por mi vereda
Bendita producción animal
Vuelve la burra al trigo de la demagogia, porque el bienestar de los animales depende de una serie de circunstancias, no de su libertad o estabulación
Más que fango, pecina
Tics antisemitas
![Bendita producción animal](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/08/granja-pollos-Ree8Picqh3JYpv0LhwdNKbP-1200x840@diario_abc.jpg)
Como teníamos poco con la tabarra del Pacma, que hoy lo mismo alcanza medio millón de votos aunque no lo augure el CIS de Tezanos, y la Fundación Franz Weber, autora de la original propuesta de convertir la plaza de toros de Valladolid en biblioteca, ... ahora entra en liza con brío una tercera entidad, denominada Observatorio del Bienestar Animal. Un rápido vistazo a su web explica cuáles son su misión, visión y valores. También aparece abierto un proceso de selección para un «senior manager dedicado a la captación de fondos», cuestión esta de importancia primordial con o sin el concurso de Begoña Gómez. Pero vamos a lo mollar. Su declaración de intenciones no deja lugar a dudas: un mundo libre de ganadería intensiva, porque «las empresas e instituciones implicadas en el sistema alimentario causan un sufrimiento animal inaceptable a gran escala».
Vuelve la burra al trigo de la demagogia, porque el bienestar de los animales depende de una serie de circunstancias –comida, alojamiento, salud, interactuación con sus congéneres...–, no de su libertad o estabulación. La organización arremete con el sector porcino, que es puntero dentro de la ganadería española y curiosamente no tiene subvenciones. En apenas unos meses, ha denunciado la situación de dos granjas de Burgos. En la última, ha difundido imágenes de algunos cerdos con heridas y hernias, si bien los veterinarios de la Consejería de Agricultura y Ganadería, tras inspeccionar la explotación in situ, afirman que cumple todos los requisitos de bienestar animal. Es muy probable que esos ejemplares estén esperando en un lazareto a ser eutanasiados, porque no pueden destinarse a la cadena alimentaria en ese estado. Y si hay irregularidades, que las autoridades tomen las medidas oportunas contra el propietario.
De nuevo, comprobamos que en los ataques de los animalistas a la ganadería subyace el propósito claro de su eliminación. Su empeño es que no comamos carne. Leche y huevos, tampoco. En su visión sesgada de la actividad pecuaria y el bienestar animal, aplican criterios válidos para las personas. Ahí se produce el error garrafal, al antropomorfizar a otras especies. En su libro 'Razones para ser omnívoro', el veterinario Juan Pascual analiza este fenómeno. Señala que el bienestar animal es una ciencia que se mide con parámetros objetivos, algo que no siempre tienen un cuenta los políticos al legislar –lo que genera numerosos problemas– y destaca que la ganadería representa la piedra angular de la economía circular, «porque es ecología pura y recicla». A su juicio, limitar la ganadería o la pesca obligaría a roturar millones de hectáreas para cultivar, con lo que aumentaría la deforestación para obtener proteína vegetal, algo que no parece muy ecológico. Por tanto, menos cinismo y más realidad. La ganadería proporciona carne de pollo, cerdo y vacuno a la creciente población mundial del planeta, y lo seguirá haciendo. Bendita producción animal.
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