La voz amiga que rescata de la soledad no deseada
Hace ahora un año se puso en marcha el teléfono 'Cerca de ti' contra el aislamiento no elegido que ha acompañado a casi cien usuarios a encontrar un camino, participando en actividades y abriendo su círculo
El «sitio pequeño» que piensa en digital a lo grande
Raquel, profesional del teléfono 'Cerca de ti', toma la mano de Araceli
La mala racha anímica se alargaba. Llegó la jubilación y con ella mucho más tiempo libre -también para darle más vueltas a la cabeza-. No es que le faltase gente alrededor, pero la realidad era que ella se sentía sola y «muy perdida». Así que ... cuando el momento de crisis y una mayor angustia hicieron acto de presencia, Araceli -un nombre ficticio porque esta mujer prefiere preservar el anonimato- fue valiente, afrontó con coraje el problema decidió descolgar el teléfono. «Yo tenía muy claro que así no se podía estar», reconoce. Al otro lado encontró la voz amiga de Raquel, una joven que en ese momento fue su tabla de salvación y a la que ha puesto cara gracias a este reportaje de ABC. «Sabía que era muy joven porque se lo notaba en la voz», explica sobre el contacto telefónico que iniciaron hace unos siete meses a través del programa 'Cerca de ti' de la Junta de Castilla y León -gestionado en la Comunidad por la Fundación Fundamay-para plantar cara a la soledad no deseada, que es aquel aislamiento que no se elige, del que no ven la manera de salir, pese a que les gustaría tener más relación con el entorno.
El tándem, aunque eran dos generaciones completamente opuestas, funcionó desde el principio. «Desde el primer momento ella era muy consciente de que tenía que cambiar algo y así lo ha hecho», recuerda Raquel. Y es que es clave en este proceso «cómo las personas reciben la información y toman parte de la situación». «Tú les puedes contar, aportar recursos, pero son ellos los que al final tienen que ir a los lugares y moverse», explica. Fue ese el caso de quien hoy cuenta su historia y consiguió salir del pozo con su apoyo. «Eso también ha sido gratificante para mí porque hay muchas personas que nos llaman y nosotras lo intentamos, pero después deciden no hacer nada», afirma.
«La soledad es un sentimiento» en el que -tiene muy claro Araceli- nada tiene que ver que estés rodeada de gente y donde lo más importante es reconocer que hay que hacer algo para dejarlo atrás. «Desde el primer día Raquel ya me habló de cosas que yo podría hacer», indica, sobre el abanico de actividades organizadas en su ciudad que cuadraban con sus aficiones. Ese fue el paso inicial y a partir de ahí Raquel le llamaba «con mucha frecuencia; cada muy pocos días para preguntarme qué tal, cómo me había ido...». Un seguimiento «personalizado» que sirvió para que la confianza mutua se fuera abriendo paso. «Eso me ayudó mucho», relata. «Había encontrado una persona que me escuchaba y yo le podía contar lo que quisiera», rememora sobre ese momento inicial en el que podía desahogarse de una forma «más libre» porque «estás implicando a esa persona a nivel profesional y no personal». «Además, cuando sientes ciertas cosas, te da miedo compartirlas con gente que quieres y que te quiere», explica sobre el bajón anímico que entonces sufría y por el que acudió incluso a terapia. En este caso, la persona que descolgó el teléfono de ayuda era alguien «con la que podía hablar de mi realidad sin hacerle daño porque para ella era su trabajo», manifiesta.
Raquel, el hombro en el que se apoyó. se convirtió en un apoyo frecuente en su vida, mientras realizaba ya varias actividades que le han permitido salir de esa soledad en la que se encontraba. «Me seguía llamando, pero no con tanta periodicidad» porque la situación no era ya la misma que al inicio. «Este teléfono es para momentos críticos y es importante porque puede salvar vidas», expresa Araceli, además de subrayar que «hay mucha más soledad de la que pensamos y no solo en personas de nuestra edad», sino que se trata de un asunto que hace mella también en gente «más joven».
