¿A qué huele el miedo?
«Metamorphosis» (Edhasa), última novela de Emma Riverola, indaga en las contradicciones humanas con Mercé Rodoreda de fondo y el hilo conductor de un misterioso perfume
«El hombre que mató a Messi» o cómo un sueño se convirtió en novela

La reconstrucción de un misterioso perfume perdido, en claro guiño a Patrick Süskind, es el hilo conductor de «Metamorphosis» (Edhasa), la última novela de Emma Riverola (1965). No en vano, el sentido del olfato es el resorte más primario y efectivo de la memoria y por eso lograr un arma olfativa que huela a miedo es una metáfora perfecta para nuestros tiempos.
Pero la novela también es la reconstrucción del universo de la escritora Mercé Rodoreda, que forma un triángulo en el tiempo con otras tres mujeres de la misma familia, pero de distintas generaciones, con el eje de la hija y madre Lali, que, como la autora de «La plaza del diamante», decide «levantar sus alas», un extremo nada conflictivo para la mayoría de hombres. El rol de la maternidad es otro de los ejes principales del libro, al enfrentarse la mujer cuidadora que reclama la sociedad con la salamandra, aquella que pare huevos y abandona a sus hijos para ser libre y volar, como le ocurrió Rodoreda.
Efectivamente, Mercé Rodoreda tuvo un hijo no deseado con su tío, bastante mayor que ella, pero la maternidad no le supuso un lastre para su carrera literaria, hasta el punto de no mostrar culpa por ello, tal vez porque tuvo que enfrentar vicisitudes superiores como exiliarse de la guerra civil y ser una refugiada en plena Segunda Guerra Mundial. Pero Riverola ha querido distanciarse del universo literario de Rodoreda al escribir esta novela en lengua castellana, aunque las citas de la escritora de «Espejo roto» son constantes a través de una relación epistolar con otra mujer, Roser, lo que también conecta al lector del presente con la Barcelona de la guerra civil, que como toda guerra, «huele a carne podrida, plástico quemado y basura vieja», como reconoce el académico y escritor que fue corresponsal bélico, Arturo Pérez Reverte.
Los personajes de «Metamorphosis» apuestan por la transformación, una metanoia, un cambio de enfoque, de percepción, un cambio de perspectiva. En definitiva, un giro en la conducta y el destino. Una metamorfosis que mantenga la humanidad en medio de un mundo, el de la Barcelona actual y el de la de la guerra civil, totalmente deshumanizado. La novela es ambiciosa al querer la autora mostrar asuntos universales a través de la vida cotidiana de sus personajes, siempre amenazados por la carga de la culpa, por ejemplo, al no responder a los vínculos umbilicales de la maternidad.
Riverola trabajó como publicista y es columnista de medios de comunicación. Tiene otras cinco novelas, entre las que destacan «Sal» (2021, en catalán), o «El hombre que mató a Messi» (2015). También es autora teatral de éxito con la obra «Puertas abiertas», que se representó en Nueva York. En la presentación de «Metamorphosis», la autora confesó que «Barcelona huele a una mezcla de fragancias de futuro, polvo de obras y peste a rancio».
La portada del libro está ilustrada con el dibujo Rama de cerezo con Aquiles Morpho, de Maria Sibylla Merian, una ilustradora alemana del siglo XVII que aparece en la novela. Es un detalle que muestra el ingente trabajo de documentación de Riverola, no solo en la vida de Mercè Rodoreda, sino también en los mundos de la química de los perfumes y de los venenos.
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