El adelanto electoral en Cataluña rompe los pactos de Sánchez
El 'president' acusa a Junts y comunes de «irresponsables» por rechazar unos presupuestos «expansivos» para 2024
Puigdemont no descarta presentarse como candidato, ya que la investidura será tras la aprobación de la amnistía
Claves: por qué se convocan antes y las condiciones para que Puigdemont sea candidato
No, no, no, así durante cinco meses y, finalmente, no. Los comunes, liderados por Jéssica Albiach, mantuvieron el pulso a ERC y el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) y a la presión política y mediática. Ayer, votaron a favor de las enmiendas de totalidad ... presentadas por los grupos contra el proyecto de presupuestos del Gobierno catalán. La excusa: el proyecto de ocio Hard Rock de Tarragona, que todavía no está construido. Las consecuencias: un movimiento sísmico en el tablero político, porque Pere Aragonès respondió con el anuncio de que habrá adelanto electoral el 12 de mayo. La cita con las urnas en Cataluña se suma a las ya previstas en el País Vasco (21 de abril) y el Parlamento Europeo (9 de junio). La tensión electoral convivirá con la debilidad del Gobierno en el Congreso. La inestabilidad política será la tónica general hasta, al menos, el verano. De momento, el PSOE sacrifica los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de este año y se centrará en intentar aprobar los de 2025.
La jornada de ayer arrancó en el Parlamento de Cataluña con un pleno de presupuestos que, aunque el Govern llegaba a él sin un acuerdo mínimo para tirarlos adelante, la experiencia hacía pensar que los comunes de Albiach acabarían por pactar con ERC la tramitación de los mismos. Aragonès y Salvador Illa (PSC) se habían dado la mano hace quince días para rozar la mayoría necesaria para aprobar las cuentas. La estrategia seguía los pasos dados para superar las dificultades con las cuentas del año pasado. Un tripartito de izquierdas de facto, aunque con un gobierno monocolor, elegido por otro tripartito, en 2022, formado por Junts y la CUP.
Pero los comunes mantuvieron su 'no' a los presupuestos autonómicos, en realidad su 'sí' a las enmiendas de totalidad, y poco antes de las cuatro de la tarde 68 votos, frente a 67, tumbaron el proyecto más importante de un gobierno: en qué se gasta el dinero público. Albiach se agarró a que, para su 'sí' a la tramitación presupuestaria, el Govern tenía que salir en público diciendo que la Generalitat rechaza de lleno Hard Rock. Un imposible, sobre todo porque hay acuerdos e inversiones privadas ya firmadas y, además, el 'sí' del PSC pasaba, entre otras cosas, por facilitar esta inversión de ocio en Tarragona.
Así, tras quedarse sin cuentas para este año, el 'president' tomó la palabra en el pleno, anunció que convocaba una reunión extraordinaria del Govern en el Palacio de la Generalitat para formalizar la retirada de la ley de acompañamiento —cuya votación estaba prevista después de la de los presupuestos— y daba pie a todo tipo de especulaciones, bien condimentadas por fuentes de ERC y el propio Govern.
Poco antes de las cinco y media de la tarde, en una comparecencia ante la prensa, Aragonès anunciaba la fecha: 12 de mayo. Adelanto electoral. Con un tono duro, acusó a Junts y los comunes, sobre todo, pero también a la CUP, de haber fijado «líneas rojas» y practicado «vetos cruzados» que hicieron imposible sacar adelante las cuentas «más expansivas» —es decir, de mayor gasto— de la historia de la Generalitat. Una tesis que también había defendido Natàlia Mas, consejera de Economía y Hacienda, durante el debate matinal en el Parlamento catalán. Aragonès puso las cifras: «1.000 millones de euros para combatir la grave sequía», un aumento del 10% del presupuesto de Educación, 1.400 millones para Salud, más de 1.000 en investigación, desarrollo e innovación y 700 más para la industria. Fue el primer mitin de precampaña.
