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RUIDO BLANCO

Las reconstrucciones

La emergencia de la DANA ha evidenciado, quizá como nunca antes, una falta de respuesta inmediata del Estado

El populismo, una amenaza

Bomberos del equipo de rescate de Castilla y León en Aldaya (Valencia), limpiando las calles Ical
Jorge Francés

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Hay mucho que reconstruir tras el paso de la destructiva DANA por España. No solo las ciudades, pueblos y vidas de miles de familias que perdieron el futuro en una tarde lluviosa. También la desconfianza generalizada en las administraciones y sus gestores, que se ha ... resquebrajado como las casas de Letur cuando llegó la fatal riada. España es distinta desde el 29 de octubre. Junto al dolor de las víctimas, la angustia por los desparecidos y la generosa respuesta solidaria de la ciudadanía se ha instalado una incómoda y extraña sensación de orfandad. Una molesta decepción, igual que aquella mañana de Reyes que sigue a la madrugada que pillaste a tus padres colocando regalos. Esa mañana triste fue el 30 de octubre descubriendo que el Estado somos solo nosotros y no nuestros impuestos. Un olor a descomposición y una mirada recelosa antes desconocida recorre un país con la espalda ancha en tragedias y desafíos.

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