Los nacimientos repuntan un 5% en Castilla y León en 2024, pero las defunciones también

En el caso de Castilla y León, los alumbramientos experimentaron el año pasado no sólo una subida, sino que fue la más elevada en los últimos diez años, en los que únicamente en otros dos ejercicios (2014 y 2022) aumentaron. Aún así, siguieron lejos de ese decenio atrás, cuando se aproximaron a los 18.000, y fueron menos de la mitad que las muertes.

En el lado de las luces de la estadística, que en ocho de las nueve provincias los hospitales vieron llegar más niños en 2024 que en 2023. Únicamente en Soria fueron menos, con 492 frente a los 501, lo que arroja menos de dos partos al día. Y en Zamora se salvaron por la mínima de apuntarse al negativo: 695, uno por encima de los doce meses anteriores. En el resto, aumentos más o menos significativos, con Segovia siendo en la que más lo hicieron en términos porcentuales –un 9,77 por ciento– al pasar de 919 a 1.009. En segundo lugar, el mayor incremento relativo lo anotó León: un 8,15 por ciento, hasta totalizar 2.274 (2.103 en los doce meses previos). Fue, además, en números absolutos donde más aumentaron (171, casi un bebé más cada dos días). Donde en total se registraron más alumbramientos fue en la más poblada, Valladolid, que volvió a rebasar la barrera de los 3.000, alcanzando los 3.105 (128 más). Por encima también de los cien nacimientos más Burgos (121), tras experimentar un alza ligeramente superior al seis por ciento y llegar a los 2.120.

La maternidad se sigue retrasando. Si bien es cierto que cuatro mujeres que dieron a luz no tenían ni 15 años, en el otro extremo, fueron seis las que ya habían cumplido los 50, el doble que el año anterior. El 12 por ciento eran 'añosas', pues cuando parieron ya tenían al menos 40. Fue el caso de 1.541, la mayoría de menos de 45 (1.395), pero con un alza muy notable en la franja de 45 a 49 (un 30 por ciento más, hasta las 140). El grueso, eso sí, abarca la horquilla entre los 20 y 39, donde estaban casi nueve de cada diez (11.306). Y es en la treintena cuando más se tienen niños: 8.341, cerca del 64 por ciento.

Sin embargo, esos datos en positivo no fueron suficientes para contrarrestar las cifras de fallecimientos, que volvieron a crecer tras un 2023 en el que se habían lograron contener tras unos años negros en los que 2020 y el Covid catapultaron la cifra a cerca de 36.600. En los últimos doce meses ninguna provincia se libró de tener más muertes que el anterior, con una media de algo más de 80 muertos por jornada en el conjunto de la Comunidad. León fue donde más fallecidos se contabilizaron (6.248).

La longevidad de Castilla y León se nota especialmente en esta estadística, pues más de un tercio de los decesos (36,5 por ciento) fueron de personas de 90 años y más (10.700). Y 24.828 tenían de 70 en adelante, lo que supone cerca del 85 por ciento de las 29.342. Con muertes en todas las franjas de edad, 83 de los fallecidos no habían llegado a veinteañeros (45 tenían entre 0 y 4 años). Por sexos, los hombres anotaron más decesos (14.938) y el grupo en el que, además, más aumentaron (750 más ). Otras 14.404 eran mujeres, tras aumentar en 490 los decesos.