Así, el que será candidato de ERC, y que tratará de retener la administración autonómica tras la cita con las urnas, argumentó que los grupos parlamentarios que impidieron tramitar las cuentas no lo hicieron contra el Govern, sino «contra los ciudadanos». Y les señaló como protagonistas de una decisión «irresponsable» e «inmovilistas», por lo que la respuesta tenía que ser, en su opinión, de «país». Elecciones en poco más de 54 días, límite legal, con inicio de campaña el 26 de abril y fin de la misma el 10 de mayo.
«Me haría mucha ilusión»
El movimiento sísmico, a partir de ese momento, ya se estaba notando en Madrid. ERC y Junts aumentarán la competitividad en el Congreso. Y eso tendrá consecuencias en el Gobierno y las iniciativas de este. Igualmente, las reacciones de los grupos del Parlament no se hicieron esperar y el nombre que volvió al foco mediático fue el de Carles Puigdemont. Jordi Turull, secretario general de Junts, se encargó de dejarlo sobre la mesa: «Siempre que me han preguntado he dicho quién quiero que sea el candidato (de mi partido)». Puigdemont fue el número uno de Junts por la circunscripción de Barcelona en 2021. Podría repetir.
El mismo protagonista, desde Estrasburgo (Francia), a preguntas de los medios de comunicación, según recogió TV3, dejó abierta la puerta. No confirmó su candidatura. Pero sí aclaró que lo estudiarán. «Con el calendario que propone Aragonès, podré estar presente en el debate de investidura. Me haría mucha ilusión estar presente en el debate de investidura. (Cuando se apruebe la amnistía) las medidas cautelares se tienen que levantar. Es razonable que en el próximo debate de investidura esté presente», dijo. Y zanjó: «Solo quiero decir esto, el día que tome una decisión al respecto (sobre la candidatura), se comunicará. Ahora es muy prematuro».
El Parlamento de Cataluña tiene que constituirse 20 días hábiles después de las elecciones del 12 de mayo. Justo para Puigdemont. Pero para la elección del presidente hay un margen más amplio de hasta dos meses. Eso sí, en cualquier caso, el próximo presidente catalán tiene que ser uno de los 135 diputados que consignen el acta. Si Puigdemont es candidato o no dependerá en gran medida, por un lado, de las opciones de ganar con que cuente Junts y, por otro, si en caso de dar el paso, puede afectarle esta decisión de cara a repetir la candidatura al Parlamento europeo, cita con las urnas que se celebra solo cuatro domingos después, el 9 de junio.
A la espera de ver los primeros sondeos, una vez conocido el adelanto electoral, el que sale con ventaja —según todas las encuestas publicadas hasta la fecha— es el líder de los socialistas y exministro de Sanidad. Ayer fue el primero en valorar la decisión de Aragonès y, sorprendentemente, celebró que los catalanes tengan que acudir a las urnas nueve meses antes de lo previsto. Se felicitó de ello tres horas después de votar a favor de los presupuestos de ERC, que hubieran alargado la legislatura. «Cataluña necesita un presidente», señaló, anteponiendo la «estabilidad a los experimentos». Y dijo que «los catalanes escogerán entre pasar página o volver al pasado». Illa ganó los comicios de 2021 pero no pudo gobernar por la suma del tripartito independentista. Lo mismo que en 2017 le ocurrió a Inés Arrimadas (CS). Para que cambie la dinámica lo primero que tiene que pasar la noche del 12 de mayo es que ERC, Junts y la CUP no sumen 68 o más diputados. A partir de ahí, todo es posible. «El PSC está preparado, y yo estoy preparado», concluyó.
Por su parte, Ignacio Garriga (Vox), Carlos Carrizosa (CS) y Alejandro Fernández (PP) también se manifestaron dispuestos a acudir a las urnas como cabezas de lista de sus formaciones. Está por ver. Garriga calificó el Govern de «incompetente». Carrizosa, que en el debate matinal había pedido elecciones a Aragonès, recordó que la legislatura estaba muerta desde la salida de Junts del Govern, en 2022. Y Fernández advirtió de que Illa ha sido «cómplice» del 'procés'.
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