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Voluntades 'encontradas'

Propósito de seguir trabajando «por Castilla y León». Hasta ahí los avances entre «dudas» y falta de «certezas» de la ronda de contactos de Mañueco con la oposición

Treinta minutos para el diálogo

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, junto a la vicepresidenta, Isabel Blanco, y el portavoz, Carlos Fernández Carriedo, recibe a grupo Socialista, encabezado por Luis Tudanca, junto a Ana Sánchez y Rosa Rubio IVÁN TOMÉ
Isabel Jimeno

Isabel Jimeno

Valladolid

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Voluntad de acuerdo y disposición a seguir dialogando, sí. Tono «cordial» y encuentro «franco y sincero». Pero para poco más que citarse en próximas reuniones y dar vueltas a los temas a tratar. Hasta ahí dieron han dado de sí los encuentros este lunes del presidente de la Junta de Castilla y León, el popular Alfonso Fernández Mañueco, con los líderes de los grupos parlamentarios, a excepción de Pablo Fernández (Podemos) y el ex de Ciudadanos Francisco Igea, autoexcluidos de la ronda de contactos. Y es que las «dudas» sobre ese entendimiento con el jefe del Ejecutivo han sido la nota común en los portavoces de la oposición, que se han afanado en defender sus propósitos de acuerdo con tanto énfasis como en responsabilizar a Mañueco de que no se van a dar, tirando de argumento de que en estos casi dos años y medio de legislatura sus propuestas habrían caído en saco roto.

Desde la Junta, mano tendida. «Nosotros no vamos a prejuzgar la posibilidad de esos acuerdos», ha incidido el portavoz, Carlos Fernández Carriedo, quien también ha lanzado su puya a las bancadas de enfrente: «Sería más fácil» si esos partidos tuvieran «mayor margen de libertad» más allá de la «defensa de las posiciones nacionales».

Si había «pocas expectativas», nada se ha avanzado hacia el entendimiento. Aunque tampoco ha saltado por las aires, y eso que hasta una falsa alarma de desalojo se activaba por error mientras Mañueco se reunía con el portavoz de Por Ávila, Pedro Pascual, y cerca ha estado de echar al traste la jornada. El presidente ha planteado tres temas que ha abierto a las aportaciones de los grupos políticos. El primero, de cara a las reuniones bilaterales que el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, mantendrá con los dirigentes autonómicos, y la Conferencia de Presidentes, para que puedan «contribuir con propuestas e ideas» de modo que lo que lleve Mañueco bajo el brazo a esas citas «no sea exclusivamente la posición de la Junta» sino el «sentir» general de la Comunidad. También, se ha brindado a ofrecer «información detallada» de los avances sobre la financiación autonómica con el «fin de ir fijando posición de comunidad en un tema tan relevante». Y en tercer lugar, crear grupos de trabajo de los temas ya puestos sobre la mesa hace un año, como sanidad y Corredor Atlántico, abiertos a que «todos» participen, pero con la intención de sacarlos adelante «independientemente» de que otros no acudan a la llamada.

«Deseo, espero, confío en que seamos capaces de llegar al entendimiento por el bien de nuestra Comunidad», respondía el portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca. «Nosotros no nos vamos a negar a hablar por y para Castilla y León. Nunca», ha recalcado el portavoz socialista, a la vez que ha mostrado sus «dudas» sobre un posible consenso. Incluido, ha dicho, sobre los próximos Presupuestos, cuyo borrador ya tiene avanzado la Junta, como ha confirmado Carriedo. Y con ese documento ya redactado, añadió, harán «el esfuerzo» por armar un acuerdo indispensable para su aprobación ahora que el PP se ha quedado en minoría tras la salida de Vox, pues «a día de hoy no hay certeza» de que las Cuentas salgan adelante, ha reconocido el también consejero de Economía y Hacienda.

Y precisamente a esa minoría en la que se ha quedado Mañueco es a la que se ha agarrado y sobre la que ha echado sal Tudanca, quien ha achacado la ronda de contactos a la «necesidad que aprieta y ahoga» al presidente. «No es fácil recuperar la confianza en el señor Mañueco» que «sólo se acuerda de santa Bárbara cuando truena», ha reprochado el socialista, destacando que la cita de hace un año «no sirvió para nada» y ha advertido de que las leyes y acuerdos «se tienen que cumplir». «Está en sus manos», ha retado. E ha incidido en que, pese a que Vox ya no está en el Gobierno, el presidente de la Junta «tiene que elegir: o Castilla y León o la extrema derecha». De no hacerlo y también «volver a la senda del diálogo, de las mayorías, demostrará es que lo único que quiere es encontrar un nuevo socio al que engañar» y ahí no va encontrar al PSOE para «blanquear», ha reiterado el socialista. Y algo más: «No puede pactar medios presupuestos con Vox y medios con nosotros».

Aspiraciones

Y el otro partido que tiene en sus escaños sumar la mayoría absoluta –y hasta julio la otra parte de la coalición– tampoco ha salido precisamente satisfecho del encuentro. Al menos eso es lo que ha dicho Juan García-Gallardo en su vuelta al Colegio de la Asunción, aunque ahora como portavoz de Vox. «La reunión no ha sido provechosa» porque «nada había que negociar» de los asuntos que los de Santiago Abascal pretendían colar en el debate, como vivienda, despoblación, «migración ordenada y legal» o el campo. Tampoco, ha censurado, una «primera negociación» del Presupuesto, que ya ha avanzado que Vox abordará sin líneas rojas sobre que una cierta partida sea «innegociable». Pero, ha añadido, sí «aspiramos a que una parte sustancial de nuestras propuestas tengan reflejo» en esas Cuentas. Y con una premisa clara en éste y otros puntos de posible acuerdo, marcados por las «muchas incógnitas sobre qué nos espera» lo que resta de legislatura: «Parece que el PP quiere un cheque en blanco» y «no va a contar con él». «Vox no va a regalar sus votos», ha recalcado Gallardo.

Tampoco excesiva confianza en el resto, por más que, con mayor o menos ahínco, ha expresado sus voluntades. «Estamos para colaborar, no para poner piedras», ha señalado Pedro Pascual, abriendo el bloque de las demandas 'provinciales'. «Hemos planteado nuestra lealtad a las instituciones de Castilla y León, pero siempre con nuestras reivindicaciones por la provincia de Ávila porque creemos que sigue teniendo carencias», ha adveritido el procurador de Por Ávila.

Más escéptico Luis Mariano Santos (UPL) en su «déjà-vu» con Mañueco. «Estamos dispuestos a hablar, pero, desde luego, no somos tontos», ha advertido el leonesista, convencido de que los populares siguen teniendo un «socio fiel y dócil que se llama Vox». Para su apoyo, «necesitamos más que actos de fe y se confirmen las expectativas», ha incidido echando también la vista atrás a todas las iniciativas presentadas a los presupuestos y que se han chocado con el no del PP. Y «sensación mala, pero tampoco decepcionado, porque no esperaba mucha cosa» por parte de Ángel Ceña, al frente de Soria ¡Ya! «Creo que no tienen voluntad de negociar con nosotros», ha lamentado.

Para cerrar la intensa mañana, debut del nuevo portavoz del Grupo Popular, Ricardo Gavilanes, quien ha defendido que la «finalidad» de su bloque «es avanzar en aquellos pactos que beneficien a las personas de Castilla y León» y lamentó que la oposición «tire de argumentarios» nacionales «para seguir en contra de los intereses de los castellano y leoneses».

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