«Intranquilidad» en Navalacruz con el final del caso de Juana Canal

«Bastante intranquila, porque no esperábamos que sucediera una cosa así en nuestro pueblo». Así asegura el alcalde de Navalacruz (Ávila), Benigno González Casillas, que ha vivido la localidad el trágico desenlace del caso de la desaparición de Juana Canal y la detención de la expareja de la mujer, cuyo rastro se perdió en febrero de 2003 en distrito madrileño de Ciudad Lineal cuando tenía 38 años y que ha llevado a la detención de quien era su pareja como responsable de los hechos tras el hallazgo de restos óseos de la mujer en un paraje de esta localidad abulense.

Un amplio dispositivo de agentes se desplegaba de nuevo en Navalacruz en busca de más pruebas que sumar al fémur y cráneo hallados en 2019 por un senderista y otros localizado el pasado 17 de octubre que se analizan en los laboratorios de criminalística para comprobar si pertenecen a la víctima. Jesús P. R., de unos 60 años, fue arrestado en la localidad madrileña de Fuente el Saz del Jarama en una operación conjunta de la Guardia Civil de Ávila y la Policía Nacional de Madrid.

«Ahora se ha aclarado, pero había vecinos que desde el mes de junio estaban echando la culpa a otra persona que no tiene nada que ver con este asunto y que ya en 2002 estaba viviendo en el pueblo. De hecho ni la Policía ni la Guardia Civil le habían requerido en ningún momento porque creo que tenían claro quién era, pero la gente tiene la lengua muy larga y ese es el problema», apuntaba a Ical el alcalde.

En el Ayuntamiento, ha reconocido, sabían del despliegue de agentes, pero «no que iban a ser tantos los medios» en la zona, «a seis kilómetros del pueblo y prácticamente solo lo veía el que pasaba por allí».

Al detenido «se le conoce poco porque no va mucho al pueblo», aunque con el pesar de que «no es agradable que el nombre de Navalacruz salga en las noticias por estos temas». «Pero las cosas suceden y hay que aguantar con ello».

Tras el arresto en el domicilio familiar en el que Jesús vivía con su actual mujer y sus dos hijos, fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila y desde ahí a una finca familiar, donde hay una vivienda deshabitada, entre Navalacruz y Navarredondilla, a unos dos kilómetros de donde fueron localizados restos óseos hace una semana. Allí buscan más pruebas, incluidos restos de sangre, informa Carlos Hidalgo.

Cuando desapareció, Juana Canal tenía 38 años, estaba divorciada y con una nueva pareja. En febrero de 2003 uno de los dos hijos encontró en el piso familiar una carta en la que la nueva pareja y ahora detenido decía que ella se había marchado tras una «discusión» y de haber ingerido muchas «pastillas». No volvieron a saber nada de ella hasta que en junio les comunicaron que unos restos hallados en 2019 pertenecían a la desaparecida.