Un mando de los Mossos certifica que Buch fichó a un asesor para que ejerciese como escolta de Puigdemont
JUICIO AL EXCONSEJERO CATALÁN DE INTERIOR
El intendente Toni Rodríguez señala que el sargento Lluis Escolà aprovechó vacaciones y permisos para viajar a Bélgica con el expresidente, al que ayudó a huir tras la aplicación del 155
La Fiscalía pide seis años de prisión para el exconsejero catalán que montó la escolta de Puigdemont en Bélgica
![El exconsejero catalana de Interior Miquel Buch a su llegada a la Audiencia de Barcelona](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/06/28/DAMBin-R1viPXgTnCw67ycoWzDE5xH-1200x840@abc.jpg)
El exjefe de Anticorrupción de los Mossos d'Esquadra, el intendente Toni Rodríguez, ha certificado este miércoles que el antiguo titular de Interior, Miquel Buch, fichó como asesor a un agente para que en realidad ejerciese como escolta de Carles Puigdemont cuando ... éste huyó de España. Se trata del sargento Lluis Escolà que fue quien, el 29 de octubre de 2017, tras la aprobación del 155, «ayudó» al presidente catalán a abandonar el país, «a espaldas de la estructura del Cuerpo», porque comulgaba con los postulados independentistas.
Así lo ha detallado Rodríguez durante la primera sesión del juicio a Buch y Escolà en la Audiencia de Barcelona. La Fiscalía pide para el exconsejero seis años de cárcel y otros 27 de inhabilitación por la designación arbitraria del sargento, para el que también solicita cuatro años de cárcel. Durante su comparecencia como testigo, el que fuera máximo responsable de la División de Investigación Criminal (DIC) de la Policía catalana ha indicado que tras la actuación del mosso, el Cuerpo le abrió un expediente disciplinario.
Así arrancó la investigación, por la que Escolà, de manera provisional, fue destinado a la comisaría de Martorell (Barcelona), en la que nunca llegó a ejercer. Aprovechó «guardias, permisos y vacaciones», ha apuntado Rodríguez, para viajar a Bélgica y ejercer tareas de «protección» del prófugo. «Lo vemos en fotos, en sus manifestaciones en Twitter», ha detallado el intendente. Unas publicaciones que los agentes comprobaron con los preceptivos oficios a las aerolíneas, que verificaron los desplazamientos del sargento. «¿Le consta que otros funcionarios ejerciesen la misma tarea?», ha inquirido el fiscal. «Como mínimo, cinco, pero se sabía que eran bastantes más», ha detallado Rodríguez.
Escolà, desde el 29 de octubre, que es la fecha en que ayuda a Puigdemont a salir de España, no vuelve a trabajar hasta julio de 2018. Lo hace encadenando permisos. «La dinámica de protección en Bélgica se para», ha apuntado el intendente, tras la detención del expresidente en Alemania. Fue entonces cuando Albert Ballesta, quien fuera delegado de Interior en Gerona -y que sustituyó a Puigdemont al frente de la alcaldía de la ciudad cuando éste se convirtió en 'president'- llamó al jefe de los Mossos -entonces Ferran López- para pedir una excedencia para Escolà. Algo que el mando deniega «porque conoce el motivo por el cuál se le pide».
Rodríguez también ha indicado que, por aquel entonces, la consejera Elsa Artadi urgió a garantizar la seguridad de Puigdemont. Fue entonces cuando, según el intendente, Buch firmó la resolución del nombramiento de Escolà como asesor. El sargento, que estaba de baja y ya ejerciendo las tareas de protección en Bélgica, obtuvo el alta médica.
Las especificaciones del cargo de asesor eran «mejorar los servicios de seguridad» y equipararlos a otros países pero, ha detallado el intendente, no le consta que Escolà realizara ningún trabajo del estilo y no tenía ninguna titulación o experiencia en dicho ámbito.
La abogada de Buch, Judit Gené, ha esgrimido que «nadie» presentó un recurso contra el nombramiento. También ha cuestionado al intendente si Escolà, «en su tiempo libre» podía haber asesorado a Buch en cuestiones de seguridad durante sus «viajes al extranjero». «No me consta», ha contestado el mando.
Cesado
Cabe recordar que tras el cese de Josep Lluís Trapero como máximo responsable de los Mossos, el nuevo comisario jefe del Cuerpo prescindió de Rodríguez, que pasó de dirigir el área de Anticorrupción a ser el jefe de la comisaría de Rubí (Barcelona). Además de haber liderado la investigación contra Buch, el intendente también dirigió las pesquisas contra Laura Borràs, por la adjudicación irregular de contratos cuando estaba al frente de la Institución de les Lletres Catalanes (ILC), por lo que fue finalmente condenada.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete