Sara García Alonso: «Quiero ser alguien a quien los jóvenes miren por mi enfoque ético y compromiso con la mejora de la sociedad»
La astronauta leonesa comparte con su compatriota Pablo Álvarez el Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades
La opositora María Corina Machado y la astronauta Sara García Alonso, premio Clara Campoamor del Ayuntamiento de Madrid

Su compromiso con la divulgación de los diversos aspectos ligados a la exploración espacial -éticos, sociales, antropológicos e incluso jurídicos y políticos-, así como una «multidisciplinar» trayectoria que «trasciende los aspectos puramente tecnológicos para entrar de lleno en el terreno del humanismo» le han valido a ... los astronautas leoneses Pablo Álvarez Fernández y Sara García Alonso el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades 2024, un galardón que esta última ve como «un testimonio» del trabajo que ambos han desarrollado en equipo desde que se conocieron en el proceso de selección de astronautas con el «objetivo común» de abogar por «la exploración espacial, la educación y la divulgación científica».
Admite la investigadora a ABC que «no esperaba» un reconocimiento en el campo de las ciencias sociales y humanidades, pero para ella «es un honor» que se tenga en consideración la «dimensión humanística» de su trabajo: «La exploración espacial no sólo es cuestión técnica; involucra preguntas profundas sobre nuestro lugar en el universo y nuestro futuro como especie», explica, antes de resaltar la estrecha vinculación que existe entre la tecnología y las humanidades: «La tecnología es una herramienta que usada correctamente puede mejorar nuestras vidas, pero son las humanidades las que nos dan el contexto y la perspectiva para usarla sabiamente. En la exploración espacial, aspectos como la ética, la cultura y los impactos sociales son tan importantes como la tecnología que utilizamos», sostiene.
En la elección de los galardonados, el jurado tuvo también en cuenta «su contribución a la proyección internacional de la ciencia y la tecnología españolas, y al posicionamiento de Castilla y León como centro de talento e innovación». «Creo que nuestra historia puede servir para resaltar cómo instituciones como la Universidad de León son centros de aprendizaje e innovación que tienen mucho que ofrecer», dice, destacando que «el talento y la creatividad se encuentra en todas las regiones».
Respecto a su condición de «modelo» y «fuente de inspiración para las generaciones jóvenes» que también resalta el fallo, lo ve «un privilegio», aunque matiza: «Me esfuerzo por ser alguien a quien los jóvenes puedan mirar no sólo por mis logros, sino también por mi enfoque ético y compromiso con el avance del conocimiento y la mejora de nuestra sociedad. Son los valores a los que me he agarrado toda la vida y por los que me esfuerzo cada día».
Recuerda que hasta que tenga una misión asignada, su «trabajo principal» sigue siendo el de investigadora oncológica, a lo que suma la formación que tiene durante dos meses al año en el Centro Europeo de Astronautas, en Colonia (Alemania). Mientras, Sara García Alonso continúa empeñada en su faceta de divulgadora, y siempre que tiene oportunidad «enfatizo la importancia de la educación, el conocimiento científico y el pensamiento crítico». En este sentido, y también en relación con el Premio, aboga por «romper esa barrera que pretende separar drásticamente las ciencias y las humanidades para que ambas, como piezas esenciales de nuestra sociedad, caminen de la mano».
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