los martes, toros
Lo que dijo Pérez
Los toros le dieron protagonismo, que en su partido no pareció gustar, y así hasta que David Pérez se olvido de todo lo que había prometido a los aficionados
Artículos de Ángel González Abad en ABC
![David Pérez, en un acto del PSC en campañza](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/05/07/perez-ReWMmRb4ryvNqCcuP6WVcKI-1200x840@diario_abc.jpg)
Querer convencer a unos y a otros, a derecha e izquierda, independencia y Constitución a los lados, es tarea complicada. Los socialistas catalanes ya lo hicieron y la cosa no les salió bien. En estas elecciones a la Generalitat el juego es ese precisamente, ... el sí pero no, el no, pero sí.
La cita electoral de 2010 tuvo el preámbulo del debate sobre las corridas de toros y la prohibición contra derecho que aprobó el Parlament, y, ahora en honor al ministro Urtasun, hay que recordar que el PSC jugó a dos caras en aquella historia.
¿Se acuerdan del diputado David Pérez? Se erigió en abanderado de la tauromaquia, los aficionados, siempre tan huérfanos, le creyeron. Meses y meses enarbolando la bandera de la Fiesta. Dijo en el mismísimo Liceu, en la noche en que ABC rubricó el manifiesto de Barcelona, que «la batalla se va a ganar». Y tantas, tantas cosas dijo Pérez… Él decía y en su partido deshacían. Hubo maniobras en la oscuridad. Que si moratoria de quince años, que si corrida a la portuguesa, que si reglamento restrictivo catalán, así hasta que una día cercano a la votación final Pérez dijo que todo estaba perdido, cuando el PSC dio libertad de voto a sus diputados y la sombra abolicionista lo invadió todo.
En aquellas elecciones de 2010 hubo descalabro socialista, Pérez ni siquiera salió diputado y de él y su afición ya no se supo nada. Bueno, de su papel como adalid del toreo, que personalmente consiguió escalar puestos en las listas y se colocó entre los diez primeros en todos los comicios hasta hoy. Ante el 12M, va como número 9 y tiene prácticamente garantizada el acta. Cosas de la política. Los toros le dieron protagonismo, que en su partido no pareció gustar, y así hasta que Pérez se olvido de todo lo que había prometido a los aficionados.
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