El alquiler de la vivienda en Barcelona se dispara a pesar de la ley de precios
Los pisos para arrendar se han encarecido un 21% en los últimos cinco años, según un reciente estudio
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Los alquileres en España siguen con precios desorbitados y en algunas zonas, como Barcelona, sus precios siguen sin tocar techo. Los últimos informes constatan que a pesar de la puesta en marcha de una nueva Ley con una limitación de precios en los municipios más tensionados para facilitar el acceso a la vivienda siguen existiendo
Este lunes, la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona ha dado a conocer las conclusiones de un informe que analiza precisamente los alquileres en la capital catalana y que ha corroborado que ya solo este primer trimestre, y a pesar de las nuevas medidas, su precio medio ha ascendido un 9,75% interanual.
Así, el estudio concluye que el precio medio de un alquiler en Barcelona ciudad es de 1.193 euros. Además, resulta curioso que entre el primer trimestre de 2023 y el de 2024 todos los distritos registraron subidas de precios superiores al IPC, excepto Sants-Montjuïc.
Las zonas más baratas
Por zonas, se ha confirmado que los alquileres más elevados están en los distritos de Sarrià-Sant Gervasi (1.61 euros, un 14,5% más), Les Corts (1.388 euros, un 16,6% más) y el Eixample (1.349 euros, un 11,15% más). Curiosamente allí se registran un tercio de todos los nuevos contratos, informa la Cámara. En el polo opuesto están Nou Barris (828 euros, un 8,7% más), Sant Andreu (933 euros, un 6,9% más) y Horta-Guinardó ( 973 euros, un incremento del 10,5%).
El precio por metro cuadrado se situó en los 16,73 euros, un 6,85% más que en el primer trimestre de 2023 y 3,65 puntos porcentuales más que el IPC. El aumento es más impactante si se mira la evolución de los últimos cinco años: la Cámara destaca que los alquileres han crecido un 21,51% desde entonces. Igualmente, el informe constata que la firma de contratos en este último año ha bajado un 9,77%.
La Cámara achaca esta tendencia, principalmente, al desequilibrio entre la poca oferta, que hace que muchos prioricen renovar contratos antes que cambiar de pisos, y la fuerte demanda. Igualmente, afecta a estos precios la «mejora de la calidad» del parque de alquiler y la mayor superficie de las viviendas que están en el mercado.
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