Herrera defiende que hay «poderosas razones» para defender la Monarquía Parlamentaria
El expresidente de la Junta de Castilla y León afirma ser un «defensor convencido» de la Estado Autonómico aunque reconoce que es «perfectible»
![El expresidente de la Junta de Castilla y León Juan Vicente Herrera, este martes en el seminario de la Cátedra de Monarquía Parlamentaria en Burgos](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/02/28/herrera-burgos-RKcjbBlGDCJLCuh4BJowQzI-1200x840@abc.jpg)
Juan Vicente Herrera, expresidente de la Junta de Castilla y León y consejero nato del Consejo Consultivo de Castilla y León, ha subrayado este martes en Burgos que es un «defensor convencido» de la España de las Autonomías, y aunque considera que es «perfectible, yerran quienes lo tachan de fallido». Lo ha dicho durante su intervención en el seminario de la Cátedra de Monarquía Parlamentaria, bajo el título 'La experiencia en el Estado de las Autonomías: la evolución del modelo autonómico y la Monarquía Parlamentaria'.
El Aula Magna de la Universidad de Burgos (UBU), ha acogido este encuentro, que ha reunido a autoridades políticas y alumnos del centro universitario, para escuchar las palabras del expresidente autonómico, que ha querido iniciar su intervención declarándose como «defensor convencido» y «partidario» de la España de las Autonomías, y destacando los tres motivos de su éxito. De esta forma, se ha referido a su «vinculación natural con la democracia», su «aportación a la modernización de España» y su «contribución decisiva a la consolidación y mejora del Estado de Bienestar».
Así, Juan Vicente Herrera ha señalado que «el modelo autonómico es el mejor sistema para desarrollar el Estado Social del que nos habla la Constitución», y por ello considera que «no es casual que esta, en su distribución competencial, encomendase a las Comunidades la gestión de algunos de los pilares y servicios esenciales del mismo: la sanidad, la educación y los servicios sociales», ha agregado en declaraciones recogidas por Ical.
«Mi convicción ha sido siempre que, si bien la legitimidad del Estado Autonómico deriva de la Constitución y de los estatutos de autonomía, su legitimación se sustenta en su utilidad», ha valorado. «El autonomismo que siempre he defendido no trae causa de títulos históricos o identidades culturales, sino de su utilidad para todos, su capacidad para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y las familias, ofreciéndoles una mayor cercanía y participación democrática, unas mejores condiciones socioeconómicas y unos servicios de más calidad», ha añadido.
Asimismo, ha explicado que el estado autonómico, en su configuración constitucional, está «indisolublemente ligado al a Monarquía Parlamentaria», asegurando que la Monarquía de España, frente a la concepción uniforme y excluyente de los independentismos «que predican un supremacismo que, sobre todo, ofende a la inteligencia y que están empeñadas en uniformar sus plurales sociedades con políticas que separan hacia fuera y que excluyen hacia dentro a quienes no asumen y se someten a los credos sagrados de la tribu» es la Monarquía del Estado Autonómico, de la diversidad».
«La Monarquía Parlamentaria viene protagonizando los que están siendo los mejores momentos de la historia de España, siendo además, la misma forma política de muchas de las democracias más avanzadas del mundo, que también se encuentran entre las sociedades más modernas y desarrolladas y las economías más eficientes y competitivas» , ha apuntado.
Desprestigio
En este punto, ha reflexionado sobre de la «paradoja» que vive la realidad española, recordando que el país tiene «la mejor forma de Estado de nuestra historia, establecida, por primera vez, por una Constitución de todos y no impuesta por unos españoles a otros». Ha subrayado que esta ha proporcionado, incluso con las «durísimas crisis sufridas», el «período más intenso y continuado de convivencia libre y desarrollo económico y social que hemos conocido, con un impulso sin precedentes del Estado del Bienestar», lamentando así que «muchos españoles parecen instalados en el malestar y pérdida de aprecio hacia esa extraordinaria forma de Estado»
Señaló así que las causas de ese «malestar» han sido acumulativas y han ido «socavando la autoestima de los españoles» y que ha dado como resultado un «desprestigio de la política, de las instituciones y los liderazgos, la fragmentación política, una fuerte irrupción de los populismos, una ruptura de los consensos y mucha polarización».
Además, ha señalado otros factores como «la permanente tensión provocada por unos nacionalismos poco leales y siempre insatisfechos, que moldean la historia», a lo que se une el «revisionismo populista que se ha instalado en nuestro cuerpo social y político, y que, también con un profundo desprecio por nuestra historia y memoria, niega cualquier valor democrático a la etapa de la Transición».
Cambios
Durante su intervención, Herrera ha apuntado algunos «cambios» en el Estado autonómico para «corregir problemas del actual modelo, que necesitaría mejorar», como la «simplificación del sistema de competencias», la necesidad de una «reforma del caducado sistema de financiación económica» o un «fortalecimiento de los mecanismos de colaboración, que deberían garantizar de una forma mejor el ejercicio del principio de lealtad constitucional y la visión del estado de las comunidades».
Por último, en una reflexión sobre de la situación política actual, considera que es «urgente» curar a la política española de la «enfermedad» de la confrontación, deseando que esta «no traspase a la sociedad». «Es momento del activismo constitucional», ha sostenido, defendiendo que hay «poderosas razones» para defender la Monarquía Parlamentaria y el Estado Autonómico como «útiles y preferibles para el futuro de todos»
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