Un puente que roza el lleno en Castilla y León empuja a un año de «total recuperación» en el turismo
En Valladolid, León, Burgos y Segovia superarán el 90% de ocupación estos días y esperan alcanzar una cifra similar en Navidad, periodo «al alza»
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![Plaza de La Alberca (Salamanca), llena en el puente de la Inmaculada de 2022](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/04/turistas-puente-RSPftLizhO1gU0hhUU7BReK-1200x840@abc.jpg)
A falta ya de menos de un mes para que este año concluya, todo parece indicar que el sector turístico cerrará el ejercicio de 2023 con un balance bastante satisfactorio. Tras un verano que anotó varias cifras «récord» y un positivo puente del Pilar, ... las previsiones que el sector del turismo de interior maneja de cara a las fiestas de la Constitución y la Inmaculada, con ocupaciones que alcanzan el 90 por ciento, y las «bastante buenas» expectativas puestas en la Navidad hace pensar a los empresarios que 2023 será el año de «la recuperación total».
«Afortunadamente, Nochebuena y Nochevieja se han convertido en unas seguras para los establecimientos de turismo rural. Estamos ya rozando el 90 por ciento de ocupación», detalla Domingo Hernández, vicepresidente de Turalbur (Turismo Rural en Burgos). Coincide en la afirmación Luis Chico, al frente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Rurales de Castilla y León: «Diciembre, aunque no tanto como agosto, viene siendo un mes bueno. Estamos viendo como estas fechas están al alza. La gente quiere celebrar este tipo de fiestas en casas y posadas rurales porque generalmente son más grandes y es una alternativa ideal para que se junte toda la familia». Este es, sin duda, el perfil de cliente que esperan en las próximas semanas: «El de la Nochebuena es un turismo familiar con todas las letras porque es el de los abuelos, los padres, los nietos que se juntan... Luego, de cara a la Nochevieja, ya son más grupos de amigos».
Pero antes de la llegada de tan significativas fechas el 'termómetro' será el puente próximo: «En general, va a ser una semana muy buena, casi al completo. Con restaurantes prácticamente llenos en los días claves y los alojamientos, a partir del miércoles, por encima del 80 por ciento», sostiene Jesús Catellanos, presidente de Hotuse (Alojamiento, Hostelería y Turismo Segovia), la agrupación mayoritaria que da cobertura a provincia y capital, con más de 300 establecimientos asociados.
«2023 ha sido un año de recuperación total a nivel de trabajo y a nivel de público», destaca, aunque no se olvida del 'handicap' que tienen: «La inflación nos lo está complicando todo mucho».
Cerrado el ejercicio, ¿cree que podría hablar de cifras récord en la provincia? «En algunos casos, sí. Por ejemplo, a nivel de alojamientos. En cuanto a restauración, no estamos todavía como en 2019», sostiene el empresario segoviano, que ve en su provincia que «la gente que viene se gasta la totalidad del presupuesto que tiene en el hotel, en la casa rural, mientras en restauración estamos intentando mantenernos. El 'ticket' medio ha bajado bastante. Seguramente entre un 15 y un 20 por ciento respecto a otros años».
También en Burgos las expectativas son buenas. «El fin de semana nos acercaremos al 90 por ciento, pero lo que son los cinco días estaremos en una media del 70 por ciento», cifra el vicepresidente de Turalbur. Confirma también que al juntarse más días festivos, a la provincia «llega gente de más lejos», y junto al cliente de Madrid y del País Vasco –los más comunes por la cercanía o la buena comunicación–, se suman visitantes de «Cataluña y Valencia».
Ocurre también en Segovia. «Generalmente vienen a pernoctar una o dos noches», apunta Jesús Castellanos al respecto, recordando que «el talón de Aquiles que tenemos en la provincia, y en toda Castilla y León, es la segunda noche». «Estamos luchando para que la Comunidad sea más que un destino de fin de semana, que el visitante sepa que hay todo un elenco de actividades y que en una provincia como Segovia se puede pasar perfectamente tres días porque hay muchas cosas para ver y disfrutar». Una pelea para la que pide implicación al sector y a la administración.
Precisamente hace unos días se refería a ello el consejero de Cultura y Turismo, Gonzalo Santonja, quien en una visita a Sequeros (Salamanca) abogó por «ofrecer» al visitante «condiciones para que se quede más tiempo». En este sentido, resaltó la importancia de apostar por ese turismo «que viene y se queda», más allá del que «pasa aquí las horas», porque es el tipo de turista «que cuida el medio».
Aun con ese 'debe', la realidad es que en Castilla y León se ha vuelto ya a «niveles prepandemia» y no sólo en verano. «Ya andamos con medias similares », sostiene Domingo Hernández. No obstante, coincide con sus compañeros empresarios: «Una cosa es que mantengamos la cifra de pernoctaciones y de visitantes, y otra muy distinta que conservemos la cuenta de resultados condiciones». «Afortunadamente la electricidad ha contenido su subida», destaca, aunque añade que no ocurre lo mismo, por ejemplo, con «el gasóleo, la fuente principal de alimentación las calderas para que nuestros clientes se encuentren confortables».
Y es que antes estas subidas, la mayoría «lo que hemos hecho es recortar nuestro margen de beneficios, una vez más, porque si no, nos quedábamos fuera del mercado», sostiene Luis Chico, más de 35 años vinculado al sector. En los establecimientos de la agrupación que preside, la ocupación alcanzará este puente «el 95 por ciento». Cree que estas fechas, junto a la Semana Santa y la primera quincena de agosto, «son los tres puntos de referencia del turismo rural».
En León, las cifras de ocupación rondarán «entre un 85 y un 90 por ciento», según las previsiones que tienen y a la espera de la «reserva de última hora», sostiene Pedro Flecha, presidente de la Asociación de Turismo Rural en la provincia. Será un buen año, pero no cree que mejor que el anterior: «Nos moveremos en cifras de 2019», apunta, y revela el temor que está cundiendo ahora entre los empresarios del sector con la inauguración de la Variante de Pajares: «Tenemos miedo de que el cliente de Madrid ya no pare en León y tire más hacia Asturias».
A la espera de qué ocurre con las reservas de última hora se encuentran también los miembros de la Asociación de Turismo Rural de Ávila. Su presidente, Daniel Pérez, señala que «las expectativas son buenas», aunque en su entorno –dispone un establecimiento en la Sierra de Gredos– «todavía hay un 30 por ciento que está libre».
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