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Una cabeza de León y otra de Buey para coronar desde este año las torres de la Sagrada Familia

El tempo, que recupera visitantes tras el Covid, estrenará en breve las dos primeras torres evangelistas y espera en 2026 tener acabada la más alta del templo

La Sagrada Familia, una misión divina en manos de mortales

Martínez y Faulí, este jueves junto a las dos esculturas del tetramorfo Pep Dalmau
Anna Cabeza

Anna Cabeza

Barcelona

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Con 2026 como horizonte descartado, los constructores de la Sagrada Familia siguen sin poner fecha abiertamente a las obras del templo de Antoni Gaudí pero, con la boca pequeña, se muestran más optimistas que hace un año, cuando los efectos de la pandemia todavía planeaban demasiado sobre el futuro del templo. Y es que en este último año se ha recuperado el volumen de visitantes y, como consecuencia de ello, de los ingresos con los que el templo puede afrontar los trabajos que quedan para culminar la joya modernista de Barcelona.

De hecho, este año se cerrará previsiblemente con 3,4 millones de visitantes y 87 millones en ingresos, inferiores a la caja de antes del Covid, pero las expectativas de 2023 son ya similares a las de 2019. "Podemos decir con satisfacción que la recuperación económica postpandemia es un hecho", comentaban este jueves por la mañana los responsables de las obras del templo durante una atención a los medios.

El mejor resultado de estas buenas cifras es que se han reactivado las actuaciones pendientes, focalizadas en la construcción de las seis torres centrales, y que las dos primeras de ellas estarán listas a finales de diciembre. Serán las de los evangelistas Marcos y Lucas, que estarán coronadas respectivamente por las imponentes esculturas del León y del Buey, dos figuras que este fin de semana los visitantes del templo podrán ver a ras de suelo y que en diciembre pasarán a estar a 135 metros de altura, siendo las terceras más altas del templo.

La elección del Buey y el León, como todo en la obra de Gaudí, no es al azar. Al contrario, simbolizan respectivamente la humildad y el coraje y forman parte de la iconografía cristiana que el arquitecto catalán quiso insertar en el templo. Igual que las otras dos torres evangelistas, de Mateo y Juan, representadas por el Ángel y la Águila. Las cuatro figuras, realizadas con mármol blanco, son obra del escultor Xavier Medina Campeny.

Además, las cuatro torres evangélicas tendrán inscritas en el fuste las alabanzas Amén y Aleluya y acabarán con la figura correspondiente del tetramorfo, con el libro (con las abreviaturas de los nombres de los evangelistas 'escritas' con vidrieras gaudinianas) y unas imponentes alas realizadas en hormigón blanco que tendrán 9 metros de altura y que, por ello, serán visibles a lo lejos. Ahora los trabajos prosiguen, con la colocación panel a panel de las piedras que conforman estas torres.

La torre de Jesús, acabada en 2026

Quedará, ya para el año que viene, acabar las las torres de Mateo y Juan. En conjunto, las cuatro construcciones evangelistas protegerán a la torre más importante y alta del templo, la de Jesús, que ahora está a unos 126 metros de altura y que emergerá hasta 144 metros. Los constructores esperan que esta sea una realidad en poco más de tres años para que en 2026, el año del centenario de la muerte de Gaudí, la celebración de Barcelona Capital Mundial de la Arquitectura y la fecha inicialmente soñada y anunciada para acabar el templo hasta que llegó el Covid, pueda empezar con el techo del templo acabado.

«Es una pretensión y una ilusión», han explicado desde el propio templo el director general de la Junta Constructora del templo, Xavier Martínez, junto al arquitecto director, Jordi Faulí. Ellos mismos han evitado poner fecha al fin de obras: "Hasta el 2024 no confirmaremos si estará en 20230, 2028 o 2032", han ejemplificado emplazándose al a 2024, cuando prevén poder acotar plazos gracias a la recuperación de visitas del año que viene.

Los operarios tienen, además, otras tareas pendientes. Una de las más importantes es el inminente inicio de la restauración de la fachada del Nacimiento, la primera que se construyó y que ahora protagonizará la primera gran rehabilitación que sufre el templo y un tanto paradójica teniendo en cuenta que la obra está inacabada. Estos trabajos se iniciarán por las torres norte, cuyo proyecto ya tiene el visto bueno necesario.

fsdf

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