Fuentes de Carbonero, el pueblo despoblado de Segovia con peregrinos de todo el mundo
Miles de jóvenes pasarán este verano por el municipio de camino a Lisboa, que acogerá la Jornada Mundial de la Juventud
Pueblos que resucitan

Cuando el pasado 12 de octubre volvió a sonar la campana de la iglesia de Fuentes de Carbonero a más de uno se le saltaron las lágrimas. Hacía años, decenios... que no se tocaba. Ni siquiera es la misma, es una donada por un ... convento ya deshabitado que ahora da vida a este despoblado del que sus últimos moradores se fueron allá por los años 60 del pasado siglo.
Pero sólo ese tañir ya es vida donde hace tanto se apagó, en lo que un día fue un pueblo que, poco a poco, se fue quedando sin gente y dejó de serlo. Ahora, aunque no de forma permanente, el latir ha vuelto otra vez a Fuentes. Lo ha hecho de la mano del Camino Neocatecumenal. Kiko Argüello se dio un día con esta iglesia buscando un lugar de retiro y oración. Corría el año 1965 y desde entonces la huella de Fuentes no se borró de su mente. Allí volvía de vez en cuando, durmiendo a la intemperie, llevó a más gente y con el paso de los años es ya un lugar de peregrinación de esta Iniciación Cristina.
Y de la mano de la Fundación Familia de Nazaret la iglesia de la Asunción ha vivido su particular milagro, con un presupuesto inicial de 492.000 euros logrado a base de donaciones. Los primeros andamios se colocaron en 2021 y ya entonces comenzaron a llegar los primeros peregrinos. En lo que va de este año, ya son casi mil los contabilizados y el grueso lo esperan para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) agendada para este verano en Lisboa.
Como parte de la peregrinación al país luso, jóvenes de todo el mundo tienen previsto acudir a Fuentes. José Antonio, responsable del Camino en Segovia, ya tiene anotadas 15.500 reservas. Canadá, Estados Unidos, Vietnam, China, Australia, África... pasarán por este despoblado que con su iglesia rehabilitada vuelve a revivir. Eso sí, la luz llega con un generador, el agua lo surte un depósito... y no hay más lugar para dormir que el raso. Donde lo notan también, en la zona, sobre todo Carbonero el Mayor, donde acentos de todo el mundo hacen su parada con el resurgir de Fuentes.
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