La despoblación 'vacía' los pueblos de secretarios municipales
Castilla y León cuenta con 1.604 plazas en sus ayuntamientos pero, en la actualidad, hay unas 450 vacantes. Son profesionales por los que suplican los alcaldes, ya que sin ellos la administración local «no existe»

Puede haber un buen alcalde pero como no haya un buen secretario...». Son palabras del consejero de la Presidencia, Jesús Julio Carnero, durante la presentación la pasada semana de un decreto que, en principio, aprobará el jueves el Consejo de Gobierno con el que ... se pretende mitigar las dificultades por las que atraviesan muchos pequeños ayuntamientos por la falta de estos puestos públicos. De ellos dependen los actos administrativos de todo tipo, desde la firma de las nóminas a los plenos, petición de subvenciones o registros administrativos. A todas esas y variadas funciones hay que sumar la de atención al público en la casa consistorial donde los vecinos acuden para resolver cualquier problema incluso del ámbito más privado.
Pero estas plazas a las que se accedía después de aprobar una nada fácil oposición pública (convocada por la Administración central) cada vez tienen más vacantes ante la falta de nuevas convocatorias. Además, las que hay no resultan atractivas para quienes hasta ahora accedían a ellas de forma mayoritaria: los titulados en el Grado de Derecho. Por eso, los puestos se cubren con interinidades que duran y tienen una movilidad tan elevada que repercute en la calidad del servicio que se presta.

En Castilla y León hay 1.604 plazas de secretario municipales. Por provincias, León cuenta con 250 plazas; Salamanca, con 239; Burgos, con 236; Valladolid tiene 182; Zamora, 160; Ávila, 159, Segovia, 145; Palencia, 143, y Soria, 90, según datos de la Consejería de la Presidencia. Sin embargo, de esas 1.604 (Castilla y León cuenta con 2.248 municipios), unas 450 están vacantes y se cubren con interinos, según el presidente en la Comunidad del Colegio de Secretarios, Interventores y Tesoreros (Cosital), Raúl Elvira Fernández. Un «grave» problema al que se suma «la falta de profesionalidad de alguno de los que están ocupando de manera interina esas plazas vacantes. Ante esa situación, se ha reclamado reiteradamente al Gobierno- también lo ha hecho la Consejería- que haya más convocatorias públicas, pero en la última salieron 600 plazas para toda España, una cantidad claramente baja. «Nos preocupa que no haya plazas suficientes y que las que se ocupan no sean buenas», insiste Elvira, quien confiesa que «me duele recibir llamadas de alcaldes llorando porque el interino no hace bien su trabajo y pierden subvenciones». «Un buen secretario con un mal alcalde termina desquiciado y un buen alcalde con un mal secretario está vendido», asegura.
Por eso, valoran el decreto, en cuya elaboración han participado, y que, entre otras cosas, recoge cómo los titulados que quieran acceder a una plaza como interino a través de la bolsa de empleo de la Administración autonómica, deberán pasar por un curso de cien horas y aprobar el correspondiente examen. Matiza, no obstante, que el hecho de que pueda optar cualquier titulado es una posibilidad normativa que ya existía, si bien recuerda que son los egresados de las ramas jurídica y económica los que aprueban mayoritariamente la oposición. De todas formas, cree que la iniciativa de la Consejería debe considerarse como «una solución temporal, un parche, no puede ser una medida definitiva», ya que, según explica, las interinidades en estos puestos están limitadas a tres años. Otra de las posibles soluciones pasaría por «ajustar la planta de las agrupaciones de municipios en función de los funcionarios con los que se cuenta, además de reforzar los servicios de asesoramiento que se realizan desde las diputaciones.
«La Santísima Trinidad»
Raúl Elvira es secretario en la localidad vallisoletana de Pedrajas de San Esteban, aunque ha llevado agrupaciones de hasta tres municipios. «A partir de ese número la carga de trabajo es inmensa», matiza, mientras recuerda cómo este verano ha tenido que cubrir bajas en Íscar, Olmedo, Mojados y Ataquines. De su labor afirma que «parecemos la Santísima Trinidad», ya que a la de secretario se suma la de interventor y tesorero, además de todo el trabajo administrativo «porque eres el único funcionario».
Prueba del déficit existente en este tipo de plazas, detalla, es que en los últimos años en la provincia vallisoletana, de los 111 colegiados, 12 trabajan en la Junta o en la Diputación y en los últimos años se han producido 15 jubilaciones, diez funcionarios se han marchado a otras administraciones y sólo se han producido siete altas. Las mayores dificultades, explica, están en el norte, en Tierra de Campos, como también lo tienen difícil en Las Merindades (Burgos), en Sanabria (Zamora) o en Ciudad Rodrigo (Salamanca). Ni siquiera Ávila o Segovia, por su cercanía a Madrid, se libran del déficit, hasta el punto de que en el órgano colegial abulense, con 49 inscritos, ha habido 22 jubilaciones en los últimos cinco años y ninguna alta.
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