Agustí Colomines, un duro con «mala leche» independentista
Intelectual de referencia en la órbita de Junts, el presidente de la Mesa de Edad ha permitido el voto de los fugados Puigdemont y Puig
Agustí Colomines: «El independentismo irá a más y será más conflictivo»

Historiador de profesión y uno de los intelectuales de referencia del independentismo durante los años del 'procés', Agustí Colomines (11/12/1957) ha presidido la Mesa de Edad del Parlament que ha permitido contar hoy el voto de los fugados Carles Puigdemont y Lluís Puig ... , una 'desobediencia' que se daba por descontada en una figura que se ubica en el núcleo más 'hard core' del secesionismo. Una posición tan previsible como la arenga con la que se ha dirigido a los nuevos diputados: ataques a los jueces, defensa del 'procés', reivindicación de los exiliados...
Tan áspero en el trato como franco y poco amigo de los meandros discursivos -«es directo en sus manifestaciones, quizás no te gustarán, pero no engaña», explican quienes le han tratado-, Colomines dio el paso natural en 2024 de integrarse en las listas de Junts tras haber sido durante años una de las voces más escuchadas dentro del secesionismo liderado primero por Artur Mas y luego por Carles Puigdemont.
Aunque su militancia política comenzó en los setenta en Bandera Roja -cantera de cuadros que en décadas posteriores se integrarían en otras formaciones, a derecha e izquierda-, Colomines dirigió entre 2007 y 2013 la Fundació Catalanista i Demòcrata (CatDem), 'think tank' de Convergència Democràtica desde la que, en parte, se pilotó el giró del nacionalismo al independentismo del histórico partido de Jordi Pujol. Entre la carrera académica y la política, en 2016 dirigiría la Escola d'Administració Pública de Catalunya, que los años álgidos del 'procés' aspiraba a ser la formadora del alto funcionariado del nuevo Estado catalán.
Las opiniones de Colomines siempre se han escuchado, sobre todo por su lucidez -extraviada si no se comulga con su credo, claro- crudeza y sinceridad. Hace pocos meses, cuando aceptó ser candidato por Junts, cuestionaba en 'Vila Web' lo que para él era un exceso de candidez del independentismo: «Uno de los grandes defectos que ha sufrido el proceso es radiar lo que haces. Y todo principio de estrategia es no contarlo. Si vas contando los pasos, fracasarán todos. Porque dan ventaja al otro. Por tanto, lo primero que hace falta es silencio. La segunda, pocos triunfalismos. Y la tercera, algo más de mala leche».
No son opiniones sobrevenidas y su sinceridad le va valido no pocas polémicas, como cuando en 2018 explicó que el independentismo catalán había optado por la vía pacífica, renunciando a una violencia que podría haber sido un acelerador. «Si decides que no quieres muertos, la independencia tarda más», explicó en 'La Vanguardia' en su momento, en una manifestaciones que luego, en ABC, dentro de la serie de entrevistas 'Repensar Cataluña', quizo matizar: «Se me interpretó mal. Dije y mantengo que el independentismo decidió no utilizar la violencia y, por lo tanto, no quiere muertos. Así, el independentismo señala que su apuesta es lenta, pactada, acordada. Las prisas en el mundo independentista no son buenas. Mi apuesta es el referéndum».
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