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Vecinos de un pueblo de León se concentran para pedir la expulsión de su párroco por «cretino, antipático y desagradable»

La alcaldesa de Soto y Amío solicita una reunión con el obispo para explicarle cómo José Riesgo impidió a los familiares de un joven de 24 años hablar en su funeral

Un pequeño pueblo de León reúne en cinco días más de 2.400 firmas para expulsar a su cura

Vecinos de la localidad leonesa La Magdalena se concentran ante la iglesia del pueblo para pedir la expulsión de su párroco ICAL

ABC

León

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Los vecinos de la pequeña localidad leonesa La Magadalena, perteneciente al término municipal de Soto y Amío, están en pie de guerra contra su párroco. A las más de 2.000 firmas recogidas en una plataforma online para pedir su expulsión se ha sumado este martes una concentración de varios de los habitantes ante la iglesia para que el sacerdote deje el municipio por «antipático, desagradable y cretino».

Con esas palabras le ha definido la alcaldesa, Ana Arias, quien ha añadido que es «el peor sacerdote y la persona menos empática» y hace que «la gente se aleje de la iglesia».

La protesta se produce una semana después del funeral de un joven de 24 años, Ángel, fallecido en un accidente de tráfico. Tras la celebración eclesiástica, cuando el párroco ya había dado la bendición, un familiar del joven habló con el cura para comentarle que la madre y la novia del fallecido querían decir unas palabras, a lo que el sacerdote se negó.

Según ha explicado la regidora, la novia de Ángel, sin subirse al púlpito y sin micrófono, «dijo lo que le quería decir a su novio, al que no iba a volver a ver» y se produjo un aplauso. En ese momento, «el párroco cortó todo y dijo que no dejaba hablar más a nadie, ni a su madre ni a su padre».

«No quiero entierros protestantes»

 

Ana Arias intentó mediar con el párroco al que trató de cuestionarle «por qué montaba todo ese lío» en una situación de «mucha rabia y dolor por la partida de Ángel», además de alegar que «en todos los entierros, otros sacerdotes piden a las familias que suban y agradezcan a los presentes», informa Ical.

«No quiero entierros protestantes», fue la respuesta del sacerdote, quien insistió en que «la homilía era de él», de forma que allí se hacía «lo que él decía». Sin embargo, la situación no terminó ahí, ya que según el relato de la alcaldesa, un tío del fallecido se acercó al párroco para decirle que tenía que acompañar al féretro, pero él consideró que «no tenía que salir a nada».

 

Ana Arias aseguró además que «no es la primera vez» que el párroco protagoniza una situación similar, aunque la diferencia fue que en esta ocasión, los presentes «estaban todos más calientes» porque «no es lo mismo estar en el entierro de una persona de 80 años, que no remueve por dentro igual que una persona tan joven que tenía toda la vida por delante».

Tras producirse esta situación, el pasado 7 de diciembre se inició una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para pedir la expulsión del párroco de La Magdalena, que hasta ahora ya lleva recabadas 2.745. Además, la alcaldesa de Soto y Amío ha solicitado una reunión con el obispo de León, Luis Ángel de las Heras, para exponerle la situación real frente a «las mentiras del párroco».

Por el momento, el prelado ha mostrado su apoyo al sacerdote y ha indicado que no tomará medidas disciplinarias contra él.

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