Buenos días, vietnam
Sin noticias de Planas
Rogamos mantengan la calma y el orden en todas las ciudades españolas mientras las autoridades competentes y el presidente de la nación tratan de evaluar el grado exacto de la amenaza
Tractorada en Salamanca
¡No se alarmen, señoras y señores! Escribimos con urgencia esta edición matutina del periódico para avisarles de que en distintos puntos de Europa se tiene la confirmación de que nos invaden tipos que vienen de lejos. Rogamos mantengan la calma y el orden en ... todas las ciudades españolas mientras las autoridades competentes y el presidente de la nación tratan de evaluar el grado exacto de la amenaza. Continúen con sus vidas con normalidad: tomen el vermú, jueguen con sus hijos, paguen la hipoteca. En los últimos días diferentes usuarios venían avisando por redes sociales del fenómeno en lugares aislados como Badajoz, Zaragoza o distintos puntos de Andalucía, pero ayer por la tarde se tomó contacto directo con ellos en Valladolid. Numerosos individuos de esta especie, hasta ahora desconocida, decidieron reunirse en la ciudad del Pisuerga aprovechando la gala de los Goya para conseguir captar toda la atención posible.
Los especímenes, que según hemos podido confirmar no suponen un peligro inminente, parecen idénticos al resto de los humanos: misma complexión, altura media y su sistema fonético es idéntico al español –con leves variaciones que van de Olivenza a Medina de Rioseco– por lo que, aunque el ministro competente, señor Planas, hasta la fecha parezca no entender ninguna de sus reivindicaciones, este periódico ha podido mantener una conversación sin necesidad de traducción simultanea con los recién llegados. En grandes titulares podemos asegurar que no vienen a la tierra en busca de materias primas o a tratar de colonizar y esclavizar a nuestra especie -ha celebrado el redactor que cubría el suceso con una gota gorda de sudor–. Todo lo contrario, afirman que se dedican al cultivo de víveres kilómetro 0 y al ecologismo. Que vienen a ofrecer tomates, patatas, remolacha, trigo y el conocimiento de cómo no esquilmar los recursos naturales de nuestro planeta, pero a ser posible y si las autoridades nacionales y comunitarias no lo impiden, a un precio justo.
Los ejemplares de esta novísima especie, que dicen denominarse agricultores, hicieron su aparición hace escasos días por primera vez en el panorama nacional, aunque hay noticias de contactos similares hace más de un siglo, por lo que sería difícil de confirmar en estos tiempos donde ya sólo los últimos sabios de nuestra civilización saben lo que es una hemeroteca y como se puede usar. Llegaron hasta nuestras ciudades en numerosos objetos no identificados que la especie alienígena denomina tractores. Grandes vehículos propulsados por gasoil, un combustible completamente obsoleto cuya necesidad los humanos tampoco hemos superado todavía, por eso precisamente nos permitimos mirarles por encima del hombro.
Miles de tractores en las calles es algo que no podría haber imaginado ni en una película distópica de Netflix el guionista más premiado de Hollywood. Es una guerra de los mundos escrita, en vez de por H.G. Wells, por José Luis Cuerda. Lo que nunca habríamos imaginado, tampoco nosotros, es que muchas de las uvas de nuestras fruterías en mitad de Rueda, Ribera del Duero y Cigales, vengan de Perú.