegado a lanzarles pirotecnia para así lograr expulsarlos. La tensión creció cuando varios partidos políticos –Vox, Cs y Valents- convocaron una protesta semanal en la plaza Bonanova, en vísperas de los comicios, para reclamar su desalojo. Al conflicto se sumó otro actor, la empresa Desokupa, de lanzamientos extrajudiciales, prometiendo ejecutar el lanzamiento, y poniendo fecha para ello.
Fue así como se convocaron dos concentraciones antagónicas: antisistema por un lado, y favorables al desalojo, por otro. Protestas que conllevaron un despliegue sin precedentes de la Policía catalana para evitar enfrentamientos. Ocurrió el pasado 11 de mayo, cuando en el interior de las casas los agentes llegaron a contar más de un centenar de personas. Entre éstas, algunos multirreincidentes, que las habían escogido como refugio.
En cambio, este jueves los Mossos sólo encontraron a siete okupas. El dispositivo, con 300 policías, arrancó a las cinco de la mañana. Los antisistema habían convocado una marcha para tratar de impedir el desalojo pero, una vez el centenar de manifestantes llegaron a la Bonanova, se dispersaron. Desde el interior de ambos edificios se sucedieron lanzamientos de pirotecnia y escombros contra los antidisturbios. Petardos, bengalas y también un líquido que, en principio, temieron, podía ser «inflamable» y es que como precisó la comisaria Montserrat Estruch, jefa del Cuerpo en Barcelona, si alguno de los agentes rociados sufría el impacto de la pirotecnia podía haberse producido una desgracia. Por ese motivo, al dispositivo se sumaron también efectivos del Tedax que, finamente, descartaron dicha posibilidad.
![Los Mossos, parapetados en la jaula, para tratar de acceder a uno de los edificios okupados](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/11/30/DAMBin-U51864703660ueJ-624x350@abc.jpg)
Y es que fue ante el riesgo de ser atacados con objetos contundentes como los Mossos idearon la jaula que este jueves ha copado buena parte de la atención durante su despliegue. La Brigada Móvil cuenta con una unidad técnica que se encarga, precisamente, de adquirir o idear artilugios que faciliten sus intervenciones. Fue así como, al diseñar el dispositivo para desalojar las casas, constatando que sujetar el escudo para protegerse les resta movilidad –habida cuenta de que los okupas habían 'fortificado' los inmuebles con vallas y escombros–, pensaron en un habitáculo, con techo cubierto, ruedas, tres laterales enrejados y uno libre, para poder avanzar sin riesgo; acercarse así hasta el cierre perimetral y abrirlo con una radial, repeliendo lanzamientos que podían traducirse en lesiones graves. Y lo han conseguido con éxito. Avanzaron así, cubiertos de pintura, polvo y restos de pólvora, tratando de retirar los obstáculos hasta conseguir entrar en los inmuebles.
Ha sido una tarea lenta pero segura, que se ha saldado sólo con una agente herida leve en la espalda. Los allanadores se habían refugiado en sendas azoteas. El centro de mando del dispositivo, desde la calle Bolivia, ha contado con la supervisión del jefe del Cuerpo, el comisario Eduard Sallent, así como del director de la Policía, Pere Ferrer, y el 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena. Desde allí los mandos recibían las imágenes del dron que retransmitía en directo la actuación; una herramienta esencial para poder controlar el movimiento de los okupas.
Ha sido minutos antes de las ocho de la mañana cuando los agentes han conseguido acceder a ambos edificios, pero tanto los obstáculos como las afectaciones estructurales han ralentizado su avance. La inspección, planta por planta – 'El Kubo' cuenta con varias subterráneas– se alargó hasta el mediodía y es que desalojar a los siete okupas ha supuesto trabajo extra. Los Bomberos fueron los encargados, grúa mediante, de bajar a los tres que se habían encaramado al tejado de 'La Ruïna'. Por su parte, la unidad de montaña de los Mossos hizo lo propio con la joven que se había colgado con un arnés de la azotea del edificio colindante.
En total, siete okupas detenidos. Seis hombres y una mujer, acusados de desobediencia y atentado contra la autoridad. Culminaba así un despliegue de unas cinco horas para devolver los inmuebles a su legítimo propietario: la Sareb, tras unas okupaciones que datan de 2016 –'El Kubo'– y 2019 –'La Ruïna'–. El juzgado –Primera Instancia 3 y 39– fijó una fecha de desalojo conjunta, después de que los Mossos advirtiesen que, hacerlo de forma individual, supondría el realojo de los okupas en la casa contigua. Ahora, la Policía catalana mantendrá un dispositivo de seguridad en la zona y también vigilantes, contratados por la Sareb, harán lo propio.
Esta mañana, algunos vecinos mostraban su indignación, no solo por la tolerancia con los okupas durante todos estos años, sino también por las afectaciones del dispositivo. Entre ellos, Lluís, de 38 años, con una bebé de tres meses. «Nos avisaron un día antes, a mediodía, de que cortarían el agua y la luz. La sensación, como vecino, es que estos okupas han estado protegidos por la administración. Llevan mucho tiempo aquí y nadie ha hecho nada. El miércoles tuve que irme de mi casa, con mi hija, sin saber cuándo volveríamos a tener electricidad», criticó.
Por su parte, el colectivo antisistema ha convocado una nueva manifestación este sábado tras la ejecución del desalojo.
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