El fuego no da tregua en Castilla y León y obliga al desalojo de varios pueblos en Burgos y Zamora
La Junta apunta a la "mano del hombre", de forma "intencional o imprudente", como causa de estos incendios
Los vecinos de las localidades burgalesas de Santibáñez del Val, Santo Domingo de Silos, Carazo, Villanueva de Carazo y Hacinas han tenido que ser evacuados
Las llamas vuelven a prender en la provincia de Zamora, en Vegalatrave, y hacen salir del pueblo a los habitantes de Losacio, Marquiz de Alba, Losilla, San Pedro de las Cuevas, Perilla de Castro y Olmillos de Castro
El fuego sigue sin dar tregua en Castilla y León. Las altas temperaturas de las sucesivas olas de calor, los vientos y lo seco del terreno en un año de déficit hídrico se están convirtiendo en la mecha y el combustible perfecto para propagar las llamas en cuanto prenden. En esta ocasión, además, con la mano del hombre detrás. Según informaron desde la Junta, los primeros indicios apuntan a que los incendios declarados en las provincias de Burgos, Zamora y Ávila, con riesgo para poblaciones, «no son espontáneos, sino que estaría la mano del hombre detrás, de forma intencional e imprudente, en lugares y días de tan extrema peligrosidad». «Nos están quemando la Comunidad», denunció en declaraciones a Ical el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. «Hay personas que quieren acabar con Castilla y León, quieren incendiar la Comunidad», afirmó.
En este sentido, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, apuntó a través de su Twitter que se había puesto en contacto con el ministro del Interior para trasladarle que «la mano del hombre está detrás de los tres nuevos incendios» en la Comunidad. Quiero que los responsables pasen a disposición judicial y se llegue hasta el final», reclamó.
En un domingo, de nuevo, de más desalojos. De vecinos que tuvieron que dejar sus casas y salir de sus pueblos ante la proximidad del fuego y el humo en las provincias de Burgos y Zamora, donde una semana después del incendio que ha devorado más de 31.000 hectáreas en Losacio, las llamas han vuelto a propagarse, obligando a nuevas evacuaciones. En Zamora no despiertan de la pesadilla de los incendios. Justo siete días después de que un agente forestal y un pastor perdieran la vida en el incendio de Losacio, en otro municipio vecino situado a menos de ocho kilómetros, Vegalatrave, se declaró un incendio forestal que, al cierre de esta edición, había obligado a desalojar seis poblaciones con unos 620 vecinos censados (aunque con más gente por presencia de veraneantes). Los habitantes de Losacio, Marquiz de Alba, Losilla, San Pedro de las Cuevas, Perilla de Castro y Olmillos de Castro -estos tres últimos también desalojados en el incendio de Losacio- tuvieron que echar la llave a sus casas y salir. Además, se estaba barajando la posibilidad de evacuar la urbanización La Encomienda.
En Burgos, hasta cinco localidades habían sido ya evacuadas en una tarde en la que el avance de las llamas no encontraba fin. Las primeras, Santibáñez del Val y Santo Domingo de Silos, donde los Bomberos de Burgos trataban que el fuego no afectase al monasterio de Santo Domingo de Silos, aunque sí llegó a algunas casas. Además, también afectó a algunas construcciones de Quintanilla del Coco, donde comenzó la ignición al parecer por una imprudencia y alguna vivienda fue desalojada. Sobre las ocho de la tarde, nuevas evacuaciones: Carazo, Villanueva de Carazo y Hacinas. En Salas de los Infantes, el dispositivo preparado por Cruz Roja y voluntarios de Protección Civil de Aranda de Duero y Burgos para acoger y atender en el albergue a los evacuados por un fuego en el que el viento dificultó mucho las labores del dispositivo desplegado.
Numerosos medios aéreos y terrestres, incluida la UME, se emplearon en tratar el avance de las llamas en ambos fuegos, declarados de nivel 2 de peligrosidad de una escala ascendente hasta el 3.
Otra vez el mismo
En el mismo nivel entró el que prendió también en la localidad abulense de San Juan de la Nava, que avanza motivado por los vientos fuertes. Según informaron a Ep, se trata de una reproducción del ocurrido el sábado en el mismo lugar y que fue intencionado. Una provincia donde todavía sigue sin darse por controlado el desatado hace ya más de una semana en Cebreros, que obligó a evacuar durante tres días a los vecinos de El Hoyo de Pinares, y en el que siguen produciéndose las reactivaciones previstas y mantiene movilizado un amplio dispositivo.
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