Tudanca confirma su adiós: «He dado un volantazo para evitar el choque»

Reconoce que ha tenido muchas dudas para tomar una decisión que justifica en la «unidad» del partido

Sánchez suma y sigue en su purga de críticos y se deshace de Tudanca

Luis Tudanca, durante su comparecencia de este martes Iván Tomé

«Abrumado» por tanta expectación» se reconoció ayer Luis Tudanca al comenzar su comparecencia en una abarrotada sala de prensa de la sede autonómica del PSOE. De él se esperaba una confirmación, como así hizo: la de renunciar a competir por la Secretaria Autonómica del ... partido, una decisión que comunicó tres días antes a Pedro Sánchez, quien le reconoció los servicios prestados durante los diez años de su mandato. Pero había que escuchar las razones del burgalés, las que le han llevado a echarse a un lado para dejar paso al actual alcalde de Soria, Carlos Martínez, el ‘champion’ de las mayorías absolutas del PSOE por estas tierras y que hoy presentará, oficialmente, su candidatura.

Tudanca no quiso irse dando un portazo y evitó cualquier manifestación contra la dirección nacional de su partido, que desde hace meses le está segando la hierba bajo sus pies, o contra aquellos compañeros que se han manifestado por activa, pasiva y perifrástica contra su continuidad al frente del PSOE de Castilla y León. Entre ellos, dos cargos con mucho predicamento en Madrid: el ministro de Transportes, Óscar Puente, y el diputado nacional, Javier Alfonso Cendón, secretarios provinciales de Valladolid y León, respectivamente. Pero lo que Tudanca no pudo evitar es que con sus palabras ratificase la división que reina entre los socialistas de la Comunidad y que la existencia de dos candidaturas, una encabezada por él mismo, abocaría a la formación a una ruptura total.

Así que un todavía secretario general del PSCL muy sonriente (la procesión va por dentro) arrancó su intervención reconociendo que hasta llegar a la decisión final había tenido «muchas dudas durante todo el proceso». «No siempre tengo las cosas claras –recordó en este punto su amago de renuncia en 2022 cuando perdió las elecciones autonómicas– y he tenido que hablar con muchas personas para discernir lo que ahora es mejor para que el cambio llegue a Castilla y León y creo que es el momento de que otro u otra consiga que haya un gobierno socialista en Castilla y León», confesó.

«Esa ha sido mi aspiración, en eso me he empeñado y a lo que seguiré empeñado esté donde esté, ocupe el cargo que ocupe o sea militante de base», clamó. En este punto se afanó en asegurar que, al igual que «nadie me obligó hace dos años a quedarme, nadie me obliga hoy a irme; es una decisión personal», pero aclaró que «ha llegado el momento de un nuevo proyecto en una tierra muy difícil y compleja que merece tanto la pena».

El político burgalés se sirvió a los pocos minutos de comenzar su intervención de un símil para explicar las razones que han motivado su retirada y recordó «esas viejas películas en las que se subían dos, uno a cada coche, aceleraban el uno contra el otro y ganaba el que giraba el volante más tarde. Yo siempre pensaba que ganaba el que se apartaba del camino para evitar el choque». Por ello, insistió en que «es necesario ese volantazo hoy para evitar un choque que debilitara al PSOE en un momento muy delicado en el que nos podemos enfrentar de forma inminente a unas elecciones autonómicas y en el que no le podemos dar la baza al PP». «Mis adversarios están fuera del PSOE y mi único afán era construir una alternativa de gobierno y lo hemos hecho, hemos roto un techo de cristal y demostrado que aquí se podía ganar a la derecha, al PP».

Tudanca también aprovechó su comparecencia para reivindicarse a sí mismo y, sobre todo, para poner en valor sus diez años al frente de los socialistas castellano y leoneses. Primero, por conseguir ganar en 2019 las elecciones autonómicas, una gesta que el PSOE no conseguía desde 1983; y, segundo, porque recogió hace una década un partido completamente fragmentado tras el enfrentamiento vivido entre el entonces secretario autonómico, el palentino Julio Villarrubia, y el que fuera candidato a la Junta, hoy ministro y flamante nuevo responsable del PSOE de Madrid, Óscar López. «No puedo ser yo el que participe en que la división que logré resolver, vuelva», de forma que defendió su decisión en que «es lo mejor para el PSOE de Castilla y León, para que esté más unido, se renueve y haya un cambio de gobierno en la Comunidad».

El responsable de los socialistas castellano y leoneses evitó una y otra vez hablar de la Ejecutiva Federal de su partido, que ha apostado por la renovación y que, al menos, entre algunos de sus cargos, como Cendón y Puente, apoyan la candidatura de Carlos Martínez. Con el alcalde de Soria dijo haber hablado intensamente durante las últimas semanas, aunque no quiso apoyar abiertamente su candidatura «para no condicionar a los militantes en los procesos internos». Sí anunció, en cambio, que «si es el secretario general, como parece, lo voy a apoyar con todas mis fuerzas». «Me pondré a su disposición y voy a dedicarme en cuerpo y alma a que el próximo presidente de la Junta sea del PSOE», añadió. En este sentido, defendió sus conversaciones con Martínez porque «no hay ninguna otra federación que en un proceso de cierta ruptura hayamos estado los responsables orgánicos y los posibles candidatos reunidos sin discusión, bronca y sin casi filtración». Eso sí, apostó por que quien tome las riendas sea «alguien de la tierra». «La tierra para el que la trabaja», llegó a decir, para a continuación concluir con un tibio «Carlos es de Soria».

Mensaje de la Federal

«Nadie me obliga a nada», volvió a señalar Tudanca, tratando de convencer de que a pesar de lo vivido en los últimos meses –la dirección nacional le anuló unas primarias exprés que ya se hubieran celebrado– no está «decepcionado», ni siente «rencor o nostalgia». «Cada uno defiende lo que es mejor para el partido. Algunos han pensado que era mejor que siguiera y otros que no», se limitó decir. Precisamente, la Ejecutiva Federal utilizó la red social X para agradecer a Tudanca que haya mantenido «la ilusión del cambio», que creen en el partido «tarde o temprano llegará a Castilla y León». «Seguimos juntos», señala la dirección socialista en un mensaje en el que destacan que el burgalés logró «algo que muchos creían imposible como es volver a ganar las elecciones en Castilla y León». Entonces, «un pacto de la vergüenza entre PP y Ciudadanos» apartó al PSOE del gobierno de la Junta, concluyen.

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