La supervisora de la mujer asesinada en Burgos: «Desde el primer momento que vimos que no venía, pensamos que había pasado algo»

La supervisora de los laboratorios del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), Amparo García, ha revelado este miércoles que «desde el primer momento que vimos que no venía, pensamos que había pasado algo», en alusión a la ausencia en su puesto de trabajo de la joven asesinada, Andrea Bejarano, que era técnico de Laboratorio Clínico en el Servicio de Microbiología y Parasitología del HUBU.

«No sabíamos el qué, pero pensábamos que había pasado algo; lo que no queríamos es que hubiese pasado esto», ha admitido a los periodistas a las puertas del complejo asistencial, donde compañeros y trabajadores de la joven víctima, además del consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, se concentraron y guardaron un minuto de silencio en repulsa del asesinato de Andrea Bejarano, presuntamente a manos de su pareja, con una pancarta en la que se podía leer 'Tus compañeros de laboratorio nunca te vamos a olvidar'.

García ha señalado que «desde el principio, desde que desapareció, he estado en todo lo que se ha podido hacer desde el Hospital y con las compañeras», al tiempo que ha reconocido que «ha sido un trago muy amargo». «Era una persona a la que queríamos mucho, porque era muy agradable al trato, nunca la veías de mala cara, siempre venía sonriente», recoge Ical.

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Según ha relatado, la víctima llevaba trabajando en el HUBU desde «antes de la pandemia», incluso, realizando sus prácticas universitarias en el Laboratorio del complejo asistencial burgalés y en otros servicios como Microbiología o Transfusiones. «Siempre ha sido muy agradable», ha insistido, al tiempo que ha resaltado que «apenas ha estado sin trabajar porque enseguida se la llamaba y la verdad que era una persona que nunca ha puesto problemas si la tenías que cambiar el turno o si tenía que venir un día antes a trabajar o cualquier cosa».

Finalmente, ha señalado que la familia de la víctima «no estaba aquí en España» y que «tenía proyectos para ese mismo día, que había quedado con una compañera que le iba a cubrir un rato porque iba a llegar más tarde» por lo que ha destacado que «en ningún momento había nada que sospechase que podía pasar algo».