Maragall y Sirera aclaran el camino para que Trias sustituya a Colau
Collboni no sumará los 21 concejales mínimos para evitar que el candidato de Junts sea alcalde de Barcelona
Junqueras allana el camino a Trias: «No tenemos ningún interés en entregar al PSC la alcaldía de Barcelona»
![Ada Colau, Eva Parera, Xavier Trias, Jaume Collboni y Daniel Sirera, en la plaza San Jaime, el día de reflexión previo al 28M](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/29/image-REEfVCsToMlS84okn0dZFII-1200x840@abc.png)
Xavier Trias (Junts) está más cerca de recuperar la alcaldía de Barcelona, tras su paso por la plaza San Jaime entre 2011 y 2015. El exalcalde y ganador de las elecciones del domingo (11 concejales de 41) empieza a respirar algo más tranquilo después de que en la misma noche electoral sobrevolara un posible pacto tripartito, entre el PSC, Barcelona En Comú y ERC, cuyo número de representantes superaría la mayoría absoluta (21 concejales). La suma de los tres partidos tendría el apoyo de 24 ediles. Pero Ernest Maragall (ERC y cinco ediles), primero, y Daniel Sirera (PP y cuatro concejales), después, aclararon este lunes el camino al descartar prácticamente que unos y otros fueran a dar su apoyo a Jaume Collboni (PSC y 10 concejales).
Maragall, al que se dirigieron todas las miradas como posible solucionador del carajal electoral en Barcelona el 28M, dejó claro, en declaraciones a TV3, que «hemos de respetar la voluntad mayoritaria de la ciudadanía» e, incluso reconociendo que no se puede descartar por completo un pacto de perdedores, «ser la fuerza más votada es un carácter definitorio de las reglas de juego» y, por lo tanto, corresponde a Trias «tomar la iniciativa» para ser elegido alcalde en veinte días.
El candidato de ERC, que ganó en 2019 pero un pacto del PSC y los comunes, con el apoyo externo de Manuel Valls (en coalición con CS), le apartó de la alcaldía, reconoció «conversaciones» y «contactos» con Trias para ver qué opciones hay de pasar de «la aritmética a la política». Junts y ERC sumarían 16 concejales. Maragall perdió seis ediles respecto a hace cuatro años, pero descartó dimitir.
Fue más contundente Oriol Junqueras. Durante la rueda de prensa para valorar el resultado del 28M, el líder de ERC dejó claro que no está sobre la mesa pactar con el PSC en Barcelona, siendo los independentistas comparsas de los socialistas. ERC no tiene «ninguna voluntad ni interés de ofrecer» la alcaldía a Collboni, señaló, para recordar, a continuación, que su prioridad en los pactos que ahora se negociarán «es la misma que en 2019», es decir, firmar con Junts y la CUP.
Por si estos mensajes no fueran nítidos, el que fuera mano derecha de Junqueras durante el 'procés', Sergi Sol, zanjó cualquier vía de escape en favor de los socialistas. «Trias será alcalde si no hay una maniobra indecente. Ha ganado y ha de ser alcalde de la capital del país. Otra cosa sería esperpéntico. Con una vez ya hay suficiente», escribió en la web 'El Nacional', en referencia al pacto PSC-comunes-Valls de 2019 que apartó a Maragall.
Así, el camino de Trias para volver a la plaza San Jaime se despejó y este acaricia la vara de mando local. Su deseo confesado es ser alcalde sin ataduras y pactar con PSC y ERC en función de las necesidades. Con Collboni sumaría 21 concejales y si entran en el gobierno local supondría que los socialistas cambian ser comparsa de Colau por serlo de Trias.
En caso de negativa, la disyuntiva se traslada a la calle Urgel de Barcelona, sede de los populares catalanes. Pero Sirera enfocó la cuestión, en una comparecencia ante los medios para sacar pecho, junto a Manuel Reyes, por los resultados del PP obtenidos el domingo. Entre Trias y Collboni, que necesitaría el apoyo de los comunes, Sirera desveló su preferencia, sin citarlos pero marcando la línea ideológica: «No tengo predilección por si quiero hacer alcalde a uno u otro. Me cuesta escoger entre susto o muerte. Si quieren que hablemos de seguridad, limpieza, movilidad o de bajar impuestos me sentaré a hablar con ellos». Poco después, Pedro Sánchez convocaba elecciones generales para el 23 de julio, complicando más un posible pacto del PP con el PSC.
Debacle de ERC
Más allá de Barcelona, el resultado global del 28M en Cataluña supone una dura advertencia para ERC, partido que gobierna en solitario al frente de la Generalitat. En 2019 fue la formación más votada en la cita municipal: 821.000 votos (23,5%). Y cuatro años después, Junts y el PSC la han superado, al conseguir 520.000 votos (17,2%).
Fue para el PSC una noche agridulce. Vencedor en votos: 713.000 (23,7%) y recuperando Tarragona y Lérida, que ERC le había arrebatado, se quedaron lejos de las previsiones en Barcelona. Además, aunque en porcentaje, los socialistas subieron casi dos puntos, se llevaron menos apoyo popular que hace cuatro años: 769.000 votos.
La sorpresa incómoda para ERC la dio Junts (y sus múltiples siglas municipales). Los de Laura Borràs y Carles Puigdemont resistieron mejor de lo esperado. Consiguieron 552.000 votos (18,3%), solo unos 5.000 votos menos que en la cita de 2019.
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