«Muchas personas tienen familia o hijos, pero se sienten solas», explica porque «no es solo eso la vida de una persona». «A cierta edad se tiene más experiencia y quizá también más habilidades pero si no estás en las condiciones anímicas adecuadas eso no te sirve. Quizá te perjudica más, porque le das muchas vueltas a la cabeza», asegura con la firme intención de ayudar con su testimonio a quien se haya podido ver en su misma situación.
Ahora todo ha cambiado. «Desde hace unos meses estoy viviendo una etapa de mi vida maravillosa», afirma. Y es que cree que «hace falta» este teléfono gratuito, el 900 264812 -también se ha habilitado la dirección de correo electrónico cercadeti@cercadetijcyl.es-. «A mí me ha ayudado muchísimo. No podría valorar cuánto», indica, «pero lo que sí sé es que la persona que me llamó fue muy buena y le tengo un cariño muy especial aunque no la conocía hasta hoy». «Lo hizo muy bien» y «el hecho de que fuera alguientan joven a mí también me gustaba porque viene bien que haya nacido en otro momento y esté viviendo otras circunstancias diferentes a las que yo vivía. Eso también te enriquece», señala.
A quien en algún momento haya podido sentirse tocando fondo y arrastrado por esa sensación de soledad, Araceli les anima a marcar el número y «superar la situación crítica». «Si no se avanza, no se puede hacer nada. Lo primero es ver el problema para poder pedir ayuda», considera. «Puedes seguir con una vida vegetativa o salir de eso, que es lo que yo he hecho», reconoce, aunque asegura que la soledad sigue siendo aún «tabú» en la sociedad actual y un asunto que llega, incluso, a causar «vergüenza».
De eso sabe y mucho Raquel, la persona que junto a otras dos compañeras son el faro de quien quiere encontrar el rumbo y dejar de sentirse aislado. Consciente de que es aún difícil dar el paso de reclamar apoyo, cree que es fundamental la actitud. Como en el caso de Araceli, que «se ha movido desde el principio». «Cada vez que salía alguna cosa, alguna actividad, siempre mostraba iniciativa e interés por participar», recuerda. Por ello, asegura que su experiencia ha sido «muy buena» en este caso porque además es «una persona encantadora y muy amable». Para este reportaje, además de mostrarle un importante respaldo con la voz ha podido darle un fuerte abrazo y estrecharle la mano.
Considera también que es «muy importante» el apoyo de la familia en este proceso. «Al final son ellos las personas que les rodean en el día a día», reconoce, y también de los amigos, «aunque estén lejos», apunta Araceli. No menos determinante es el lugar en el que residen estas personas, explica Raquel. «Hay pequeños pueblos en los que sí hay centro de día, una biblioteca con actividades e, incluso, un bar para tomar un café, pero otras veces no», relata. Y es que en el año que lleva atendiendo el teléfono 'Cerca de ti' se están encontrando las dos cosas: «Tenemos personas que tienen las herramientas, les damos la información y las pautas y finalmente no hacen nada, pero también con quien quiere hacerlo, pero no puede».
Y por último, ambas creen que también es un factor clave los «recursos económicos» porque una posición más desahogada contribuye a la hora de poder socializar, «viajar, salir y acudir a lugares como un cine o un teatro» y para poder reclamar una atención psicológica «inmediata». Lo que también tienen claro las dos es que este es un fenómeno que irá a más con el tiempo. «Ya hemos visto casos de jóvenes y la sociedad es cada vez más individualista y menos cercana a la de hace años», opina Raquel, a lo que Araceli añade que «la comunicación más próxima se ha perdido y eso nos afecta también a los mayores». «La tecnología puede ayudarnos en muchas cosas, pero también nos hace sentir muy inseguros», concluye. y eso puede acabar volviéndose en contra.