UGT y CCOO se suman a la 'cruzada' de Sánchez sin el respaldo de la ciudadanía en Castilla y León
Apenas 9.000 personas participan en las 14 manifestaciones del Primero de Mayo en la Comunidad
CCOO y UGT ponen el 1º de Mayo al servicio de Pedro Sánchez en Castilla y León
Apoyo «al Gobierno progresista y legítimo» de España, petición al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de que «vuelva al carril de la democracia», exigencia de un cambio de ley «para castigar penalmente a los que mienten descaradamente», críticas a los jueces «impregnados de la cepa de la política de la extrema derecha». Fueron algunas de las consignas que quisieron trasladar ayer los responsables de los dos sindicatos mayoritarios de Castilla y León en la jornada «festiva y reivindicativa» del Primero de Mayo.
Y es que si fue en esta Comunidad donde UGT y CCOO se adelantó al anunciar que añadía a su manifiesto -centrado inicialmente en el pleno empleo, la reducción de la jornada laboral y la mejora de los salarios- «la defensa de la libertad y de la democracia» en consonancia con lo expresado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, antes y después de sus cinco inauditos días de reflexión, Faustino Temprano y Vicente Andrés 'cumplieron' al alertar de todos los males cacareados estos días por el Gobierno central y los socialistas que lo sustentan.
Los mensajes incluidos a última hora no se escucharon en las 14 manifestaciones convocadas en la Comunidad con motivo del Día del Trabajador, pero sí fueron generalizados y aplaudidos por los pocos asistentes a las convocatorias sindicales. Según cifras oficiales de la Delegación del Gobierno, el número de ciudadanos que quiso participar «en un día cada vez más necesario», según los sindicatos, apenas superó las 9.000 personas, cifra similar a la del pasado año y muy inferior a la de otras épocas.
Como ejemplo simbólico de este escaso respaldo fue el cambio de escenario para cerrar la marcha en Valladolid. Se pasó de la Plaza Mayor a la de la Universidad, mucho más 'recogidita' y que ni siquiera llenaron las poco más de 2.500 personas que hicieron el recorrido en compañía de los secretarios autonómicos de ambas organizaciones y de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, a la que agradecieron -también lo hicieron «a los partidos de izquierdas» en general y a PSOE e IU, en particular- su presencia en primera fila de la manifestación en tierras pucelanas.
Lógicamente, tanto Redondo como el resto de cargos socialistas -fueron muchos- que se sumaron a las distintas llamadas sindicales en la Comunidad hicieron hincapié en ese «riesgo para la democracia» del que advertía Sánchez y asume ya cada dirigente de izquierdas que se precie, así como, por lo visto y escuchado, los sindicatos de clase. En esta línea, Redondo, tras alabar la labor del Gobierno del que forma parte, se llegó a preguntar «cómo iría la economía española si se produjera la regeneración democrática y si no hubiera una oposición política destructiva». han aprovechado las manifestaciones del 1º de Mayo para hacer una «defensa de la democracia» en Castilla y León y en el resto del país en la línea de las palabras pronunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, antes y después de su inédito periodo de reflexión.
Mientras, el líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, que acudió a la cita de Burgos acompañado, entre otros, por la portavoz de la Ejecutiva Federal, Esther Peña, llegó a considerar que este año hay «más causas si cabe» para estar en las calles con los trabajadores, pero no por la reivindicación de sus derechos inherentes «a la lucha de la clase obrera», sino porque ésta «siempre ha estado comprometida por la democracia en nuestro país y en el mundo y ahora -tras las quejas de Sánchez- tiene batallas que dar», afirmó.
En su intervención final, el líder ugetista castellano y leonés llegó a decir que «la derecha y la ultraderecha nos quitarían el Primero de Mayo como día festivo porque están en contra de las personas y no creen en el pleno empleo», además de concluir que «solo entienden la democracia si gobiernan porque siguen creyendo que el país es suyo».
Por eso, consideró que «merece la pena -expresión usada también estos días por el presidente del Gobierno- seguir teniendo gobiernos progresistas frente a los que siembran el odio». Sobre la Justicia, que tampoco parece un tema excesivamente sindical, sentenció que «hay gente que está de okupa dentro del poder judicial» para entrar también en el «basta ya de bulos» reclamando «una ley que determine que el que mienta tenga responsabilidades penales» porque «ya vale de ponerse detrás de una pluma o de una cámara para sentar cátedra».
Su colega en CCOO, tras valorar «los buenos acuerdos» alcanzados en material laboral con el Gobierno de España y exigirle «más reformas», llamó a «redistribuir la riqueza» porque «los beneficios récord de las empresas tienen que revertir en la sociedad», al tiempo que pidió al Ejecutivo central «mantener el impuesto a la banca porque son los que más tienen que pagar».
Sobre el 'tema', negó que lo protagonizado por Pedro Sánchez fuera «una performance» al considerar que «hay un riesgo muy alto para la democracia porque el fascismo ha despertado con mucha fuerza», al tiempo que exigió «parar las mentiras» porque «les dan resultados» poniendo como uno de los ejemplos el del expresidente de la Junta, Demetrio Madrid, que «tuvo que dimitir hace 37 años y luego fue absuelto y desde entonces tenemos el gobierno más longevo de la historia de las comunidades autónomas en España -del PP-».
Tras enumerar un sinfín de 'faltas' de Vox desde que entró en el gobierno de coalición de la Comunidad, las consideró «una cesión de Mañueco a la extrema derecha y a las políticas radicales y de persecución».
Por lo demás, sí hubo coincidencia en todas las manifestaciones a la hora de exigir la reducción de la jornada laboral a las 37,5 horas semanales y sobre la mejora salarial porque el país «está creciendo y no lo hacen los sueldos». También se defendió al pueblo palestino frente al «genocidio» israelí y en algunos casos se pidió a Rusia que cese en su invasión a Ucrania. Las 'batucadas' no podían faltar, al igual que las banderas lgtbi+, las que alertaban contra el fascismo, las comunistas y las del Che Guevara.
Mientras, el presidente de la Junta de Castilla y León, citado por los sindicatos para mal en varios momentos de la jornada, destacó que la Comunidad avanza gracias «a los trabajadores, autónomos y empresarios», y que Castilla y León puede presumir hoy de contar con «las cifras más altas de ocupación de los últimos 15 años», además de alcanzar «el mayor porcentaje de mujeres trabajando de nuestra historia».
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