Los bares de Enric Granados de Barcelona cerrarán las terrazas una hora antes

Catorce horas después de que los vecinos salieran a la calle para protestar por los ruidos de las 82 terrazas en la calle Enric Granados de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona ha presentado una medida para cerrar una hora antes estos locales y tratar de minimizar así las molestias. El anuncio para atajar la problemática, que hace meses que dura, se ha hecho este viernes a primera hora y la medida ya entrará en vigor la noche de este viernes.

Aunque a nadie la ha pasado desapercibido que la restricción en esta zona del Eixample, popular por sus restaurantes y locales de ocio nocturno, se conozca justo después de que los vecinos hayan protestado, el consistorio alega que la medida estaba prevista dentro del plan de reducción de contaminación acústica en calles y plazas que prevé la declaración de Zonas Acústicamente Tensionadas en Horario Nocturno (Zathn).

En concreto, el consistorio fomentará el cierre una hora antes de las terrazas de bares y restaurantes, que tendrán que cerrar a las 23 horas de domingo a jueves y a las 24 horas los viernes, sábados y vísperas de festivo. El decreto de reducción del horario ha sido publicado este jueves en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB).

«En Enric Granados tenemos 1.325 sillas autorizadas de terrazas y 1.600 vecinos empadronados. Si bajasen a la vez, casi todos podrían sentarse», ha comentado Pau Gonzàlez, el concejal del Eixample tras hacer el anuncio. Él ha defendido la medida, y no ha descartado ampliarla o retocarla si hace fatla, porque en esta zona «se ha desequilibrado la relación entre el sector de la restauración y la vida vecinal».

Gonzàlez ha aprovechado su comparecencia para comentar que la calle tiene algunos locales que incumplen normativas y que el consistorio ha abierto aquí 141 expedientes -92 a terrazas y 49 a locales- por irregularidades. Además, ha avanzado que el avance del cierre de terrazas que se llevará a cabo en Enric Granados también se implantará en las terrazas de las plazas Sol y Revolució, de Gracia, por molestias similares.

El Gremio de Restauración de Barcelona ha lamentado el anuncio y ha avisado que judicializará toda reducción horaria de terrazas, además de pedir la intervención del Síndic de Greuges ante las irregularidades que ha vivido el sector. La dirección de la asociación critica que el objetivo es «recortar el horario a toda la ciudad. Y no solo eso: quieren que la reducción afecte también a discotecas y bares musicales. Se han esfumado las dudas: su modelo de ciudad es la Barcelona del toque de queda».

La asociación, que asegura que en la manifestación apenas había vecinos de la calle afectada, avisa que cuando pueda presentará recursos judiciales contra todas las reducciones horarias que se impongan en cualquier punto de la ciudad.