buenos días, vietnam
Estrenar Valladolid
Ser cofrade de acera en la mejor Semana Santa del mundo no se hereda, pero es un papel imprescindible para que se obre el milagro de cada primavera
Réquiem por una ferretería
Días de Tahúres
![Procesión de Las Palmas en Valladolid](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/03/23/semanasanta-RI5q3wYtljaFOFzgrMh07xO-1200x840@diario_abc.jpg)
Un año entero en silencio. Un silencio sobrio y quieto que ahora se torna en revuelo y en oración de pasos. Un año entero en silencio, con las ganas apretadas. Un año mirando al cielo… El cielo, siempre el cielo en esta tierra. Es Domingo ... de Ramos, sepa el lector, y todavía hay tiempo. Estrene, aunque sea el periódico, estrene la ciudad –que incluso después de diez siglos hoy está para estrenar– y corra a la procesión. Porque todas las cofradías están preparadas, los pasos listos y los cofrades diciendo oraciones calladas. En esta tierra se reza así, con la calle hecha templo entre silencios de eternidad. Sólo falta una cofradía, a eso espera todo hoy. Las demás están todas listas, porque lo suyo es trabajo callado de meses. Hay palmas y ramas de olivo que se agitan como jaculatorias verdes y van alfombrando la ciudad. Sólo falta una cofradía, digo, sólo una más. Una cofradía que tiene su procesión de regla más larga: Siete días, siete noches y su recorrido la ciudad. Falta, tan sólo, que los cofrades de acera ocupen sus puestos cuando la procesión eche a andar. Que las calles se hagan todas templo cuando abran las iglesias sus puertas esta mañana y todo parezca nuevamente igual.
Ser cofrade de acera en la mejor Semana Santa del mundo no se hereda, como se hereda la túnica en estos lares, pero es un papel imprescindible para que se obre el milagro de cada primavera. Para que, desde un mirador cualquiera, una señora vea a 'La Borriquilla' a hombros y Valladolid detrás. Los días se paran y pasan. Mañana Lunes Santo, después martes, capuchones, capuchones, capuchones y tambores. Y después miércoles, Jueves Santo… Y es que la madera en esta tierra es un misterio. Las Dolorosas de Juni «son vientos veleteando, / sonrisas de tiempo ausente / y pesares castellanos». Y así todo el Barroco, que es rezar hacia fuera, va poniendo en las calles y plazuelas la mayor representación del mundo de la Pasión, Muerte y Resurrección en Valladolid, que es Sevilla la Vieja.
Es Semana Santa en esta tierra y hacen falta cofrades en las aceras. Cofrades sin túnica y sin cofradía. Da igual la hora porque siempre hay una procesión que sale y otra que llega.
Este es un pregón con trotecillo de Domingo de Ramos, domingo que tiene algarabía de la infancia. Niños que la estrenan y hombres que la recuerdan. Se acuerdan sin ir más lejos de la mano de su abuela mientras les abría paso entre la gente y buscaba hueco en los soportales para que el niño lo viera todo, para que el niño lo entendiese todo. Que entendiera que ya es primavera, no porque lo diga el calendario, es primavera porque Dios está en la calle.
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