BUENOS DÍAS, VIETNAM
Cuento de Navidad
Hay dos generaciones enteras que han crecido sin saber que una botella de anís y una cuchara hacen Navidad
![Iluminación de Navidad en Valladolid](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/14/iluminacionvalladold-RyXc04snnkolhuRIGBdnKaI-350x624@abc.jpg)
Qué tristes las casas en las que no corren niños en Navidad. Ahora que mis hermanos pequeños ya son adultos y sólo queda turrón, mazapán, un belén y un árbol con luces… Navidad es un salón lleno de gente con críos cantando villancicos y una ... pandereta al fondo que no deja de sonar. Hay dos generaciones enteras que han crecido sin saber que una botella de anís y una cuchara hacen Navidad. Y han encendido las luces y han llenado la ciudad como cada año de bombillas para ver si, bien iluminada, encontramos aquí la Nochebuena, el veinticinco de diciembre, los peces en el río y la noche de paz.
No es poner cosas sobre la mesa o bajo el árbol, es la ilusión de alguien que no puede dormir un poco más allá. Que descubre que la cocina estos días es misterio de mayores, recetas que pasan de padres a hijos y en los que no se mueve el huevo hilado aunque no te encaje, aunque nunca te gustara, porque entonces no sería Navidad. Se heredan las figuritas del belén y el menú plato por plato, con toda fidelidad.
Publicaba el otro día El Norte de Castilla los resultados de una encuesta en la que salía Valladolid elegida como ciudad española con más espíritu navideño. ¿Y cómo se mide el espíritu navideño me preguntaba yo? Porque no son nuestros los suéter americanos, ni los elfos por los que hemos sustituido a los Reyes Magos. El glamour estaba todo en oriente –con sus sedas y sus especias–, pero lo malvendimos –como todo en nuestra historia por otro lado– para importar tradiciones de plástico y elfos que no dan la talla.
Yo, a lo único que aspiro, es a que mis hijos sepan que en esta casa somos muy de Luis Herrero el día que en Es Radio dijo aquello de que «de toda la vida de Dios eran los pajes los que recogían los regalos». Y a alguien se le ocurrió cantarle: «Creo que Luis Herrero es un elfo, sí lo es, sí lo es» y él, con magisterio de periodista viejo, respondió: «Por los cojones».
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