Homenaje de la RACEF al Rey por «el decenio del mayor avance epistemológico de la economía»

Para el presidente de la real corporación, fuera y dentro de España se percibió con la joven figura del Rey «una estabilidad para el futuro» que «consolidó la marca España en el mundo y contribuyó a la recuperación económica al acelerar el tránsito de la fase de depresión a la de recuperación». En ese periodo, la RACEF ha incorporado seis premios Nobel, cuatro ex jefes de estado de distintos países y varios primeros ministros entre sus académicos, además de realizar sesiones científicas anuales y seminarios técnicos en distintos países y elaborar trabajos de estudio y análisis sobre la situación de los sistemas económico-financieros de distintas naciones.

Y en el ámbito de la investigación, la RACEF se ha caracterizado en este decenio por «incorporar numéricamente la subjetividad del pensamiento, decisión y actividad del humano en sociedad». Esas actividades sustentan «el edificio de lo que hoy es conocida internacionalmente como Escuela de Economía Humanista de Barcelona», ha subrayado Gil Aluja, quien ha destacado que esos avances fueron rápidos «sobre todo desde nuestra incorporación en el Instituto de España, gracias al ejemplo y comprensión de nuestro Rey».

Con el objetivo de «la prosperidad compartida», la Real Corporación ha construido hasta la fecha doce algoritmos humanistas digitalizados «de verdadera inteligencia artificial» y que están disponibles gratuitamente en la página web de la institución (www.racef.es). Algoritmos como el de la descarbonización, otro para la asignación óptima de los MENAS (menores no acompañados) o el de la detección precoz de la enfermedad de Parkinson en colaboración con el neurobiólogo israelí Jean Jacques Askenasy, entre otros.

La Escuela de Economía Humanística de Barcelona es fruto del principio de simultaneidad gradual, una matemática principalmente numérica, los «fuzzy sets» que dan luz a la incertidumbre y que sustituye el principio de tercio excluso y la racionalidad exclusiva de las decisiones económicas, porque «hoy, debemos aceptar que todo pensamiento humano, y en consecuencia sus decisiones y actuaciones, contienen a la vez un componente de objetividad y un componente de subjetividad, en un «grado» o «nivel» que es habitualmente diferente», subraya el presidente de la RACEF, padre de la denominada lógica borrosa o difusa.

En el acto también han intervenido los académicos Vicente Liern, con la ponencia «Incidencias de la Inteligencia Artificial en la estabilidad económica española»; Ana María Gil Lafuente que ha disertado sobre «una década de pensamiento económico para una España más sostenible»; Mario Aguer, que ha hablado sobre «las necesidades de la formación permanente ante las necesidades de un mundo cambiante» y Montserrat Guillen con una ponencia sobre «la subjetividad en la nueva concepción de la ciencia económica», en la que ha recordado que el Premio Nobel en Economía recayó en 2017 en Richard Thaler por sus contribuciones a la economía conductual, «reconociéndose la influencia de los aspectos psicológicos en las decisiones económicas, un enfoque crucial para entender cómo las emociones y los sesgos cognitivos afectan a nuestras decisiones financieras».

Según Vicente Liern, «en la dificultad para asimilar y comprender es donde la Inteligencia Artificial, ya sea desde la computación o de la lógica borrosa que es capaz de manejar la incertidumbre, supone una herramienta fundamental para la estabilidad económica». Un reto en el que «la imaginación artificial que los profesores Kaufmann, Gil Aluja y Gil Lafuente acuñaron para mostrar la computadora como un instrumento valioso para la creatividad». Porque «de poco sirve la inteligencia organizada si no se cuida la imaginación», sostiene Liern.

Por su parte, Ana María Gil Lafuente ha defendido que «el aumento de nuestra prosperidad compartida en esta década» no hubiera sido posible «sin la predictibilidad económica y la consistencia temporal que han brindado a nuestra economía nuestras instituciones y singularmente nuestra monarquía constitucional como eje vertebrador del régimen de libertades, derechos y obligaciones de que nos dotamos tras la dictadura y que han alcanzado la madurez precisamente en estos años».

A juicio de Gil Lafuente, «saber cómo se comportarán las instituciones de un país ante los desafíos y las oportunidades de la historia es primordial para atraer la inversión internacional y, aún más importante, para lograr que se mantenga durante los años, a menudo décadas, que se requieren hasta que genera beneficios». En ese sentido, la monarquía española se ha convertido «en último garante de nuestra estabilidad jurídico-normativa, dando así al inversor global el marco de consistencia temporal que nos ha permitido seguir progresando».

La RACEF nace en la forma actual el 16 de mayo de 1940 en Barcelona. En 1958 se le concede la realeza y adopta el nombre de Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras. Y es el 24 de marzo de 2017 cuando se produce su incorporación en el Instituto de España, lugar que ocupa ahora junto con las otras nueve Reales Academias, todas ellas con sede en Madrid.