La continuidad de Sánchez reactiva la campaña catalana
La posibilidad de que el PSC pueda movilizar el voto socialista que normalmente se abstiene en las autonómicas, principal incógnita hasta el 12M
Los socios del presidente denuncian «sobreactuación» y «electoralismo»
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Pedro Sánchez anuncia su decisión: dimisión, convocatoria de elecciones o permanencia como Presidente del Gobierno, en directo hoy
Acto de campaña del PSC el domingo en Santa Coloma
Conmoción en la política nacional e impacto directo en la campaña de las catalanas. La decisión de Pedro Sánchez de seguir al frente de la Presidencia del Gobierno ha sacudido la carrera electoral hacia el 12M, en una campaña en una pausa de facto ... desde que el jefe del Ejecutivo anunciase el pasado miércoles que se tomaba cinco días de reflexión para decidir si seguía adelante, y ahora reactivada tras haberse despejado la incógnita Sánchez.
El anuncio el pasado miércoles del presidente hizo saltar por los aires toda la planificación electoral, particularmente la del PSC, que vio como Sánchez se ausentaba del primer acto previsto para inaugurar la campaña, en Sabadell (Barcelona), y de otro en Santa Coloma, el domingo. Pero más allá de los aspectos logísticos, la continuidad de Sánchez permite que la campaña catalana recupere en parte el pulso, algo que la dimisión del presidente –bien en forma de convocatoria de elecciones el 29 de mayo, bien en forma de propuesta de nueva investidura– hubiese dinamitado. Como se dice, el partido sigue.
La principal incógnita ahora es calibrar en qué medida los hechos de los últimos días influirán en el comportamiento del electorado, especialmente en el socialista. En ámbitos políticos se especula con la posibilidad de que la oleada emocional que ha generado Sánchez, tal y como se ha visto en las escenas adulatorias de Ferraz, pueda servir para reactivar el apoyo al PSC entre los votantes que habitualmente votan al PSOE en las generales pero son abstencionistas en las autonómicas. Es decir, si el PSC puede nutrirse del voto PSOE, una vieja aspiración socialista ya desde los años 80 y 90, cuando el felipismo arrasaba en las generales pero dejaba el campo libre al Jordi Pujol en las autonómicas.
Esa dinámica, de hecho, prosigue. En las autonómicas de 2021, donde Illa se alzó con la victoria, el PSC recibió el apoyo del 23,03% del electorado; en las generales del 23 de julio, el PSOE obtuvo el 31,11% de los sufragios, más de ocho puntos de diferencia que ahora, si se movilizan, podrían ser decisivos para que la victoria de Illa fuese realmente rotunda.
Inmediatamente tras conocerse la noticia, el candidato del PSC, Salvador Illa, que ha comparecido en una rueda de prensa desde la sede de la Agencia Catalana de Noticias (ACN), ha celebrado la decisión, explicando que ya lo esperan para participar en la campaña de las catalanas cuando su agenda s elo permita. «Estoy contento con la decisión tomada. Este fin de semana he hablado con él, y durante estos días hemos visto al Pedro Sánchez más humano». «Es buena noticia para quienes entendemos la política como servicio público, y no como una lucha descarnada por el poder sin límites», ha añadido.
Illa no ha querido valorar cuál puede ser el impacto de los acontecimientos sobre la campaña catalana. «Obviamente ha tenido repercusión, pero los efectos concretos lo desconozco, aunque sinceramente tampoco me importante», ha explicado.
Previamente, en X, el líder de los socialistas catalanes, apuntaba que la decisión es «la mejor noticia para Cataluña». «Una decisión valiente para recuperar la dignidad de la política y un compromiso para frenar a quienes intentan socavar nuestra democracia. ¡Adelante presidente!».
ERC ve electoralismo
Falta también por conocer el impacto de todo el episodio Sánchez en la campaña de los partidos independentistas. Hay cierto consenso en que una campaña tan personalista como la de Junts con Carles Puigdemont –que ayer suspendió su participación en la carrera electoral por el fallecimiento de su madre– ha perdido foco en los últimos días. Si la campaña recupera ahora la dinámica anterior, Puigdemont puede volver a sacar cabeza.
En todo caso la dura reacción tanto en Junts como en ERC tras el anuncio de Sánchez demuestra obviamente que el PSC, a través de Sánchez, ha ocupado el centro de la escena. Quedan menos de dos semanas para votar, tiempo suficiente, se entiende, como para que la campaña recupere el tono. Hablar de normalidad resulta ya difícil.
Al respecto, es significativa también la reacción de los socios independentistas de Sánchez, aliviados por la continuidad del presidente, pero poniendo el foco en el carácter «electoralista« de los movimientos de Sánchez. »No ha sido honesto«, ha explicado el presidente de la Generalitat y candidato de ERC, Pere Aragonès, desde la sede de su partido.
«Empatizamos por los ataques que ha sufrido», ha apuntado Aragonès, pero a la vez ha cuestionado el «gesto personalista y la sobrectuación desproporicinada», convencido de que si no estuviésemos en campaña electoral los hechos no se hubiese producido en el modo en que lo han hecho. «No todo vale en política. Basta de cortinas de humo y jugadas maestras», un comentario que se ha leído también como una amonestación a la política personalista de Junts y de Carles Puigdemont.
En la misma dirección, incluso con más dureza, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha arremetido contra el «tacticismo» de Pedro Sánchez, al que ha acusado de jugar con el «sufrimiento» que han sufrido los independentistas catalanes. Al igual que en ERC, en Junts ven manipulación y electoralismo.
Por su parte, el candidato del PP a las elecciones catalanas, Alejandro Fernández, ha valorado irónicamente este lunes a la decisión del presidente: «Sólo él sabe lo que es digno y justo». «Ha quedado claro: para Sánchez no son los jueces los que pueden condenar a Puigdemont o procesar a su mujer: eso sólo lo puede decidir él, y nadie más que él», ha escrito en una publicación en X recogida por Ep.
También ha reaccionado el candidato de Cs a las elecciones catalanas, Carlos Carrizosa, decepcionado con la decisión adoptada: «Teníamos muchas esperanzas de que se marchara». «Sánchez, yo no te creo. Sánchez, eres una estafa», ha asegurado en rueda de prensa este lunes desde la sede del partido en Barcelona. Para él, el líder socialista «se ha puesto otra vez por encima de todos los demás» y ha dejado al PSC débil y herido, demostrando que es una sucursal del PSOE, ha dicho textualmente.
Ha definido la comparecencia desde el Palacio de la Moncloa como una estrategia y un «movimiento absolutamente de trilero», y a Pedro Sánchez como un cuentista.