ERC vive una lucha interna por el poder mientras pacta con Illa
Junqueras organiza «sesiones de trabajo» para ganar a Rovira y los «renovadores»
Los republicanos se dan un mes de plazo para decidir si pacta con Puigdemont o Illa en Cataluña
![Aragonès y Junqueras en una reunión de ERC](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/30/reunion-erc-kzmC-U602787938039aPG-1200x840@diario_abc.jpg)
En ERC se está viviendo una guerra interna sin cuartel por el control del partido que se desató la noche electoral del 12 de mayo y a la que le quedan, como mínimo, cinco meses de refriegas. Desde que Oriol Junqueras anunció su dimisión ... cuatro días después de perder 13 escaños en las elecciones autonómicas, con la intención de volver, y la aparición de un manifiesto promovido por la dirección pidiéndole, sin disimulo, que abandone la primera línea política, la militancia y los simpatizantes comprueban con asombro como la paz de los últimos años ha saltado por los aires.
El partido de los Josep-Lluís Carod-Rovira y Àngel Colom, dos ejemplos clásicos de lucha intestina de la historia reciente de ERC, vuelve a situarse en una encrucijada que marcará su devenir los próximos años. Será el 30 de noviembre cuando un Congreso Nacional decida -8.700 militantes en una votación telemática- si se opta por seguir con Junqueras, quien ha controlado la formación por el periodo más largo desde la restauración democrática de 1978: 13 años, o se da paso a un equipo autodenominado como «renovadores», entre los que está Roger Torrent como una de las mejores bazas.
Entretanto, Marta Rovira, número dos de Junqueras desde 2011, gestora de los «renovadores» y desde hace un mes y medio rival del que lideró, mano a mano con Carles Puigdemont (Junts), el 'procés' independentista, es la encargada de negociar con el PSC de Salvador Illa la investidura del socialista, decisión última que debe validar la militancia de ERC. La fecha límite es el 26 de agosto. Si para este día no hay un nuevo presidente de la Generalitat, los catalanes volverán a las urnas el 13 de octubre. ¿Y si es así, con qué candidato se presentaría ERC?
Las negociaciones, que ERC mantiene en paralelo con Junts para explorar una vía que ahora parece imposible, que los 42 diputados socialistas se abstengan para hacer presidente de la Generalitat a Puigdemont, siguen su curso -con secretismo y la intervención del PSOE- sobre las cuatro exigencias de los independentistas: concierto económico, avanzar hacia un referéndum legal, más inversión en los departamentos sociales y blindaje del catalán. Rovira dijo este fin de semana que el acuerdo lo quiere cerrar a finales de julio y fuentes socialistas implicadas en la negociación, consultadas por este diario, señalan que también es esa la fecha que Illa se ha marcado en el calendario.
Lo que pase antes del 30 de noviembre llevará el sello de Rovira, quien aglutina a un grupo de dirigentes del partido (desde Pere Aragonès a Marta Vilalta, pasando por Laura Vilagrà y Ester Capella) y cuadros intermedios, tanto de la formación como de la Generalitat (Sergi Sabrià, Oriol Amorós, Núria Cuenca…), que no ven con buenos ojos un pacto con el PSC, si no es a cambio de, como mínimo, un concierto económico para Cataluña: carpeta principal de las cuatro que hay sobre la mesa en la negociación.
«Conectar con la calle»
Frente a estos, Junqueras y un sector que desde hace unos años juega al pragmatismo. Ambos grupos mantienen el mismo objetivo: la independencia. Y no renuncian a políticas de izquierdas. Pero discrepan en los tiempos y, sobre todo, pelean por el control de una formación que se vanagloria de ser la más antigua de las que actualmente operan en la comunidad. Es un «quítate tú para ponerme yo», lamentan desde el sector de Junqueras.
Con la vista puesta en el 30 de noviembre, Junqueras organiza «sesiones de trabajo» por toda Cataluña para volver a conectar con los votantes. Desde su entorno se matiza a ABC que esta gira «con la calle» está programada desde otoño, es decir, antes del descalabro electoral. «Están funcionando muy bien con el boca-oreja. La gente acude en masa», señalan. La semana pasada, Junqueras llenó el teatro de su pueblo, Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), y antes pisó el Pirineo y el Maresme. Así seguirá hasta el Congreso.
Fechas clave de la política catalana
Pactos con el PSC
Finales de julio
Marta Rovira, secretaria general de ERC, señaló el sábado que su partido quiere cerrar un pacto para la investidura antes de llegar a agosto. Fuentes socialistas confirman que Illa juega con esas fechas como límite para un acuerdo.
Elección del 'president'
26 de agosto
Si el 26 de agosto el Parlamento de Cataluña no ha elegido a un nuevo presidente de la Generalitat, se convocarían elecciones automáticamente para el 13 de octubre. Illa o Puigdemont optan a una investidura que está en manos de ERC.
Repetición electoral
13 de octubre
Es la fecha con la que nadie quiere jugar. Ni pensarla. Pero el reloj de la cuenta atrás para volver a poner las urnas ya corre. ERC presentaría un candidato sin pasar por el Congreso Nacional y agudizaría la pugna interna del partido.
Congreso Nacional de ERC
30 de noviembre
Es el día escogido por la dirección para elegir a la nueva cúpula de ERC. Unos 8.700 militantes podrán votar. Del 15 de octubre al 15 de noviembre, se recogerán avales (entre 400 y 440) y luego habrá dos semanas de campaña.
«Son charlas de trabajo y le da igual que sea ante cinco que ante quinientos, cree que el partido se ha alejado de la calle y hay que volver a conectar para que ERC vuelva a ser útil. Apuesta por escuchar para plantear una propuesta con sentido», concretan las fuentes consultadas. A sus actos acuden militantes, simpatizantes y figuras relevantes del partido, con cargo o sin él, que, en plena guerra civil interna, le dan apoyo. Son Raül Romeva, Joan Ignasi Elena, Joan Tardà...
Para contrarrestar el poder de atracción de Junqueras, la dirección de ERC mantiene contactos con cuadros intermedios y locales para controlar, primero, y ganar, después, el Congreso de noviembre. Rovira dirige este proceso desde Suiza. Este fin de semana ya eran mil los firmantes del manifiesto contra Junqueras. Más del 40% de los miembros de la ejecutiva lo han respaldado. «Que se denominen renovadores los que llevan más de 10 años compartiendo el poder del partido con Junqueras no deja de ser irónico», se defienden desde el 'junquerismo'.
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