TRIBUNA ABIERTA
Por una poda que nos haga crecer
Es urgente eliminar el ingente gasto superfluo en Cataluña y así poder bajar impuestos para ayudar a trabajadores y empresas a llegar a fin de mes y fomentar la economía
Cataluña es la única región de 17 que no ha presentado aún los presupuestos y en los últimos 10 años; solo el año pasado, los ha presentado a tiempo. Lo normal en el mundo privado, en las empresas, en las asociaciones más humildes es que se presenten los presupuestos a los accionistas, a los socios, antes de empezar el nuevo año. Pues en Cataluña, no.
El separatismo está negociando con comunistas y socialistas sin trasparencia, fuera del debate parlamentario, cuando lo lógico sería presentarlos, debatirlos y enmendarlos en las distintas comisiones. Pero en la Generalitat se hace al revés; se pacta en oculto y luego se pasa por el Parlament sin atender ni una enmienda y menospreciando a los diputados.
Estamos asistiendo a un teatro porque ERC tendrá el apoyo del PSC como el PSOE lo ha tenido de ERC en el Congreso. Separatismo y socialismo van de la mano y se intercambian los cromos con el único objetivo de permanecer en el poder. Y tienen un común denominador: demasiado gasto público y mucho gasto superfluo que trae como consecuencia elevados impuestos que castigan a trabajadores, empresas y familias.
Las propuestas del PSC son un maquillaje en las cuentas, pequeños retoques. Y como habilidosos de la política que son, ponen sobre la mesa algunas condiciones de las que son responsables por sus reiteradas cesiones. Como es el caso de la ampliación del aeropuerto, la ronda norte o el Hard Rock. También sacan pecho porque quieren incrementar partidas sociales en 5.300 millones de euros que por supuesto no será a costa de gasto superfluo sino de subir más la recaudación.
Cataluña está empobrecida por culpa del separatismo. La media de renta per cápita en la Unión Europea es de 32.490 euros y solo dos regiones de España están por encima. Cataluña no supera los 29.942. Es urgente eliminar el ingente gasto superfluo que en Cataluña supone 2.327 euros al año por habitante y así poder suprimir o bajar impuestos para ayudar a trabajadores y empresas a llegar a fin de mes y fomentar la economía.
Solo reduciendo el IRPF autonómico se podría subir en 100 euros lo que recibe un trabajador en su nómina de 1.000. Hay que priorizar el gasto en lo esencial: sanidad, educación, seguridad e infraestructuras, sin excusas competenciales. Por ejemplo, con los 20 millones del Institut Catalá de la dona podríamos ayudar a pagar íntegramente 40.000 recibos de 500 euros de alquiler o hipoteca.
En definitiva, necesitamos una sierra de podar para eliminar el gasto sobrante, reducir los más de 1.309 entes públicos de la Generalitat, facilitar el crecimiento de la economía y aumentar la calidad de nuestros trabajos y de nuestro bienestar.
Joan Garriga es portavoz de VOX en el Parlament de Cataluña.
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